sábado, 16 de junio de 2012

“Los bombardeos del '55 siguen siendo crímenes de Lesa Humanidad"





“Los bombardeos del '55 siguen siendo crímenes de Lesa Humanidad"

Por Camilo Cagni*

Dialogamos con Gonzalo Chaves, autor de una de las primeras investigaciones sobre los bombardeos de Junio de 1955.

¿Cómo empezó a desarrollar la investigación?
Como tenía pocos elementos sobre los acontecimientos del 16 de junio, empecé la investigación recurriendo a los diarios de la época. El gran escritor y militante Rodolfo Walsh decía que “hasta lo más secreto está en alguna fuente públicas”, y la verdad que tuvo razón. En muy pocos días conseguí los periódicos del día después del ataque, y para mi sorpresa ahí estaba todo. Después, a partir del día 18 y 19 de Junio, toda la información empezó a evaporarse porque el mismo Perón le quiso bajar el tono al conflicto.

Además de generar un acto terrorista, ¿cuál era el objetivo central de los bombardeos?
La acción se realizó con la intención de matar Perón, a pesar de que los golpistas siempre lo negaron. Todos ellos sabían Perón ese día iba a estar en la Casa de Gobierno, porque a la mañana muy temprano él se iba a reunir con el embajador de los EE.UU.
Recién en el año ’71, cuando salió publicada en la revista “Así” una entrevista al ex militar Néstor Noriega, los sublevados empezaron a reconocer públicamente el verdadero sentido de la acción.

¿Qué rol cumplió Noriega en el ataque?
El fue una pieza clave en esta acción, tanto en la planificación como en su ejecución. Por aquellos años se desempeñaba como jefe de la Base Aérea de Punta Indio, lugar de donde partió el grueso de los aviones que bombardeó la Casa de Gobierno. También de allí salieron las aeronaves que ametrallaron la sede de la CGT, el Departamento Central de Policía y la residencia presidencial que se ubicaba en las calles Agüero y Libertador.

¿En que momento cae la primera bomba y cuantos aviones participaron?
La primera bomba cae a las 12:40 del mediodía, en plena Plaza de Mayo. La segunda es arrojada sobre la Casa de Gobierno, mientras que la tercera da de lleno en un trolebús que estaba repleto de pasajeros. En esta acción participaron 6 aviones “Beechcraft” lanzando 6 bombas de 100 kilos cada una, 14 aparatos “North American” con 4 bombas de 50 Kg. c/u, y varios aviones “Gloster”.

¿Cuáles fueron los movimientos previos al ataque?
En realidad el bombardeo se retrasó por razones climáticas. Se esperaba comenzar a las 9 de la mañana pero recién al mediodía, cuando el cielo se despejó, se tiró la primera bomba. Antes los aviones estuvieron sobrevolando durante varias horas las ciudades de Colonia y Montevideo, esperando recibir las órdenes que provenían del Ministerio de Marina.

¿Cuál era el plan a seguir por los insurrectos tras los bombardeos?
La idea original de estos marinos era la de bombardear para que inmediatamente después se desatara una sublevación en las distintas filas del ejército. Si ello prosperaba, los conspiradores ya contaban con un gobierno civil que iba a tomar el poder. Muerto Perón y tomada la Casa de Rosada, asumiría un triunvirato integrado por Zavala Ortiz que era radical, Adolfo Viches que era del partido conservador, y el socialista Américo Gioldi.

¿Cual fue el saldo de victimas?
Se calcula que murieron más de 400 personas. En mi investigación pude reconstruir una lista de 350 victimas con nombre, apellido, número de documento y domicilio.

Después del atentado, ¿hacia donde se dirigieron los aviones?
Los más de 20 aviones huyeron hacia el Uruguay. Esto demuestra que semejante conspiración se realizó con el apoyo de militares extranjeros, y seguramente con la complicidad del departamento de estado norteamericano.
El hombre que recibió a los aviones en Montevideo fue Guillermo Suárez Mason, el mismo jerarca militar que comandó el terrorismo de estado durante la última dictadura. Resulta que él se encontraba exiliado en Uruguay por haber participado en la conspiración del año ’51, cuando sectores del ejército intentaron derrocar a Perón por primera vez. Pero este no fue el único genocida que participó de la masacre: estaban también Horacio Mallorga y Emilio Massera, que por el año ’55 eran dos jóvenes oficiales de navío a las órdenes del Ministro de Marina, Aníbal Olivieri.

¿Que sectores militares apoyaron la conspiración?
Los conspiradores contaban con la Base Naval de Punta Indio, el Batallón de Infantería de Marina BIN 4 que tenía asiento en Puerto Nuevo, y gran parte de la oficialidad de la aeronáutica con asiento en Morón. Además hay que tener en cuenta los más de 300 civiles que los apoyaban desde las inmediaciones de Plaza de Mayo.

Después de las bombas, ¿Hubo enfrentamientos en las calles?
En las afueras de Casa de Gobierno se combatió cuerpo a cuerpo. Allí un grupo de granaderos pudo contener la ofensiva de varias decenas de marinos que disparaban con el fin de entrar en el edificio. Es en ese momento cuando la CGT empieza a convocar al pueblo para defender el gobierno constitucional. Cuentan las crónicas de la época que en medio de esa movilización, un grupo de obreros irrumpió en una armería llevándose todas las armas y municiones para servir a las tropas leales a Perón. Este tipo de acciones yo las identifico como el inicio de la “resistencia peronista”.

Entonces el apoyo de los civiles fue decisivo para frenar el intento golpista…
Por supuesto, ellos fueron los encargados de rodear todo el perímetro del edificio del Ministerio de Marina, terminando con los planes de los sediciosos. Es ahí cuando los conspiradores se dan cuenta de que habían fracasado y deciden rendirse. Rápidamente Olivieri llama al jefe del ejército, Franklin Lucero, y le comunica la noticia. La única condición que pone para dejar las armas, es que saque a todos los civiles que estaban en los alrededores por temor a posibles represalias.

¿Qué hizo Perón con los sublevados?
Como los sublevados eran militares, fueron juzgados por el Concejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Lo triste del caso es que todas las penas fueron muy leves. Visto desde hoy resulta evidente que se cometió un terrible error político en no ser más severo con el castigo, pero en ese momento se interpretó como un verdadero signo de debilidad. La intención de Perón fue la de no generar nuevas confrontaciones, ya que había un clima muy propicio como para que se inicie una guerra civil. Los resultados del tibio accionar se padecieron tres meses después, cuando se materializa el golpe del 16 de Septiembre de 1955.

¿Podemos decir que los bombardeos son delitos de lesa humanidad?
Absolutamente. Fue un bombardeo sobre una ciudad abierta a una población civil sin previa declaración de guerra, y además, con armamento del estado. El hecho tiene todas las características de haber sido un crimen de lesa humanidad y por ello no prescribe.

¿Por qué tuvo que pasar tanto tiempo para que se pueda hablar sobre el tema?
Durante mucho tiempo fue una especie de “secreto de familia”, ni los peronistas queríamos hablar. Por supuesto que los asesinos y cómplices tampoco, porque sabían el repudio era masivo. Yo pienso que el silencio de parte del peronismo se da por la actitud que tomó el mismo Perón, creyendo que bajando el tono al conflicto se iban a apaciguar los ánimos. En la disyuntiva por optar entre el tiempo o la sangre, Perón optó por el tiempo, una opción que él mismo reconocería como desacertada.

*Periodista

Fuente: Reporte de las Madres |  www.reportedelasmadres.org

**  La ilustración es de un cuadro de Aníbal Cedrón.


*** En febrero de 2008 el juez Claudio Bonadío, entendió que el bombardeo a la plaza de Mayo no fue un genocidio, sino un intento de eliminación del entonces presidente, Juan Perón declarando que no fue un delito de "lesa humanidad".

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