Revelan datos ocultos de cómo se
combatió en la Vuelta de Obligado
Un equipo de arqueólogos trabaja
desde 2000 en ese sitio histórico del Río Paraná, donde hace 167 años se
defendió el territorio nacional ante el avance de las armadas francesa e
inglesa. Entre otros, los hallazgos confirman la diferencia en el armamento de
cada bando.
Por: Gustavo Sarmiento
Doce años después de que un grupo
de historiadores y arqueólogos, liderado por Mariano Ramos, llegara hasta ese
recodo del Río Paraná conocido como la Vuelta de Obligado, a 18 kilómetros de
San Pedro, más de 10 mil elementos arqueológicos hallados permiten hacer una
descripción hasta ahora nunca revelada de las condiciones humanas y militares
con que los combatientes argentinos defendieron la soberanía nacional, aquel 20
de noviembre de 1845, en el inicio de la llamada Guerra del Paraná.
Los miembros de este equipo
fueron los primeros de la Argentina en realizar arqueología histórica sobre
batallas, en mayo de 2000, subsidiados por la Universidad de Luján. Desde ese
momento realizan dos campañas por año, repartiéndose entre el monte (donde
estuvo el campamento de las tropas nacionales), una exploración subacuática y
la búsqueda de las cuatro baterías que atacaron la llegada de los ingleses y
franceses: Restaurador Rosas, General Brown, General Mansilla y La Manuelita,
con el objetivo de conocer y recrear a uno de los principales “eventos tabú” de
la historia argentina. Hasta hoy, la mayoría de los objetos recolectados
pertenecen a la batería dos, como cerámicas, armas o botones.
Para dar con los llamados
“núcleos de la batalla” utilizaron un mapa detallado del almirante inglés B.J.
Sulivan de esa época, proyectado sobre imágenes satelitales. Esta última
campaña la comenzaron el 9 de noviembre y finalizó ayer. El principal grupo se instaló
a metros del monumento de las cadenas donde, tras años de búsqueda, pudieron
dar con la batería número uno, especialmente con proyectiles y parte de las
maderas robustas que conformaban las defensas. “Fue lo más novedoso. Es que a
partir del abandono del campo de batalla, ha habido un constante saqueo del
sitio durante 150 años, además es un terreno muy complejo, con un
enfrentamiento de bandos de 2500 personas, en una batalla de la modernidad que
se dio en mar y en tierra”, remarcó Ramos.
El combate ocurrió cerca de las 9
de la mañana. La defensa argentina se erigió con tres enormes cadenas que
atravesaban los 700 metros del Río Paraná de costa a costa, colocadas sobre 24
barcazas, de las cuales diez contenían explosivos. Así retuvieron cuatro horas
a las tropas inglesas y francesas, hasta que una vez en tierra rodearon a las
nacionales que combatieron hasta quedarse sin municiones. Luego siguieron por
el río hacia el norte donde se rendirían un año después. La diferencia
armamentística con las potencias mundiales (cuyas naves ya eran a vapor)
también se pudo vislumbrar en los objetos. “Encontramos clavos sin cabeza ni
punta, partidos a la mitad, que se usaban dentro de bombas explosivas. En
cambio, los argentinos tenían cañones y calibre de menor tamaño, y tiraban
bombas macizas como si fueran bolas”, contó Ramos, que resaltó la novedad de
hallar en las baterías cientos de piezas de cerámica y vidrio pertenecientes a
bebidas alcohólicas, gres o ginebra “para sostener a los combatientes, que no
entren en una situación de terror de combate. También vimos que habrían sido
menos cañones de los que se dijo”.
Las otras dos baterías serán más
complicadas de excavar: la tercera está tapada por el agua, y la cuarta yace
debajo de una casa de familia. Ahora continuarán con las otras batallas de la
Guerra del Paraná, como Tonelero en Ramallo, Quebracho y San Lorenzo en Santa
Fe, mientras buscan dar con las cadenas y los enganches originales. “Sobre la
Vuelta de Obligado existen muchos mitos, y el principal es el de las cadenas.
Hay restos en varios museos y lugares del país, atribuibles a la batalla, pero
no todas lo son”, agregó Ramos.
Luis Launay, presidente de la
Comisión Nacional Permanente de Homenaje a la Vuelta de Obligado, fue preso
hace pocos años cuando resistió a la instalación del hotel Howard Johnson en
las 30 hectáreas del sitio histórico. En lo que era ese descampado con
monumentos y placas rotas está desde 2010, por impulso del Ejecutivo Nacional,
el parque histórico-natural, por el que cada fin de semana largo pasan más de 5
mil personas. “Encontramos desde cadenas hasta el único sable hallado en toda
la batalla”, contó Luis. Para el futuro cercano se piensa instalar en el sitio
un monumento a Petrona Simonino, que encabezó el grupo de las mujeres que
asistió a enfermos en el hospital de la batalla, que se encuentra dentro de una
estancia, cuya familia no permite verlo. El último temporal le voló una pared.
Se estima que en la batalla
murieron 250 argentinos, y medio centenar de europeos. El silenciamiento o
manipulación del evento (por el cual San Martín, desde su exilio en Francia,
felicitó a Rosas) no fue sólo teórico. Dos veces la marina destruyó fragmentos
claves del sitio histórico, en 1972 y en el 55, cuando dinamitaron la
estructura donde se habían sujetado las cadenas, que contenía cientos de
inscripciones del público a favor de la soberanía. Ramos concluyó: “para la
historia oficial de los liberales este tipo de 'eventos tabú' ni siquiera
debían ser citados”. «
Detalles históricos en 120 cartas
rescatadas del olvido
La acción de recuperar parte de
la historia de Obligado también corrió por cuenta del Municipio de San Pedro,
que en septiembre de 2010 rescató 120 cartas olvidadas en el archivo histórico
de San Nicolás desde hacía varias décadas. La mayoría pertenece al general
Lucio Mansilla (cuñado de Rosas y padre del escritor Lucio Víctor) y
descubrieron que el líder de las tropas en realidad firmaba con "c"
su apellido. En los manuscritos se detallaba la logística previa, la colaboración
explícita con aborígenes, la participación de niños, la promesa de devolverle a
los vecinos los animales e infraestructura solicitada, y hasta los choques con
las autoridades zonales (jueces de paz) que no enviaban lo que pedían con
urgencia los militares, sobre todo ganado, remedios y municiones. A esta enorme
colección se le agregaron 43 nuevas cartas encontradas en pilas de hojas hace
poco más de un mes, en las cuales el Capitán Interino del Puerto de Buenos
Aires tilda de "piratas" a los comandantes de las flotas inglesa y
francesa, se nombra a un muchacho (José Torres) para desempeñarse como
tamborilero, o una de agosto de 1845, en la cual Mansilla le reclama efectivos
al juez sampedrino "desde la edad de 15 a 60 años, distinguiendo los que
corresponden a la milicia activa". Siete días antes de la batalla, el 13
de noviembre, se da cuenta de la presencia de la escuadra anglo-francesa. Y
tres cartas escritas desde la llamada Estancia de Gómez sugieren que el 20 de
abril de 1846 ocurrió en Obligado otro hecho de armas del que no se tenía
registro hasta el momento, con "una goleta desconocida" y
"varias balleneras con efectivos merodeando las costas". En otra
carta de tres páginas del 27 de noviembre el gobernador Juan Manuel de Rosas
aclama: "La República entera concurrirá a este voto que la provincia de
Buenos Aires consagra a sus heroicos defensores: lo aplaudirá el mundo."
Una vivencia de todos
Desde San Pedro, recorriendo 18
kilómetros por la calle Lucio Mansilla, se llega al Parque Histórico Natural
“Vuelta de Obligado”, creado en 2010 por impulso de Presidencia de la Nación,
quizás uno de los más desarrollados y explicativos dentro de los espacios de
interpretación que se erigieron sobre campos de batallas, con el monumento del
escultor Rogelio Polesello, un sendero temático, un Centro de Interpretación de
Flora y Fauna de la Reserva Natural, y el Museo de Sitio “Batalla de Obligado”,
en el que un 70% de las 200 piezas fueron entregadas por vecinos. Uno de los
objetos más preciados es la única pieza recuperada hasta hoy de una de las
naves hundidas en la batalla. Se trata de una baranda de 1,20 metro de longitud
que había estado colocada en la popa de una embarcación de poco tamaño. La
escena la contemplan monedas de cobre de 1827-28, y un fusil tower inglés con
sistema de chispa calibre 17,5 mm, de 1,47 metro que los argentinos capturaron
en las invasiones inglesas y usaron en Obligado. Las diferencias de armamento
respecto a los enemigos se ejemplifican aún más con la exhibición de bolas de
boleadoras. Al lado del museo construyen en la actualidad un par de baños. Hace
un par de meses, los albañiles se toparon a 40 centímetros de profundidad, con
elementos como una traba de cañón o una bala maciza fragmentada en 8 pedazos.
“Antes de 2010 y del impulso de la Presidenta, lo único que había eran actos
protocolares a nivel local, sin sentido de revisionismo histórico. Hoy lo vive
todo San Pedro, desde ciclos de cine, muestras y debates hasta actividades
deportivas”, comenta el director de Cultura local, José Luis Aguilar.
2 comentarios:
QUERIDOS COMPAÑEROS
UN MAGNÍFICO POST QUE NOS HEMOS PERMITIDO COPIAR. SALDRÁ EN NUESTRO BLOG A LA 13,30 HRS.
UN GRAN ABRAZO Y SEGUIMOS POR EL MISMO CAMINO.
GRACIAS
indecquetrabaja.blogspot.com
PARA CUALQUIER COMUNICACIÓN
rojogalloclaudio@yahoo.com.ar
De nada compas, el articulo salio hoy en El tiempo Argentino (no lo escribimos nosotros), lo copiamos y pusimos el link hacia la nota original, un gran abrazo también y a seguir poniendo el hombro.
La Peñaloza
para cualquier comunicación:
lapenialoza@gmail.com O
pmartinez@onabe.gov.ar
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