viernes, 27 de agosto de 2010

Torteros...


Rompemos unos guevos, los batimos, los mezclamos con alguna manteca, tal vez harina; una receta se puede seguir, o se puede diseñar al paso, esto ultimo requiere de un gran cocinero, pero también propone los resultados mas exquisitos.

se puede preparar una torta de muchas maneras, con muchas recetas, con mas o menos imaginacion, e incluso rompiendo -no solo guevos- sino a veces muchos preconceptos gastronómicos, lo que no se puede obviar es seguir cierto orden -digamos- químico, o mecánico. ¿Que quiero decir con esto? No podemos meter nuestro preparado al horno, antes de romper o batir los guevos, o sin sacar la manteca del paquete; so pena de -en lugar de crear un delicado manjar- que nos salga una inmundicia incomible.

Si quisieramos trasladar este esquema a la construccion política de un país (el nuestro puntualmente) nos encontrariamos, muuuchos comensales que, devenidos en expertos críticos gastronómicos ad hoc, pretenden lograr cambios en esta suculenta receta.

Y los críticos han brotado como por encanto en todos los rincones de nuestra cocina.

Los hay de los que se pasaron unos cuantos años degustando repostería importada -amantes del Scon e incapaces crónicos de lograr una tortafrita decente-

Me imagino a un señudo pePino, meta lastrar galletita de lata mientras se quejaba de no poder conseguir galleta nacional, y que pasado el tiempo, se sigue quejando por que no le cae bien el cocinero.

Me imagino a tantos que critican a voz en cuello, "recién ahora se acuerdan de la cobertura" como si alguien pudiera cubrir algo que aun no esta horneado.

Y a cierta gorda anaranjada mejor no me la imagino, por que sino, nos vamos a quedar sin probar nada.


Los hay también de los que desde siempre supieron que la torta de ellos no se cocina en la Argentina, y que creen innecesario producir nada de mas calidad que un marroco cascarudo.

Los que creen que el paladar de los sudacas desperdicia cualquier sabor minimamente elaborado, y que convendria alimentar a todos estos con polenta, para así poderle llevar los ingrediente finos a cocineros mas blancos, y llenarse la panza de panettonne, cuando "la empresa" le permita volver a su amada península.


Acá se está cocinando una movida complicada y difícil, se esta cocinando la receta que desde el nacimiento de nuestra patria, entre todos -los que estamos y los que ya no- venimos perjeñando, pensando, esperando y laburando día tras día; a pesar de tanto corte de gas, de tanta sal en la azucarera, de tanto pelotudo que se siente dueño de la cocina, de la mesa y hasta de nuestras panzas...

Hoy nos toca un laburito mas bien delicado, hoy nos toca un laburito, que ningún gobierno anterior tubo la mas remota intención de encarar, un laburito que -si sale mal nos puede hacer cagar el bizcochuelo- y que nos es nada menos que remober una extendida plaga de gorgojo en la alacena, hoy nos toca Clarín.

Que la mitad de la torta sea para los que la estamos laburando, solamente va a ser posible cuando toda la torta sea nuestra, y eso solo puede pasar si nos decidimos a rompernos el orto, laborando tooodos junto a la cocinera, aunque mas nos sea limpiando el sopi del boliche, y siempre cuidando que ningún avivado se arrime solamente pa colar el dedito en la crema.
Fernando Luis


2 comentarios:

Anónimo dijo...

...¨a pesar de tanto corte de gas, de tanta sal en la azucarera, de tanto pelotudo que se siente dueño de la cocina, de la mesa y hasta de nuestras panzas¨...

Acertadisimo el posteo, un abrazo.

Pavlo

Daniela dijo...

...""recién ahora se acuerdan de la cobertura" como si alguien pudiera cubrir algo que aun no esta horneado."

Jeje.Como siempre, muy bueno compañero!