sábado, 14 de agosto de 2010

Entre Torquemada y Fukuyama... o "estructuralismo peronista"


En Salta el ministerio de educación, erigido en Santo Oficio, obliga a los pibes de primaria a rezarle a la virgencita, aprenderse oraciones, enseña "educación sexual" con un cuadernillo del Opus Dei, que explica que el forro contribuye al contagio de HIV.
En Salta copa la escolástica, Salta pertenece a los oscuros dominios del medioevo (por suerte un poco mas al norte ya hay un Evo entero).

En capital a los pibes que no tienen el filo para renovar el DNI, Mauricio los manda a aprender a humillarse para conseguir lo que debiera ser un derecho, gestionando un certificado de pobreza.
Mauricio quiere que los pobres "aprendan cual es su lugar", y que lo aprendan de chiquitos.
En Buenos Aires copa la posmodernidad, Buenos Aires vive al vertiginoso ritmo del management corporativo, ese que gasta millones en cartelitos y pintura amarilla pero pichulea hasta el detalle con la dignidad de unos pibitos de 3er grado.

En Ciudad Evita, hace un día, la compañera Presidenta, se dedicó a repartir computadoras a los pibes del secundario de este humilde pero orgulloso distrito del conurbano, una Note-book no va a resolver los problemas de la educación, tres millones tampoco, pero siempre se van a acercar un poco mas al ideal, que la opción que nos plantean los que nombré arriba.
Aferrada por nuestra necesidad de dignidad, vive y medra en "la rosada" la modernidad, aquella de "Libertad, Igualdad y Fraternidad", o para decirlo en criollo "Soberanía política, Independencia económica y Justicia social".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los mismos, enseñan religión en escuelas públicas, no avanzan con la educación sexual, pero se oponen a la despenalización del aborto.

Anónimo dijo...

Los mismos, enseñan religión en escuelas públicas, no avanzan con la educación sexual, pero se oponen a la despenalización del aborto.

Anónimo dijo...

Es asi nomas
Pavlo