lunes, 23 de agosto de 2010

Sidra, pandulce y netbooks




Días pasados escuche decir que la medida anunciada - y ya parcialmente ejecutada -, de entregar netbooks a los estudiantes no era una medida conducente ya que había muchas otras cosas para hacer.
Y en realidad esto es cierto ¡vaya si hay cosa por hacer!

Pero bueno, sin minimizar las tantas cosas que restan por hacer, volvamos a la entrega de las PC que lleva adelante Cristina.
Es altamente probable que en muchas de las escuelas y colegios del conurbano bonaerense la cantidad de chicos y jóvenes que no poseen su propia PC sea notoria; y si nos adentramos en el país profundo, en el interior, la cantidad de “analfabetos informáticos" es mayúscula.
Como habitante del interior doy fe de ello.
Con todo esto resulta obvio que la entrega de PC lo que hace es poner en condición de igualdad a todos los chicos y jóvenes que estudian, por lo menos en lo que hace a tener las mismas herramientas.

Tal vez hace muchos años atrás era necesario repartir cuadernos a los alumnos de menores recursos ya que sus padres no se los podían comprar.
Y si tal como nos dijera Evita donde hay una necesidad nace un derecho, el que un alumno no tenga una PC – la necesidad -, da a luz de inmediato el derecho a tenerla… o no?
Obviamente los tiempos cambian y así como era impensable hace 50 o 60 años que un alumno de primaria o secundaria fuera a la escuela sin su cuaderno, hoy es impensable que un alumno no tenga a su disposición una PC.

Pero hay algo más.
Nacido en una familia obrera y peronista, crecí escuchando aquello de que Perón le daba pan dulce y sidra a los negros para tenerlos de su lado.

Mi viejo – nacido en 1915 -, había sido radical yrigoyenista en sus mocedades. Pero el 17 de octubre del ´45 marchó junto a sus compañeros de laburo a Plaza de Mayo a pedir por la libertad del Ministro de Trabajo y Previsión, el Coronel Perón.
Desde ese momento, y hasta su muerte, fue peronista.
Un día, le pregunté por aquello de la sidra y el pandulce.
Empezó por contarme que cuando chico, para las fiestas navideñas, el pandulce y la sidra sólo estaba presente en la mesa de los ricos; en la mayoría de las mesas argentinas no sólo no estaba sino que era inalcanzable.

Entonces agregó: “con la sidra y el pandulce Perón nos devolvió la dignidad, nos hizo ver que éramos iguales a ellos…”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre me suena medio peligroso eso de "... otras cosas que hacer...", que onda?, los bolsones de fideos si las PC no?, en mi opinion la contundencia con respecto a la universalisacion de lo material y lo simbolico de la medida es directamente indiscutible.

Pavlo

Paloma dijo...

Y el General no se equivoco !! Cristina tampoco !!!

FERNANDO LUIS dijo...

Jeje, estoy monotematico por que ando buscando laburo, pero me da la impresion que los mismos que putean la media, son los que no les tiembla la mano cuando publican cosas como "operador de PC excluyente" cuando buscan un punto pa que les reparta cartas en bicicleta...