domingo, 15 de julio de 2012

¿UNIDOS Y ORGANIZADOS?



¿UNIDOS Y ORGANIZADOS?
Escribo esto desde el enojo, el enojo que me produce como peronista – y consecuentemente kirchnerista -, la facilidad con que muchos compañeros parecen  sumarse graciosamente a quienes quieren derribar la construcción en curso.
Paso a explicarme.
Cuando un hecho determinado irrumpe en la vida política de un pueblo hay diversas maneras de analizarlo.
Una de ellas es desde lo ideológico. En este análisis valoramos la ideología de quien o quienes provocan este hecho particular y a priori hacemos el primer diagnóstico: está bien / está mal, favorece / desfavorece, adelanta / atrasa, etc. El riesgo de este análisis es que suele omitir el contexto en el cual se produce el hecho y además, y tal vez esto es lo más grave, al analizarlo le ponemos nuestra propia carga ideológica, lo cual contribuye a darle un perfil sesgado al análisis.
El análisis político lineal (que es consecuencia directa de un primer análisis ideológico), se basa en una simpleza básica, en la construcción de un mundo de buenos y malos (concepción maniquea), de tal forma que, si el “hecho” lo produjo un “malo”, entonces el hecho es malo, y viceversa. En este análisis, el malo es totalmente malo y el bueno totalmente bueno, de tal manera que no deja margen alguno para la sana y productiva disidencia y/o el análisis.
En lo personal creo,  al igual que muchos, que cuando se produce un hecho político lo que hay que analizar con la mayor objetividad es a quien perjudica y a quien favorece. Si perjudica al campo popular el hecho es lamentable, más allá de quienes lo promuevan y más allá de que estos sean nuestros compañeros de ruta.
En estos días desde los medios hegemónicos por un lado, y desde los medios oficiales por otro (¿), se ha venido fogoneando la ruptura de la CGT. Propios y ajenos, amigos y enemigos, parecieran festejar este “hecho”.      
La ruptura de la CGT y el alejamiento del compañero Moyano del Proyecto Nacional y Popular, es un hecho tremendamente negativo para el campo popular. Sólo quienes están en contra de que este modelo siga adelante pueden valorarlo como positivo, y por supuesto algunos imbéciles que persisten en seguir gritando como si los últimos cuarenta años de historia hubieran pasado al pedo.
Discutir la legitimidad de la representación que ejerce el compañero Moyano nos llevaría a discutir la “legitimidad” de muchos legisladores, gobernadores e intendentes que están donde están por metodologías similares – por no decir idénticas -, a las que se usan dentro del sindicalismo. Tampoco vale rescatar archivos de los años ´70, porque no sé cuantos gobernadores, intendentes y funcionarios kirchneristas saldrían indemnes de ello.
Saben qué? A veces me pasa que descubro en compañeros kirchneristas un sentido de clase pequeño burguesa que me asusta… hablan de lo nacional y popular pero se “espantan” de los negros como Moyano… y en nuestra patria, lo nacional y popular es morocho y peronista.
Unidos y Organizados, esa es la consigna, pero primero hay que unir y luego organizar… porque si desunimos no nos quedará nada para organizar.                                                                                    



Roberto Martinez. La Peñaloza Córdoba

1 comentario:

Paloma dijo...

Tengamos cuidado compañeros !!!La unión hace la fuerza , la división siempre nos trajo la derrota !!!! Cristina sola no puede , el Campo Popular tampoco !!!