martes, 31 de enero de 2012

Erewhon reload.


 
Utopías, distopías, ucronías; a quienes nos gustan este tipos de obras muchas veces nos acusan de dejar de lado el aprecio de la calidad literaria de las obras por la fascinación que nos produce el tema.

Imaginar el contraste entre escalas de valores, ambiciones, normas de conducta, potencialidades e historias totalmente distintas –cuando no diametralmente opuestas- produce un goce perplejo y embriagador, un salto a una realidad imposible, que a los aficionados al género nos transforma muy fácilmente en adictos.

De la “Ciencia Ficción” las llamadas ficciones sociales son la joya, entreveradas en cualquier relato o como elemento central; las características de las relaciones humanas, sociales, jerárquicas, económicas, políticas en estos universos de fantasía son el fondo de cocción perfecto para combinar cuales quiera ingredientes.

A fines del siglo pasado el Ingles Samuel Butler publicó un relato de estas características que pronto se hizo un clásico, “Erewhon” ; la novela que lleva el nombre del país imaginario donde transcurre –anagrama de “no where” (ninguna parte)-  y que nos cuenta sobre las tribulaciones de un “self made man” ingles de la época victoriana en su aventura de choque cultural.

En Erewhon la enfermedad y la pobreza eran castigados con cárcel, pero los crímenes de todo tipo, eran tratados como enfermedades; hasta tal punto que un estornudo o una fiebre eran ocultados como cosas deshonrosas y en cambio una estafa o un afano despertaban la conmiseración y los mejores deseos de recuperación…

Pero lo que a mí más me llamo la atención de esta novela (leída con ojos de adolescente, eones  atrás) está referido a la tecnología. A la llegada del héroe a Erewhon encuentra una sociedad culturalmente muy compleja, pero desprovista de tecnologías, como no sean las mas rudimentarias; al tiempo descubre un “Museo” en el que los ciudadanos guardan y exhiben artilugios tecnológicos que el protagonista juzga muy avanzados, al consultar sobre la aparente contradicción de poseer los conocimientos de una tecnología de avanzada pero negarse a su uso recibe una explicación que aun me parece fabulosa; parece que mucho tiempo atrás un sabio erewhoniano dio a publicidad cierto libro en el que explicaba las potencialidades de desarrollo de las maquinas, graficaba la posibilidad de que a partir de la máquina de vapor la evolución de los artefactos los llevaría a desarrollar conciencia, potencia y voluntad; con el consiguiente peligro que esto implicaría para la raza humana…

Alguien escribió un libro y fue tan convincente que todo el país se puso de acuerdo y se detuvo definitivamente el avance tecnológico. He allí lo que me fascinó de forma perenne en este relato, un tipo argumento de forma tal que: convenció a todo un mundo a abandonar completamente una vía de desarrollo en merito de una perfecta exposición de conjeturas. Detener el tiempo por decisión, frenar el progreso por miedo al futuro, encerrar en un museo las ganas de mejorar de toda la raza humana es un razonamiento que aun hoy me resulta cautivador.

Más acá en el tiempo pudimos ver ejemplos de tentativas de usar argumentaciones similares, por ejemplo, en muchas de las acciones del grupo Greenpeace, capaces de exigir conservaciones ecológicas colosales con argumentos clarísimos e irrefutables, pero que nunca asumen responsabilidad sobre cuestiones tales como el desarrollo humano, las necesidades económicas o las soberanías de los países; sueñan con declarar “reserva natural” a toda la amazonia sin preguntarse siquiera de que van a vivir quienes no se conchaben de  guardaparque; pudimos atestiguar las actividades de organizaciones gremiales que son capaces de poner en juego puestos de trabajo para llevar a término medidas de fuerza motivadas en los mas descabellados reclamos; como sucedió en una fábrica de galletitas, que fue a una interminable y conflictiva huelga, a unos difícilmente justificables cortes de ruta, a la pérdida de empleos en reclamo de ¡alcohol en gel!

La pregunta es –para mi humilde entender- si vamos a tomar decisiones complejas en merito de unas interminables cadenas de supuestos y presunciones bellamente hiladas; si tendremos la valentía de hacernos las preguntas difíciles, o apenas aquellas que ya vengan avaladas por su canónica y conveniente respuesta…

Erewhon, no where, ninguna parte; alguien dijo alguna vez “el reino del revés”  donde las riquezas existen para contemplarlas absortos en la belleza de los paisajes, en un arrobamiento que nos permita abstraernos de los poblados misérrimos, de las exiguas condiciones de vida de provincias enteras. Bienudos artistas, políticos devenidos ecologistas, maestritas de escuela alzadas en referentes políticos, ecologistas con olor a intereses financieros  extranjeros, y una vez mas nos terminan obligando a todos a salir corriendo a aprender sobre minería, sobre extracción, sobre cielo abierto, sobre legislaciones nacionales y provinciales, sobre cianuros, y aguas mas o menos potables, sobre polveos, amalgamas, índices y otras yerbas mineras como si uno no tuviera nada mejor que hacer que pasarse el días gambetiando zonceras.

Samuel Butler, a finales del siglo XIX invento el país de ninguna parte, pero –para nuestra suerte- a principios del siglo XXI el argentino Néstor Kirchner nos prometió (y vaya si lo cumplió) “un país en serio” en nosotros queda ahora, si preferimos aquel invento ingles o este invento argentino…


Fernando Luis
La Peñaloza Bs. As.

Piedra y Camino




Del cerro vengo bajando
Camino y piedra
Traigo enredada en el alma, viday
Una tristeza.

Me acusas de no quererte
No digas eso
Tal vez no comprendas nunca, viday
Porque me alejo.

Es mi destino
Piedra y camino
De un sueño lejano y bello, viday
Soy peregrino.

Por más que la dicha busco,
Vivo penando
Y cuando debo quedarme, viday
Me voy andando.

A veces soy como el río
Llego cantando
Y sin que nadie lo sepa, viday
Me voy llorando.

Es mi destino,
Piedra y camino
De un sueño lejano y bello, viday
Soy peregrino
.



Atahualpa Yupanqui
Pergamino, 31 de enero de 1908 – Nimes, 23 de mayo de 1992

*


lunes, 30 de enero de 2012

El penal más largo en el mundo



El penal más largo en el mundo

Por Osvaldo Soriano*

El penal más fantástico del que yo tenga noticia se tiró en 1958 en un lugar perdido del valle de Río Negro, en Argentina, un domingo por la tarde en un estadio vacío. Estrella Polar era un club de billares y mesas de baraja, un boliche de borrachos en una calle de tierra que terminaba en la orilla del río. Tenía un equipo de fútbol que participaba en el campeonato del valle porque los domingos no había otra cosa que hacer y el viento arrastraba la arena de las bardas y el polen de las chacras.

Los jugadores eran siempre los mismos, o los hermanos de los mismos. Cuando yo tenía quince años, ellos tendrían treinta y me parecían viejísimos. Díaz, el arquero, tenía casi cuarenta y el pelo.

El blanco que le caía sobre la frente de indio araucano. En el campeonato participaban dieciséis clubes y Estrella Polar siempre terminaba más abajo del décimo puesto. Creo que en 1957 se habían colocado en el decimotercer lugar y volvían a sus casas cantando, con la camiseta roja bien doblada en el bolso porque era la única que tenían. En 1958 empezaron ganándole a Escudo Chileno, otro club de miseria.

A nadie le llamo la atención eso. En cambio, un mes después, cuando habían ganado cuatro partidos seguidos y eran los punteros del torneo, en los doce pueblos del valle empezó a hablarse de ellos.

Las victorias habían sido por un gol, pero alcanzaban para que Deportivo Belgrano, el eterno campeón, el de Padini, Constante Gauna y Tata Cardiles, quedara relegado al segundo puesto, un punto más abajo. Se hablaba de Estrella Polar en la escuela, en el ómnibus, en la plaza, pero no imaginaba todavía que al terminar el otoño tuvieran 22 puntos contra 21 de los nuestros.

Las canchas se llenaban para verlos perder de una buena vez. Eran lentos como burros y pesados como roperos, pero marcaban hombre a hombre y gritaban como marranos cuando no tenían la pelota. El entrenador, un tipo de traje negro, bigotitos recortados, lunar en frente y pucho apagado entre los labios, corría junto a la línea de toque y los azuzaba con una vara de mimbre cuando pasaban a su lado. El público se divertía con eso y nosotros, que por ser menores jugábamos los sábados, no nos explicábamos como ganaban si eran tan malos.

Daban y recibían golpes con tanta lealtad y entusiasmo, que terminaban apoyándose unos sobre otros para salir de la cancha mientras la gente les aplaudía el 1 a 0 y les alcanzaba botellas de vino refrescadas en la tierra húmeda. Por las noches celebraban en el prostíbulo de Santa Ana y la gorda Leticia se quejaba de que se comieran los restos del pollo que ella guardaban en la heladera.
Eran la atracción y en el pueblo se les permitía todo. Los viejos les recogían de los bares cuando tomaban demasiado y se ponían pendencieros; los comerciantes les regalaban algún juguete o caramelos para los hijos y en el cine, las novias les consentían caricias por encima de las rodillas. Fuera de su pueblo nadie los tomaba en serio, ni siquiera cuando le ganaron a Atlético San Martín por 2 a1.

En medio de la euforia perdieron, como todo el mundo, en Barda del Medio y al terminar la primera rueda dejaron el primer puesto cuando Deportivo Belgrano los puso en su lugar con siete goles. Todos creímos, entonces, que la normalidad empezaba a restablecerse. Pero el domingo siguiente ganaron 1 a 0 y siguieron con su letanía de laboriosos, horribles triunfos y llegaron a la primavera con apenas un punto menos que el campeón.

El último enfrentamiento fue histórico por el penal. El estadio estaba repleto y los techos de las casas también. Todo el mundo esperaba que Deportivo Belgrano repitiera los siete goles de la primera rueda. El día era fresco y soleado y las manzanas empezaban a colorearse en los arboles.
Estrella Polar trajo más de quinientos hinchas que tomaron una tribuna por asalto y los bomberos tuvieron que sacar las mangueras para que se quedaran quietos.

El referí que pitó el penal era Herminio Silva, un epiléptico que vendía las rifas del club local y todo el mundo entendió que se estaba jugando el empleo cuando a los cuarenta minutos del segundo tiempo estaban uno a uno y todavía no había cobrado la pena por más que los de Deportivo Belgrano se tiraran de cabeza en el área de Estrella Polar y dieran volteretas y malabarismos para impresionarlo. Con el empate el local era campeón y Herminio Silva quería conservar el respeto por sí mismo y no daba penal porque no había infracción.

Pero a los 42 minutos, todos nos quedamos con la boca abierta cuando el puntero izquierdo de Estrella Polar clavó un tiro libre desde muy lejos y se pusieron arriba 2 a 1. Entonces sí, Herminio Silva pensó en su empleo y alargó el partido hasta que Padín entró en el área y ni bien se le acercó un defensor pitó. Ahí nomás dio un pitazo estridente, aparatoso y sancionó el penal. En ese tiempo el lugar de ejecución no estaba señalado con una mancha blanca y había que contar doce pasos de hombre. Herminio Silva no alcanzó siquiera a recoger la pelota porque el lateral derecho de Estrella Polar, el Colo Rivero, lo durmió de un cachetazo en la nariz. Hubo tanta pelea que se hizo de noche y no hubo manera de despejar la cancha ni de despertar a Herminio Silva. El comisario, con la linterna encendida, suspendió el partido y ordenó disparar al aire. Esa noche el comando militar dictó estado de emergencia, o algo así, y mandó a enganchar un tren para expulsar del pueblo a toda persona que no tuviera apariencia de vivir allí.

Según el tribunal de al Liga, que se reunió el martes, faltaban jugarse veinte segundos a partir de la ejecución del tiro penal y ese match aparte entre Constante Gauna, el shoteador y el gato Díaz al arco, tendría lugar el domingo siguiente, en el mismo estadio a puertas cerradas. De manera que el penal duro una semana y fue, si nadie me informa lo contrario, el más largo de toda la historia. El miércoles faltamos al colegio y nos fuimos al pueblovecino a curiosear. El club estaba cerrado y todos los hombres se habían reunido do en la cancha, entre las bardas. Formaban una larga fila para patearle penales al Gato Díaz y el entrenador de traje negro y lunar trataba de explicarles que esa era la mejor manera de probar al arquero.

Al final, todos tiraron su penal y el Gato atajó unos cuantos porque le pateaban con alpargatas y zapatos de calle. Un soldado bajito, callado, que estaba en la cola, le tiró un puntazo con el borseguí militar y casi arranca la red. Al caer la tarde volvieron al pueblo, abrieron el club y se pusieron a jugar a las cartas. Díaz se quedó toda la noche sin hablar, tirándose para atrás el pelo blanco y duro hasta que después de comer se puso un escarbadientes en la boca y dijo:

-Constante los tira a la derecha.
-Siempre -dijo el presidente del club.
-Pero él sabe que yo sé.
-Entonces estamos jodidos.
-Sí, pero yo sé que él sabe -dijo el Gato.
-Entonces tírate a la izquierda y listo -dijo uno de los que estaban en la mesa.
-No. El sabe que yo sé que él sabe -dijo el Gato Díaz y se levantó para ir a dormir.
-El Gato esta cada vez más raro -dijo el presidente el club cuando lo vio salir pensativo, caminando despacio.

El martes no fue a entrenar y el miércoles tampoco. El jueves, cuando lo encontraron caminando por las vías del tren estaba hablando solo y lo seguía un perro con el rabo cortado.

-¿Lo vas a atajar?- le preguntó, ansioso, el empleado de la bicicletería.

-No sé. ¿Qué me cambia eso?- preguntó.

-Que nos consagramos todos, Gato. Les tocamos el culo a esos maricones de Belgrano.

-Yo me voy consagrar cuando la rubia de Ferreyra me quiera querer -dijo y silbó al perro para volver a su casa.

El viernes, la rubia de Ferreyra esta atendiendo la mercería cuando el intendente del pueblo entró con un ramo de flores y una sonrisa ancha como una sandía abierta.
Esto te lo manda el Gato Díaz y hasta el lunes vos decís que es tu novio.


-Pobre tipo -dijo ella con una mueca y ni miro las flores que habían llegado de Neuquén por el ómnibus de las diez y media.

A la noche fueron juntos al cine. En el entreacto el Gato salió al hall a fumar y la rubia de los Ferreyra se quedó sola en la media luz, con la cartera sobre la falda, leyendo cien veces el programa sin levantar la vista.


El sábado a la tarde el Gato Díaz pidió prestadas dos bicicletas y fueron a pasear a las orillas del río. Al caer la tarde la quiso besar, pero ella dio vuelta la cara y dijo que el domingo a la noche, tal vez, después que atajara el penal, en el baile.

-¿Y yo cómo sé? -dijo él.

-¿Cómo sabés qué?

-Si me tengo que tirar para ese lado.

La rubia Ferreyra lo tomó de la mano y lo llevó hasta donde habían dejado las bicicletas.

-En esta vida nunca se sabe quién engaña a quién -dijo ella.

¿Y si no lo atajo? -preguntó él.

Entonces quiere decir que no me querés -respondió la rubia, y volvieron al pueblo.

El domingo del penal salieron del club veinte camiones cargados de gente, pero la policía los detuvo a la entrada del pueblo y tuvieron que quedarse a un costado de la ruta, esperando bajo el sol. En aquel tiempo y en aquel lugar no había emisoras de radio, ni forma de enterarse de lo que ocurría en una cancha cerrada, de manera que los de Estrella Polar establecieron una posta entre el estadio y la ruta.

El empleado del bicicletero subió a un techo desde donde se veía el arco del Gato Díaz y desde allí narraba lo que ocurría a otro muchacho que había quedado en la vereda que a su vez transmitía a otro que estaba a veinte metros y así hasta que cada detalle llegaba a donde esperaban los hinchas de Estrella Polar.

A las tres de la tarde, los dos equipos salieron a la cancha vestidos como si fueran a jugar un partido en serio. Herminio Silva tenía un uniforme negro, desteñido pero limpio y cuando todos estuvieron reunidos en el centro de la cancha fue derecho hasta donde estaba el Colo Rivero que le había dado el cachetazo el domingo anterior y lo expulsó de la cancha. Todavía no se había inventado la tarjeta roja, y Herminio señala la entrada del túnel con una mano temblorosa de la que colgaba el silbato.

Al fin, la policía sacó a empujones al Colo que quería quedarse a ver el penal. Entonces el arbitro fue hasta el arco con la pelota apretada contra una cadera, contó doce pasos y la puso en su lugar. El Gato Díaz se había peinado a la gomina y la cabeza le brillaba como una cacerola de aluminio.
Nosotros los veíamos desde el paredón que rodeaba la cancha, justo detrás del arco, y cuando se colocó sobre la raya de cal y empezó a frotarse las manos desnudas, empezamos a apostar hacía dónde tiraría Constante Gauna.

En la ruta habían cortado el tránsito y todo el Valle estaba pendiente de ese instante porque hacía diez años que el Deportivo Belgrano no perdía un campeonato. También la policía quería saber, así que dejaron que la cadena de relatores se organizara a lo largo de tres kilómetros y las noticias llegaban de boca en boca apenas espaciadas por los sobresaltos de la respiración.


Recién a las tres y media, cuando Herminio Silva consiguió que los dirigentes de los dos clubes, los entrenadores y las fuerzas vivas del pueblo abandonaran la cancha, Constante Gauna se acercó a acomodar la pelota. Era flaco y musculoso y tenía las cejas tan pobladas que parecían cortarle la cara en dos. Había tirado ese penal tantas veces -contó después- que volvería a patearlo a cada instante de su vida, dormido o despierto.

A las cuatro menos cuarto, Herminio Silva se puso a medio camino entre el arco y la pelota, se llevó el silbato a la boca y sopló con todas sus fuerzas. Estaba tan nervioso y el sol le había machacado tanto sobre la nuca, que cuando la pelota salió hacía el arco, el referí sintió que los ojos se reviraban y cayó de espalda echando espuma por la boca. Díaz dio un paso al frente y se tiró a su derecha. La pelota salió dando vueltas hacía el medio del arco y Constante Gauna adivinó enseguida que las piernas del Gato Díaz llegarían justo para desviarla hacia un costado. El gato pensó en el baile de la noche, en la gloria tardía y en que alguien corriera a tirar la pelota al córner porque había quedado picando en el área.

El petiso Mirabelli llegó primero que nadie y la sacó afuera, contra el asombrado, pero el arbitro Herminio Silva no podía verlo porque estaba en el suelo, revolcándose con su epilepsia. Cuando todo Estrella Polar se tiró sobre el Gato Díaz, el juez de línea corrió hacía Herminio Silva con la bandera parada y desde el paredón donde estábamos sentados oímos que gritaba “¡no vale, no vale!”.
La noticia corrió de boca en boca, jubilosa. La atajada del Gato y el desmayo del árbitro. Entonces en la ruta todos abrieron las botellas de vino y empezaron a festejar, aunque el “no vale” llegara balbuceado por los mensajeros como una mueca atónita.

Hasta que Herminio Silva no se puso de pie, desencajado por el ataque, no hubo respuesta definitiva. Lo primero que preguntó fue “qué pasó” y cuando se lo contaron sacudió la cabeza y dijo que había que patear de nuevo porque él no había estado allí y el reglamento decía que el partido no puede jugarse con un árbitro desmayado. Entonces el Gato Díaz apartó a los que querían pegarle al vendedor de rifas de Deportivo Belgrano y dijo que había que apurarse porque esa noche él tenía una cita y una promesa y fue otra vez bajo el arco.

Constante Gauna debía tenerse poca fe, porque le ofreció el tiro a Padini y recién después fue hacía la pelota mientras el juez de línea ayudaba a Herminio Silva a mantenerse parado. Afuera se escuchaban bocinazos de festejo y los jugadores de Estrella Polar empezaron a retirarse de la cancha rodeados por la policía.


El pelotazo salió hacía la izquierda y el Gato Díaz se fue para el mismo lado con una elegancia y una seguridad que nunca más volvió a tener.
Costante Gauna miró al cielo y después se echó a llorar. Nosotros saltamos del paredón y fuimos a mirar de cerca a Díaz, el viejo, el grandote, que miraba la pelota que tenía entre las manos como si hubiera sacado la sortija de la calesita.

Dos años más tarde, cuando él era una ruina y yo un joven insolente, me lo encontré otra vez, a doce pasos de distancia y lo vi inmenso, agazapado en punta de pie, con los dedos abiertos y largos. En una mano llevaba un anillo de matrimonio que no era de la rubia de los Ferreyra sino del hermano del Colo Rivero, que era tan india y tan vieja como él. Evité mirarlo a los ojos y le cambié la pierna; después tiré de zurda, abajo, sabiendo que no llegaría porque estaba un poco duro y le pesaba la gloria. Cuando fui a buscar la pelota dentro del arco, el Gato Díaz estaba levantándose como un perro apaleado.

-Bien, pibe -me dijo-. Algún día, cuando seas viejo, vas a andar contando por ahí que le hiciste un gol al Gato Díaz, pero para entonces ya nadie se va a acordar de mí.


* Osvaldo Soriano (6 de enero de 1943 – 29 de enero de 1997)

sábado, 28 de enero de 2012

Benito




Uno no es por lo que tiene...Ni siquiera por lo que es...Uno es por lo que da
Benito Quinquela Martín (1 de marzo de 1890; 28 de enero de 1977)


viernes, 27 de enero de 2012

La genialidad de Chávez




La genialidad de Chávez

26 Enero 2012
El presidente Chávez presentó ante el Parlamento de Venezuela su informe sobre la actividad realizada en 2011 y el programa a ejecutar en el año actual. Después de cumplir rigurosamente las formalidades que demanda esa importante actividad, habló en la Asamblea a las autoridades oficiales del Estado, a los parlamentarios de todos los partidos, y a los simpatizantes y adversarios que el país reúne en su acto más solemne.

El líder bolivariano fue amable y respetuoso con todos los presentes como es habitual en él. Si alguno le solicitaba el uso de la palabra para alguna aclaración, le concedía de inmediato esa posibilidad. Cuando una parlamentaria, que lo había saludado amablemente igual que otros adversarios, solicitó hablar, interrumpió su informe y le cedió la palabra, en un gesto de gran altura política. Llamó mi atención la dureza extrema con que el Presidente fue increpado con frases que pusieron a prueba su caballerosidad y sangre fría. Aquello constituía una incuestionable ofensa, aunque no fuese la intención de la parlamentaria. Sólo él fue capaz de responder con serenidad al insultante calificativo de “ladrón” que ella utilizó para juzgar la conducta del Presidente por las leyes y medidas adoptadas.

Después de cerciorarse sobre el término exacto empleado, respondió a la solicitud individual de un debate con una frase elegante y sosegada “Águila no caza moscas”, y sin añadir una palabra, prosiguió serenamente su exposición.

Fue una prueba insuperable de mente ágil y autocontrol. Otra mujer, de incuestionable estirpe humilde, con emotivas y profundas palabras expresó el asombro por lo que había visto e hizo estallar el aplauso de la inmensa mayoría allí presente, que por el estampido de los mismos, parecía proceder de todos los amigos y muchos de los adversarios del Presidente.

Más de nueve horas invirtió Chávez en su discurso de rendición de cuentas sin que disminuyera el interés suscitado por sus palabras y, tal vez debido al incidente, fue escuchado por incalculable número de personas. Para mí, que muchas veces abordé arduos problemas en extensos discursos haciendo siempre el máximo esfuerzo para que las ideas que deseaba trasmitir se comprendieran, no alcanzo a explicarme cómo aquel soldado de modesto origen era capaz de mantener con su mente ágil y su inigualable talento tal despliegue oratorio sin perder su voz ni disminuir su fuerza.

La política para mí es el combate amplio y resuelto de las ideas. La publicidad es tarea de los publicistas, que tal vez conocen las técnicas para hacer que los oyentes, espectadores y lectores hagan lo que se les dice. Si tal ciencia, arte o como le llamen, se empleara para el bien de los seres humanos, merecerían algún respeto; el mismo que merecen quienes enseñan a las personas el hábito de pensar.

En el escenario de Venezuela se libra hoy un gran combate. Los enemigos internos y externos de la revolución prefieren el caos, como afirma Chávez, antes que el desarrollo justo, ordenado y pacífico del país. Acostumbrado a analizar los hechos ocurridos durante más de medio siglo, y de observar cada vez con mayores elementos de juicio la azarosa historia de nuestro tiempo y el comportamiento humano, uno aprende casi a predecir el desarrollo futuro de los acontecimientos.

Promover una Revolución profunda no era tarea fácil en Venezuela, un país de gloriosa historia, pero inmensamente rico en recursos de vital necesidad para las potencias imperialistas que han trazado y aún trazan pautas en el mundo.

Líderes políticos al estilo de Rómulo Betancourt y Carlos Andrés Pérez, carecían de cualidades personales mínimas para realizar esa tarea. El primero era además, excesivamente vanidoso e hipócrita. Oportunidades tuvo de sobra para conocer la realidad venezolana. En su juventud había sido miembro del Buró Político del Partido Comunista de Costa Rica. Conocía muy bien la historia de América Latina y el papel del imperialismo, los índices de pobreza y el saqueo despiadado de los recursos naturales del continente. No podía ignorar que en un país inmensamente rico como Venezuela, la mayoría del pueblo vivía en extrema pobreza. Los materiales fílmicos están en los archivos y constituyen pruebas irrebatibles de aquellas realidades.

Como tantas veces ha explicado Chávez, Venezuela durante más de medio siglo fue el mayor exportador de petróleo en el mundo; buques de guerra europeos y yankis a principios del siglo XX intervinieron para apoyar un gobierno ilegal y tiránico que entregó el país a los monopolios extranjeros. Es bien conocido que incalculables fondos salieron para engrosar el patrimonio de los monopolios y de la propia oligarquía venezolana.

A mí me basta recordar que cuando visité por primera vez a Venezuela, después del triunfo de la Revolución, para agradecer su simpatía y apoyo a nuestra lucha, el  petróleo valía apenas dos dólares el barril.

Cuando viajé después para asistir a la toma de posesión de Chávez, el día que juró sobre la “moribunda Constitución” que sostenía Calderas, el petróleo valía 7 dólares el barril, a pesar de los 40 años transcurridos desde la primera visita y casi 30 desde que el “benemérito” Richard Nixon había declarado que el canje metálico del dólar dejaba de existir y Estados Unidos comenzó a comprar el mundo con papeles. Durante un siglo la nación fue suministradora de combustible barato a la economía del imperio y exportadora neta de capital a los países desarrollados y ricos.

¿Por qué predominaron durante más de un siglo estas repugnantes realidades?

Los oficiales de las Fuerzas Armadas de América Latina tenían sus escuelas privilegiadas en Estados Unidos, donde los campeones olímpicos de las democracias los educaban en cursos especiales destinados a preservar el orden imperialista y burgués. Los golpes de Estado serían bienvenidos siempre que estuvieran destinados a “defender las democracias”, preservar y garantizar tan repugnante orden, en alianza con las oligarquías; si los electores sabían o no leer y escribir, si tenían o no viviendas, empleo, servicios médicos y educación, eso carecía de importancia siempre que el sagrado derecho a la propiedad fuese sostenido. Chávez explica esas realidades magistralmente. Nadie conoce como él lo que ocurría en nuestros países.

Lo que era todavía peor, el carácter sofisticado de las armas, la complejidad en la explotación y el uso del armamento moderno que requiere años de aprendizaje, y la formación de especialistas altamente calificados, el precio casi inaccesible de las mismas para las economías débiles del continente, creaba un mecanismo superior de subordinación y dependencia. El Gobierno de Estados Unidos a través de mecanismos que ni siquiera consultan a los gobiernos, traza pautas y determina políticas para los militares. Las técnicas más sofisticadas de torturas se trasmitían a los llamados cuerpos de seguridad para interrogar a los que se rebelaban contra el inmundo y repugnante sistema de hambre y explotación.

A pesar de eso, no pocos oficiales honestos, hastiados por tantas desvergüenzas, intentaron valientemente erradicar aquella bochornosa traición a la historia de nuestras luchas por la independencia.

En Argentina, Juan Domingo Perón, oficial del Ejército, fue capaz de diseñar una política independiente y de raíz obrera en su país. Un sangriento golpe militar lo derrocó, lo expulsó de su país, y lo mantuvo exiliado desde 1955 hasta 1973. Años más tarde, bajo la égida de los yankis, asaltaron de nuevo el poder, asesinaron, torturaron y desaparecieron a decenas de miles de argentinos, y no fueron siquiera capaces de defender el país en la guerra colonial contra Argentina que Inglaterra llevó a cabo con el apoyo cómplice de Estados Unidos y el esbirro Augusto Pinochet, con su cohorte de oficiales fascistas formados en la Escuela de las Américas.

En Santo Domingo, el Coronel Francisco Caamaño Deñó; en Perú, el General Velazco Alvarado; en Panamá, el General Omar Torrijos; y en otros países capitanes y oficiales que sacrificaron sus vidas anónimamente, fueron las antítesis de las conductas traidoras personificadas en Somoza, Trujillo, Stroessner y las sanguinarias tiranías de Uruguay, El Salvador y otros países de Centro y Sur América. Los militares revolucionarios no expresaban puntos de vista teóricamente elaborados en detalles, y nadie tenía derecho a exigírselos, porque no eran académicos educados en política, sino hombres con sentido del honor que amaban su país.

Sin embargo, hay que ver hasta donde son capaces de llegar por los senderos de la revolución hombres de tendencia honesta, que repudian la injusticia y el crimen.

Venezuela constituye un brillante ejemplo del rol teórico y práctico que los militares revolucionarios pueden desempeñar en la lucha por la independencia de nuestros pueblos, como ya lo hicieron hace dos siglos bajo la genial dirección de Simón Bolívar.

Chávez, un militar venezolano de humilde origen, irrumpe en la vida política de Venezuela inspirado en las ideas del libertador de América. Sobre Bolívar, fuente inagotable de inspiración, Martí escribió: “ganó batallas sublimes con soldados descalzos y medio desnudos [...] jamás se peleó tanto, ni se peleó mejor, en el mundo por la libertad…”

“… de Bolívar -dijo- se puede hablar con una montaña por tribuna  [...] o con un manojo de pueblos libres en el puño…”

“… lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy; porque Bolívar tiene que hacer en América todavía.”

Más de medio siglo después el insigne y laureado poeta Pablo Neruda escribió sobre Bolívar un poema que Chávez repite con frecuencia. En su estrofa final expresa:

“Yo conocí a Bolívar una mañana larga,

en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,

Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?

Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:

‘Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo’.”

Pero el líder bolivariano no se limita a la elaboración teórica. Sus medidas concretas no se hacen esperar. Los países caribeños de habla inglesa, a los que modernos y lujosos buques cruceros yankis le disputaban el derecho a recibir turistas en sus hoteles, restaurantes y centros de recreación, no pocas veces de propiedad extranjera pero que al menos generaban empleo, agradecerán siempre a Venezuela el combustible suministrado por ese país con facilidades especiales de pago, cuando el barril alcanzó precios que a veces superaban los 100 dólares.

El pequeño Estado de Nicaragua, patria de Sandino, “General de Hombres Libres”, donde la Agencia Central de Inteligencia a través de Luis Posada Carriles, después de ser rescatado de una prisión venezolana, organizó el intercambio de armas por drogas que costó miles de vidas y mutilados a ese heroico pueblo, también ha recibido el apoyo solidario de Venezuela. Son ejemplos sin precedentes en la historia de este hemisferio.

El ruinoso Acuerdo de Libre Comercio que los yankis pretenden imponer a la América Latina, como hizo con México, convertiría los países latinoamericanos y caribeños no solo en la región del mundo donde peor está distribuida la riqueza, que ya lo es,  sino también en un gigantesco mercado donde hasta el maíz y otros alimentos que son fuentes históricas de proteína vegetal y animal serían desplazados por los cultivos subsidiados de Estados Unidos, como ya está ocurriendo en territorio mexicano.

Los automóviles de uso y otros bienes desplazan a los de la industria mexicana; tanto las ciudades como los campos pierden su capacidad de empleo, el comercio de drogas y armas crece, jóvenes casi adolescentes con apenas 14 ó 15 años, en número creciente, son convertidos en temibles delincuentes. Jamás se vio que ómnibus u otros vehículos repletos de personas, que incluso pagaron para ser transportados al otro lado de la frontera en busca de empleo, fuesen secuestrados y eliminados masivamente. Las cifras conocidas crecen de año en año. Más de 10 mil personas están perdiendo ya la vida cada año.

No es posible analizar la Revolución Bolivariana sin tomar en cuenta estas realidades.

Las fuerzas armadas, en tales circunstancias sociales, se ven forzadas a interminables y desgastadoras guerras.

Honduras no es un país industrializado, financiero o comercial, ni siquiera gran productor de drogas, sin embargo algunas de sus ciudades rompen el record de muertos por violencia a causa de las drogas. Allí se yergue en cambio el estandarte de una importante base de las fuerzas estratégicas del Comando Sur de Estados Unidos. Lo que allí ocurre y está ocurriendo ya en más de un país latinoamericano es el dantesco cuadro señalado, de los cuales algunos países, han comenzado a salir. Entre ellos, y en primer lugar Venezuela, pero no solo porque posee cuantiosos recursos naturales, sino porque los rescató de la avaricia insaciable de las transnacionales extranjeras y ha desatado considerables fuerzas políticas y sociales capaces de alcanzar grandes logros. La Venezuela de hoy es otra muy distinta a la que conocí hace solo 12 años, y ya entonces me impresionó profundamente, al ver que como ave Fénix resurgía de sus históricas cenizas.

Aludiendo a la misteriosa computadora de Raúl Reyes, en manos de Estados Unidos y la CIA, a partir del ataque organizado y suministrado por ellos en pleno territorio ecuatoriano, que asesinó al sustituto de Marulanda y a varios jóvenes latinoamericanos desarmados, han lanzado la versión de que Chávez apoyaba la “organización narco-terrorista de las FARC”. Los verdaderos terroristas y narcotraficantes en Colombia han sido los paramilitares que le suministraban a los traficantes norteamericanos las drogas, que se venden en el mayor mercado de estupefacientes del mundo: Estados Unidos.

Nunca hablé con Marulanda, pero sí con escritores e intelectuales honrados que llegaron a conocerlo bien. Analicé sus pensamientos e historia. Era sin dudas un hombre valiente y revolucionario, lo cual no vacilo en afirmar. Expliqué que no coincidía con él en su concepción táctica. A mi juicio, dos o tres mil hombres habrían sido más que suficientes para derrotar en el territorio de Colombia a un ejército regular convencional. Su error era concebir un ejército revolucionario armado con casi tantos soldados como el adversario. Eso era sumamente costoso y virtualmente imposible de manejar.

Hoy la tecnología ha cambiado muchos aspectos de la guerra; las formas de lucha también cambian. De hecho el enfrentamiento de las fuerzas convencionales, entre potencias que poseen el arma nuclear, se ha tornado imposible. No hay que poseer los conocimientos de Albert Einstein, Stephen Hawking y miles de otros científicos para comprenderlo. Es un peligro latente y el resultado se conoce o se debiera conocer. Los seres pensantes podrían tardar millones de años en volver a poblar el planeta.

A pesar de todo, sostengo el deber de luchar, que es algo de por sí innato en el hombre, buscar soluciones que le permitan una existencia más razonada y digna.

Desde que conocí a Chávez, ya en la presidencia de Venezuela, desde la etapa final del gobierno de Pastrana, siempre lo vi interesado por la paz en Colombia, y facilitó las reuniones entre el gobierno y los revolucionarios colombianos que tuvieron por sede a Cuba, entiéndase bien, para un acuerdo verdadero de paz y no una rendición.

No recuerdo haber escuchado nunca a Chávez promover en Colombia otra cosa que no fuera la paz, ni tampoco mencionar a Raúl Reyes. Siempre abordábamos otros temas. Él aprecia particularmente a los colombianos; millones de ellos viven en Venezuela y todos se benefician con las medidas sociales adoptadas por la Revolución, y el pueblo de Colombia lo aprecia casi tanto como el de Venezuela.

Deseo expresar mi solidaridad y estima al General Henry Rangel Silva, Jefe del Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas, y recién designado Ministro para la Defensa de la República Bolivariana. Tuve el honor de conocerlo cuando en meses ya distantes visitó a Chávez en Cuba. Pude apreciar en él un hombre inteligente y sano, capaz y a la vez modesto. Escuché su discurso sereno, valiente y claro, que inspiraba confianza.

Dirigió la organización del desfile militar más perfecto que he visto de una fuerza militar latinoamericana, que esperamos sirva de aliento y ejemplo a otros ejércitos hermanos.

Los yankis nada tienen que ver con ese desfile y no serían capaces de hacerlo mejor.

Es sumamente injusto criticar a Chávez por los recursos invertidos en las excelentes armas que allí se exhibieron. Estoy seguro de que jamás se utilizarán para agredir a un país hermano. Las armas, los recursos y los conocimientos deberán marchar por los senderos de la unidad para formar en América, como soñó El Libertador, “…la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria”.

Todo nos une más que a Europa o a los propios Estados Unidos, excepto la falta de independencia que nos han impuesto durante 200 años.

Fidel Castro Ruz
Enero 25 de 2012
8 y 32 p.m.


leído y copiado de AQUI

jueves, 26 de enero de 2012

Informe Rattenbach



Ex combatientes destacaron la decisión de hacer público el “Informe Rattembach”
El Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) La Plata, destacó la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de desclasificar el “Informe Rattembach” sobre el accionar de las fuerzas armadas durante la guerra de Malvinas, en 1982.

“Compartimos las declaraciones de la Presidenta cuando señaló que `la historia demuestra claramente que aquello no fue la decisión del pueblo argentino sino una decisión de una junta desesperada por tapar una realidad que había sido destapada por un grupo de mujeres de pañuelo blanco que buscaban a sus hijos y a sus nietos´”, dijeron en un comunicado desde el CECIM La Plata.

Resaltaron que “el informe Rattembach denuncia la decisión de la dictadura, presidida por (Leopoldo Fortunato) Galtieri, de recuperar las Islas Malvinas por la vía de las armas: `como una aventura militar´”.

“También en dicho documento se aplica la derogada ley de justicia militar y condenaba a Galtieri a la pena de muerte por traición a la patria”, aseguraron.

Recordaron que “el informe fue publicado por primera vez en 1988 por nuestra organización, lo que desencadenó un gran malestar entre la Fuerzas Armadas que pugnaban por mantener en secreto todo lo actuado en 1982”.

Este miércoles, la Presidenta anunció la creación de una comisión que proceda a la apertura y al conocimiento público del "Informe Rattenbach", la investigación hecha por el Ejército sobre las acciones en el teatro de operaciones de las Islas Malvinas.

Sacado de Aqui

domingo, 22 de enero de 2012

Un día de enero.




El 22 de enero de 1944, en el Luna Park, se realiza un festival en beneficio de los damnificados por el terremoto en la provincia de San Juan. Al mismo asiste el ascendente coronel Juan Domingo Perón, quien ya ocupa un destacado lugar en la política nacional. Eva logra que se lo presenten. A partir de entonces no se han de separar hasta la muerte de ella.

sábado, 21 de enero de 2012

¿Suma jugar al Perogrullo?




Nunca me gusto el futbol; poco fue -a lo largo de mi vida- lo que pude entender de las pasiones que despierta en mis compatriotas el universo de ese deporte; pero se ha tornado innecesario  -hoy por hoy- que me preocupe por entenderlo, ya que el deporte de la nación es desde hace un tiempito otro muy distinto; los entusiasmos futbolísticos son por esta época relegados por una nueva disciplina, miles, millones de adeptos ha logrado el ejercicio del Perogrullo...
A diferencia del futbol, el Perogrullo ha captado inmediatamente el interés tanto de hombres como de mujeres (que en conjunto son la enorme mayoría de nuestra población) todos y todas pasan largas horas pendientes de las ultimas novedades de los perogrulladores mas afamados, eclosionan favoritos,  estilos, corrientes y por supuesto, bandos de perogrullantes y fanáticos del Perogrullo; el Perogrullo amateur se difunde rápidamente por escuelas, oficinas, talleres, almuerzos, cenas entremeses, gallineros, calabozos y cualquier esquina de esas en las que dobla el viento y se cruzan los atajos.
Con una prístina sencillez los genitores de truismos proponen a nuestra mirada el más variado colorido de obviedades, tautologias, frases improcedentes, comentarios sin la más remota pertinencia, y otras especias que condimentan estratégicas mentiras que quedan disimuladas en el monstruoso aluvión de verdades a medias y certezas fatuas.
Tal es así que a la vuelta de mis vacaciones (sol y viento de San Juan como para hacer dulce) me encuentro con una marejada de tintas y cometarios 2.0 sobre “la minería” muchos de los mas afamados perogrulleros de la patria se abocan a jugar en esta extensa e imbricada cancha; bien por ellos...
Pero el Perogrullo es una disciplina lúdica, un juego; el problema es que este juego amenaza reemplazar al debate político, que antes que de semi verdades o semirespuestas se alimenta de preguntas, de preguntas complejas que en su mayoría no tienen respuestas sencillas, o directamente carecen de ellas.
Para ejemplos nos preguntamos:
Las “enormes riquezas del país” ¿existen si no se las explota?
El desarrollo económico que provee la industria minera ¿con que se reemplazaría si decimos “no a la mina”.
Las regiones que no pueden producir otra cosa que mineral ¿deben ser condenadas al hambre o a la desaparición, o a la eterna languidescencia que prometen los sombreritos y los anteojos negros del turismo?
¿Es más valiosa el agua que se usa en las minas que las miríadas de millones de litros de agua que se exportan en forma de soja?
Aquí, desde la ciudad que se enriquece de todas y cada una de las explotaciones, industrias, comercios e intercambios de país ¿nos sentimos con derecho de negarles a las provincias el uso de sus recursos naturales, solo por que desde nuestras confiterías y cafés creemos que podemos encontrarles mejores utilidades?
Cuando nos propusimos un proyecto de país con trabajo, producción, con verdadera distribución federal de dignidades ¿Qué creímos, que tejiendo al crochet íbamos a industrializar la nación; que haciendo collares de mostacillas, mermeladas y conservas regionales podríamos llevar empleo de calidad, infraestructura económica y movilidad social positiva a todos los rincones de nuestra patria?
¿En que momento la asamblea de 200 vecinos paso a ser mas representativa de las necesidades de una región, que una lista de 9000 postulantes a emplearse en la industria extractiva? (hojaldre, que esto no quiere ser chicana, son preguntas sinceras)
Y en tren de preguntas sinceras: ¿Cuál tendría que ser la discusión con respecto al tema de la minería y que no termine siendo como el famoso tema de la lechería -con el que jetoneaba el desdentado asambleísta y ruralista de Gualeguaychu- que nunca nadie se digno explicar cual era “el problema” (mas allá de la manía de volcarla en la ruta)
No se mucho de minería, tampoco de agricultura, no pretendo jugarla de geólogo, ni veterinario, ni siquiera de conocedor del comercio o la industria; considero que ninguno de esos saberes es indispensable para hacer preguntas en política, ya que si así fuera tendríamos que dejarla definitivamente en manos de los especialistas, sabihondos, conocedores… si, técnicos.
Entonces: para jugar al Perogrullo cada jugador juega según su parecer, pero para el debate político rogamos que cuando se le ocurra a alguien dar de baja de plano alguna industria, de esas que bancan la economía de regiones enteras por lo menos que explique concretamente como planea reemplazar el derecho a una vida digna de los habitantes; y que condiciones cree reunir para suponer que tiene mejores credenciales  para gobernar que los gobernadores elegidos por cifras muy superiores al 50% de los votos.  
¿Qué creemos que va a pasar? cuando junto al cartelito de NO A LA MINERIA; colguemos otros tales que:
NO A LA SOJA (que contamina con glifosato)
NO A LOS BANCOS (que saquean nuestra economía)
NO A LAS FABRICAS (que contaminan nuestro aire)
NO AL COMERCIO (que nos aliena)
NO A LOS BOMBEROS (que se usan toda el agua)
NO A LAS DUCHAS (que ídem)
NO AL SEXO (que genera superpoblacion)

La cuestión (cree este reflexioandor amateur) es hacerse preguntas, muchas, las correctas y las incorrectas, hacérselas todas.
Cuenta el compañero Norberto Galasso en una de sus charlas, que cierta vez en al que tuvo ocasión de entrevistarse con Don Arturo Jauretche, le llevo su inquietud (arengada por esos tiempos por el partido socialista) sobre el tema del divorcio, clarificadora nos parece la respuesta que Don Arturo le planto al joven Galasso, explicándole que esas inquietudes son producto del desconocimiento de las necesidades del país de verdad; que en ese pais el divorcio estaba lejos de ser un tema, con un altísimo promedio de niños anotados con el apellido materno, donde los padres (peones golondrina) tenían pocas o nulas posibilidades de formas una familia –muy lejos de plantearse disolverla-
De los contras –amigos- no espero nada, pero a quienes se rasgaron las vestiduras y se propusieron como los superchango del gobierno popular, les ruego que empecemos a hacernos las preguntas, como el viejo Jauretche las correctas, como el joven Galasso la incorrectas, pero hacérselas todas, para (emulando a estos enormes patriotas) sumar a esta construcción que es nuestra patria grande con algo mas firme que mero Perogrullo.

Fernando Luis
La Peñaloza Bs. As.

viernes, 20 de enero de 2012

Malvinas


Mas claro echale agua.



Choreado de la edicion del Pahina 12 de HOY


jueves, 19 de enero de 2012

ADAGIO EN MI PAÍS





ADAGIO EN MI PAÍS
 
En mi país, que tristeza,
la pobreza y el rencor.
Dice mi padre que ya llegará
desde el fondo del tiempo otro tiempo
y me dice que el sol brillará
sobre un pueblo que él sueña
labrando su verde solar.
En mi país que tristeza,
la pobreza y el rencor.

Tú no pediste la guerra,
madre tierra, yo lo sé.
Dice mi padre que un solo traidor
puede con mil valientes;
él siente que el pueblo, en su inmenso dolor,
hoy se niega a beber en la fuente
clara del honor.
Tú no pediste la guerra,
madre tierra, yo lo sé.

En mi país somos duros:
el futuro lo dirá.
Canta mi pueblo una canción de paz.
Detrás de cada puerta
está alerta mi pueblo;
y ya nadie podrá
silenciar su canción
y mañana también cantará.
En mi país somos duros:
el futuro lo dirá.

En mi país, que tibieza,
cuando empieza a amanecer.
Dice mi pueblo que puede leer
en su mano de obrero el destino
y que no hay adivino ni rey
que le pueda marcar el camino
que va a recorrer.
En mi país, que tibieza,
cuando empieza a amanecer.

CORO:
En mi país somos miles y miles
de lágrimas y de fusiles,
un puño y un canto vibrante,
una llama encendida, un gigante
que grita: ¡Adelante... Adelante!


Letra de Alfredo Zitarrosa
Musica de Alfredo Zitarrosa
 
Alfredo Zitarrosa (10 de marzo de 1936, Montevideo, Uruguay - 17 de enero de 1989, en la misma ciudad)

miércoles, 18 de enero de 2012

¿Alguien conoce de algún pueblo que se haya peleado con otro por la música?

"Bueno, no voy a decir que soy un tipo lindo. La napia siempre me anduvo delante de los pies, el mentón tirando a prominente y al ver las fotos uno comprende el paso de los años. Aunque ni los años ni la fealdad me preocuparon nunca. Cuando me inicié en esto de darle voz al tango no era necesario ser un galancete; por el contrario, entonces se apreciaba el porte de varón. Tampoco digo que por ser fiero uno es más macho o mejor cantor. Eso lo desmiente el único que las tuvo todas, Carlos Gardel. Después de él, cada uno se defendió como pudo. Hoy me veo y pienso que detrás de cada arruga hay una historia, entonces la vida no es una herida absurda para quien se abrió camino en el mundo de la noche. Y el tango es parte de la noche, tiene la armonía del solitario, del que busca desesperado una compañía o compartir un sueño. La noche es una forma de vivir, la gente de la noche es más amplia, no está tan apurada, es más sincera. Contra lo que dicen muchos –que en la noche se pierden las ganas de luchar por la vida–, yo pienso que es al revés. Por la noche la gente disfruta el esfuerzo de esa lucha diaria.
Ahora miro de nuevo las fotografías y creo que he vivido con coherencia. Suena extraño este concepto. Antes nadie dudaba de que se debía ir de frente. No significaba una virtud especial, ni ser decente era una cosa notable, era lo que todo hombre debía ser. Hoy día, parece un tipo fuera de lo común aquel que encara las cosas de la vida con honestidad. Cuando los años van echando plomo en los hombros uno no puede evitar recordar otras épocas. Era bueno aquello de andar por los pueblitos guitarra en mano, recorrer el país de una punta a la otra. Ha sido un largo camino y he sido fiel a un estilo y a una idea de ser. Podría agregar que un hombre es la resultante de sus actos y que la cara es el espejo del alma de ese hombre. En casa siempre hubo música. Me lo decía mi padre y lo digo yo ahora: la música es un punto de reunión. ¿Alguien conoce de algún pueblo que se haya peleado con otro por la música? Al contrario, la música ha unido a la gente, ha roto fronteras. No hay idioma que pueda comparársele. Usted pone en un lugar cualquiera a cinco tipos que hablan cinco idiomas diferentes y la música los comunica a todos, los hace sentirse bien. Por eso estudié música. Pero yo no soy cantor de tangos solamente: yo soy cantor de todo lo nacional. Me importan más los textos que la música. Me importa interpretar los textos, aun con distintos estados de ánimo, porque uno nunca es el mismo, ni lo son sus humores, sus estados emocionales. Alguna vez se dijo que yo era el último payador argentino y yo sé que eso es una figura alegórica pero también sé que es cierto porque yo canto cosas sureñas, estilos, canciones, valses, tangos. Sí, creo que soy casi un payador. El argentino al que no le gusta la música y no le gustan ni el tango ni el folclore no tiene derecho a sentirse argentino. Por eso el tango no morirá, porque es como si se muriera un país. El tango es como la ópera. Es vivo, no sólo aquí sino en muchos países del mundo. Es el espíritu de todo un país, de su gente y de sus cosas transformado en música y letra. Tuve muchos amigos de toda clase y con todos me llevé bien. Pero a todos los trato de usted. Músicos, poetas o quien sea. Yo soy así. Desde que me hice cargo de El Viejo Almacén casi no me muevo de la ciudad, salvo en el verano cuando me traslado a Mar del Plata. Mi vida transcurre aquí y mi trabajo se divide entre este boliche histórico y el estudio, porque nunca se es viejo para aprender."

[Retrato autobiográfico firmado por Edmundo Rivero (8 de junio de 1911 - 18 de enero de 1986)  ]

martes, 17 de enero de 2012

LA RESISTENCIA OBRERA Y PERONISTA LIBRA UNA DE SUS MAS GLORIOSAS JORNADAS.





 En enero de 1959, luego de una heroica ocupación y varios días de huelga general, se consumó la privatización del frigorífico de la Ciudad de Buenos Aires, que permitía al Estado controlar la comercialización y exportación de la carne. El fri ...gorífico Lisandro de la Torre fue una empresa de faenado bovino fundada en 1923, ubicada en el barrio de Mataderos , por el entonces presidente Marcelo Torcuato de Alvear. A partir del año 1925 se registro un gran aumento en las inversiones extranjeras provenientes de los Estados Unidos. Esta "invasión" repentina de capitales estadounidenses provoco una competencia con los capitales ingleses. El presidente Marcelo T. de Alvear creó un frigorífico nacional, así intentaba mediar el estado nacional en la disputa entre los hegemonicos ingleses y los recien llegados de USA. Era el frigorífico más grande de América Latina. Llegando a emplear a 10 mil obreros. Había sido nacionalizado por Perón y transferido a la municipalidad de la Capital. Se faenaban un millón y medio de kilos de carne vacuna por día, además de ovina y porcina. Gracias a sus dimensiones, el Estado regulaba a todos los demás, fundamentalmente las grandes empresas inglesas y yanquis como el Swift y el Armour, y permitía recuperar una gran cantidad de divisas provenientes de su cuota de exportación, a la vez que fijaba el precio al consumo interno. El 1 de mayo de 1958 asume el gobierno Arturo Frondizi permaneciendo el Peronismo proscripto, quien mediante un programa de «racionalización» como se denominaban los ajustes en aquellos años, continuó la obra desnacionalizadora iniciada por la fusiladora en 1955. Por medio de la ley de privatización, sancionada el 14 de enero de 1959, incluye al frigorifico para vendérselo a la Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP). La reacción de los obreros del frigorífico ante el peligro de despidos no se hizo esperar. Los nueve mil obreros ocuparon el establecimiento, para evitar la venta. El 15 de enero empezó la toma. Cuando la conducción del sindicato volvió de una entrevista con Frondizi en Olivos, se ratificó la medida en una asamblea masiva. La toma se convirtió en movilización popular, con las familias de los trabajadores y los vecinos. Muchos comercios y pequeñas industrias de Mataderos y Lugano se solidarizaron con los huelguistas, paralizando sus actividades. Dos horas después de tomado el frigorífico, decenas de miles de personas rodean la planta. Durante toda la jornada fue el centro organizador: estudiantes, vecinos, familiares y comerciantes. En el portón colgaba un cartel: “En defensa del patrimonio nacional”. En la madrugada del 17 de enero, 1.500 efectivos armados, de la Policía Federal, Gendarmería y el Ejército, con el apoyo de tanques, se lanzaron sobre el frigorífico. En un violentísimo ataque destruyeron la puerta y lograron desocuparlo. Uno de los recursos fundamentales que tenían previsto los ocupantes para hacer frente a la represión falló. Un grupo de obreros estaba preparado para largar la hacienda acumulada si entraban a desalojarlos. Llegado el momento, los animales se movieron poco y nada, y se entretuvieron pastando en los canteros de la planta. Los dirigentes fueron presos. Cinco mil trabajadores quedarían despedidos. Durante varios días hay enfrentamientos en Mataderos. Se libran pequeños pero encarnizados combates propios de una insurrección urbana. La conducción sindical peronista dirigía la CGT, desde las 62 Organizaciones. Ante la ofensiva de Frondizi, la Mesa de las 62 Organizaciones Peronistas decidió, a propuesta del metalúrgico Vandor, lanzar la huelga general por tiempo indefinido a partir del domingo 18 de enero La mayor parte de los dirigentes cayó preso de inmediato. Los detenidos suman 400 obreros junto a sus dirigentes, entre ellos Vandor, Amado Olmos y John William Cooke, y nuevos militantes como Susana Valle y Felipe Vallese. En forma heroica , de todos modos la clase obrera protagonizó una de sus mayores huelgas generales. En la industria la paralización fue total. En el transporte, el gobierno debió recurrir a suboficiales del ejército y la Marina para conducir algunos vehículos. Parte importante del comercio adhirió. Los barrios de Mataderos, el bajo Flores, Villa Luro y Lugano fueron prácticamente tomados por los obreros durante cuatro o cinco días. Berisso, Ensenada y Dock Sud, zona de grandes frigoríficos, fueron ocupados por fuerzas militares para quebrar la respuesta obrera. El día 20, los dirigentes de las 62 que no estaban presos decidieron el fin de la huelga. Según ellos se había “fracasado”, por la represión. Algunos gremios chicos exhortaron a seguir. Todavía el 22 pocas fábricas trabajaban, y en Rosario y Avellaneda, centros del activismo más combativo, recién se levantó el 24. A lo largo de todo el mes estallan bombas por todas partes: en el domicilio de Rogelio Frigerio, en comités de la UCRI , en las vías de los ferrocarriles Belgrano, Mitre y Sarmiento, en el Servicio de Informaciones de Estados Unidos, en la ciudad de la La Plata. Los caños se colocan afuera de domicilios, locales partidarios, objetivos económicos, lugares de producción, pozos de petróleo, tanques de combustible, líneas férreas. La ocupación del Frigorífico Lisandro de la Torre y la huelga general de enero de 1959 fueron uno de los grandes picos de la Resistencia Peronista del Movimiento Obrero Argentino.


Gracias compañero Mariano Rodolfo Martín

viernes, 13 de enero de 2012

Reflexiones de Fidel: La paz mundial pende de un hilo

Ayer tuve el gusto de conversar sosegadamente con Mahmoud Ahmadinejad. No lo había visto desde septiembre del 2006, hacía más de cinco años, cuando visitó nuestra Patria para participar en la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados que tuvo lugar en La Habana, donde se eligió por segunda vez a Cuba como Presidente de esa organización por el tiempo establecido de tres años.
Yo había enfermado gravemente el 26 de julio de 2006, mes y medio antes de la misma y apenas podía sentarme en la cama. Varios de los más distinguidos líderes que asistían al evento tuvieron la amabilidad de visitarme. Chávez y Evo lo hicieron más de una vez. Un mediodía lo hicieron cuatro a los que siempre recuerdo: Kofi Annan, Secretario General de la ONU; un viejo amigo, Abdelaziz Buteflika, Presidente de Argelia; Mahmoud Ahmadinejad, Presidente de Irán; y un Viceministro de Relaciones Exteriores del gobierno de China y actual Canciller de ese país, Yang Jiechi, en representación del líder del Partido Comunista y Presidente de la República Popular China, Hu Jintao. Fue realmente un momento de importancia para mí que con gran esfuerzo reeducaba la mano derecha que había sufrido un serio accidente en la caída en Santa Clara.
Con los cuatro comenté aspectos de los problemas que el mundo afrontaba en aquellos instantes. Estos, ciertamente, se han ido tornando cada vez más complejos.
En el encuentro de ayer observé al Presidente iraní absolutamente sosegado y tranquilo, indiferente por completo a las amenazas yankis, confiado en la capacidad de su pueblo para enfrentar cualquier agresión y en la eficacia de las armas, que en gran parte producen ellos mismos, para ocasionar a los agresores un precio impagable.
En realidad del tema bélico apenas habló, su mente se concentraba en las ideas expuestas en la conferencia impartida en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, centrada en la lucha por el ser humano: “caminar hacia llegar y lograr la paz, la seguridad, el respeto y la dignidad humana como un deseo de todos los seres humanos a lo largo y ancho de la historia.”
Estoy seguro de que, por parte de Irán, no deben esperarse acciones irreflexivas que contribuyan al estallido de una guerra. Si esta inevitablemente se desata, será fruto exclusivo del aventurismo y la irresponsabilidad congénita del imperio yanki.
Pienso por mi parte que la situación política creada en torno a Irán y los riesgos de una guerra nuclear que de ella emanan y a todos involucra -posean o no tales armas-, son sumamente delicados porque amenazan la propia existencia de nuestra especie. El Oriente Medio se ha convertido en la región más conflictiva del mundo, y el área donde se generan los recursos energéticos vitales para la economía del planeta.
El poder destructivo y los sufrimientos masivos que originaban algunos de los medios utilizados en la Segunda Guerra Mundial motivaron una fuerte tendencia a prohibir algunas armas como los gases asfixiantes y otras empleadas en aquella guerra. Sin embargo, las pugnas de intereses y las enormes ganancias de los productores de armas los llevó a la confección de armamentos más crueles y destructivos, hasta que la tecnología moderna aportó el material y los medios cuyo empleo en una guerra mundial conducía al exterminio.
Sostengo el criterio, sin dudas compartido por todas las personas con un sentido elemental de responsabilidad, de que ningún país grande o pequeño tiene el derecho a poseer armas nucleares.
Nunca estas debieron usarse para atacar dos ciudades indefensas como Hiroshima y Nagasaki, asesinando e irradiando con horribles y duraderos efectos a cientos de miles de hombres, mujeres y niños, en un país que ya estaba militarmente vencido.
Si el fascismo obligaba a las potencias coaligadas contra el nazismo a competir con ese enemigo de la humanidad en la fabricación de tal arma, finalizada la guerra y creada ya la Organización de Naciones Unidas, el primer deber de esa organización era prohibir tal arma sin excepción alguna.
Pero Estados Unidos, la potencia más poderosa y rica, impuso al resto del mundo la línea a seguir. Hoy posee cientos de satélites que espían y vigilan desde el espacio a todos los habitantes del planeta. Sus fuerzas navales, aéreas y terrestres están equipadas con miles de armas nucleares, manejan a su antojo, a través del Fondo Monetario Internacional, las finanzas y las inversiones del mundo.
Si se analiza la historia de cada una de las naciones de América Latina, desde México hasta la Patagonia, pasando por Santo Domingo y Haití, podrá observarse que todas, sin una sola excepción han sufrido durante doscientos años, desde los inicios del siglo XIX hasta hoy, y de una u otra forma están sufriendo cada vez más los peores crímenes que el poderío y la fuerza pueden cometer contra el derecho de los pueblos. Escritores brillantes surgen en creciente número: uno de ellos, Eduardo Galeano, autor de “Las venas abiertas de América Latina”, que describe lo anterior, acaba de ser invitado a inaugurar el prestigioso Premio Casa de Las Américas, como un reconocimiento a su relevante obra.
Los acontecimientos se suceden con increíble rapidez; pero la tecnología los transmite al público de forma aún más rápida. Un día cualquiera, como el de hoy, noticias importantes se suceden con extraordinario ritmo. Un despacho cablegráfico fechado ayer 11, recoge la siguiente noticia textual: “La presidencia danesa de la Unión Europea afirmó el miércoles que una nueva serie de sanciones europeas más severas contra Irán se decidirá el 23 de enero en razón de su programa nuclear, apuntando no sólo el sector petrolero sino también al banco central.
“‘Iremos más lejos a la vez en lo que se refiere a las sanciones petroleras y contra las estructuras financieras’” dijo el jefe de la diplomacia danesa Villy Soevndal, durante un encuentro con la prensa extranjera. Puede apreciarse con claridad que, a fin de impedir la proliferación nuclear, Israel puede acumular cientos de ojivas nucleares mientras Irán no puede producir uranio enriquecido al 20%.
Otra noticia sobre el tema, de una conocida y experta agencia informativa británica refiere que: “China no dio señales el miércoles de ceder terreno a las demandas de Estados Unidos de que reduzca sus compras de petróleo iraní y consideró un exceso las sanciones de Washington contra Teherán…”.
Cualquiera se asombraría de la tranquilidad con que Estados Unidos y la civilizada Europa promueven esta campaña con una pasmosa y sistemática práctica terrorista. Baste estas líneas trasmitidas por otra importante agencia europea de noticias: “El asesinato, el miércoles, de un responsable de la planta nuclear de Natanz, en el centro de Irán, cuenta tres precedentes desde enero de 2010.”
El 12 de enero de ese año: “Un físico nuclear internacionalmente reconocido, Masud Alí Mohamadi, profesor en la universidad de Teherán y que trabajaba para los Guardianes de la Revolución, murió en la explosión de una moto bomba delante de su domicilio…”.
“29 de noviembre de 2010: Majid Shahriari, fundador de la Sociedad nuclear de Irán y ‘encargado de uno de los grandes proyectos de la Organización iraní de la energía atómica’ [...] fue muerto en Teherán por la explosión de una bomba magnética fijada a su automóvil.
“El mismo día, otro físico nuclear, Fereydoun Abasi Davani, fue objeto de un atentado en condiciones idénticas cuando estacionaba su coche delante de la universidad Shahid Beheshti en Teherán, donde los dos hombres eran profesores.” -Fue solo herido.
“23 de julio de 2011: El científico Dariush Rezainejad, que trabajaba en proyectos del ministerio de la Defensa, fue muerto a balazos por desconocidos que se desplazaban en una moto en Teherán.”
“11 de enero de 2012: -es decir, el mismo día en que Ahmadinejad viajaba de Nicaragua a Cuba, para dar su conferencia en la Universidad de La Habana- El científico Mostafa Ahmadi Roshan, que trabajaba en la planta de Natanz, de la cual era vice-director para los asuntos comerciales, murió en la explosión de una bomba magnética colocada sobre su automóvil, cerca de la universidad Allameh Tabatabai, al este de Teherán”. Como en años anteriores “Irán acusó nuevamente a Estados Unidos e Israel.”
Se trata de una carnicería selectiva de brillantes científicos iraníes sistemáticamente asesinados. He leído artículos de conocidos simpatizantes de Israel que hablan de crímenes realizados por sus servicios de inteligencia, en cooperación con los de Estados Unidos y la OTAN, como algo normal.
Al mismo tiempo, desde Moscú las agencias informan que “Rusia advirtió hoy que en Siria está madurando un escenario similar al de Libia, pero alertó que está vez el ataque vendrá desde la vecina Turquía.
“El Secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, sostuvo que Occidente desea ‘castigar a Damasco no tanto por la represión a la oposición sino por su renuencia a interrumpir su alianza con Teherán’.”
“…en su opinión, en Siria está madurando un escenario como el de Libia, pero en esta oportunidad, las fuerzas de ataque no vendrán de Francia, Gran Bretaña e Italia sino de Turquía’.”
“Incluso, se atrevió a adelantar que ‘es posible que Washington y Ankara están ya definiendo varias opciones de zonas de exclusión de vuelo, donde ejércitos armados de rebeldes sirios podrían ser entrenados y concentrados’.”
Las noticias no solo proceden de Irán y el Oriente Medio, sino también de otros puntos del Asia Central próximos al Oriente Medio. Las mismas nos permiten apreciar la complejidad de los problemas que pueden derivarse de esa peligrosa zona.
Estados Unidos ha sido conducido por su contradictoria y absurda política imperial a problemas serios en países como Pakistán, cuyas fronteras con otro importante Estado, Afganistán, fueron trazadas por los colonialistas sin tomar en cuenta cultura ni etnias.
En este último país, que durante siglos defendió su independencia frente al colonialismo inglés, la producción de drogas se ha multiplicado desde la invasión yanki, y los soldados europeos apoyados por los aviones sin piloto y armamento sofisticado de Estados Unidos cometen bochornosas matanzas que incrementan el odio de la población y alejan las posibilidades de paz. Eso y otras inmundicias también se reflejan en los despachos de las agencias occidentales de noticias.
“WASHINGTON, 12 Enero 2012 – El secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta, calificó este jueves de ‘absolutamente lamentable’ el comportamiento de cuatro hombres presentados como marines norteamericanos orinando sobre cadáveres en Afganistán en un video difundido por internet.
“He visto las imágenes y encuentro el comportamiento (de esos hombres) absolutamente lamentable…”
“‘Este comportamiento es totalmente inapropiado de parte de miembros del ejército estadounidense y no refleja en ningún caso los criterios y los valores que nuestras fuerzas armadas juran respetar’…”
En realidad ni lo afirma ni lo niega. Cualquiera puede quedarse con la duda y posiblemente el mismo Secretario de Defensa.
Pero también resulta extremadamente inhumano, que hombres, mujeres y niños, o un combatiente afgano que lucha contra la ocupación extranjera, sea asesinado por las bombas de los aviones sin piloto. Algo también muy grave: decenas de soldados y oficiales pakistaníes, que cuidaban las fronteras del país, han sido destrozados por esas bombas.
En declaraciones del propio Karzai, Presidente de Afganistán, este expresó que el ultraje a los cadáveres era “’simplemente inhumano’, y pidió al gobierno estadounidense que ‘aplique el castigo más severo a quien sea, que acabe siendo condenado por este crimen’.”
Portavoces de los talibanes declararon que “‘en los diez últimos años se dieron centenares de actos similares que no fueron revelados’…”
Uno incluso siente lástima por aquellos soldados, separados de familiares y amigos, a miles de kilómetros de su propia patria, enviados a luchar en países que ni siquiera tal vez oyeron mencionar como escolares, donde les asignan la tarea de matar o morir para enriquecer a empresas transnacionales, fabricantes de armas y políticos inescrupulosos, que dilapidan cada año los fondos que se necesitan para la alimentación y la educación de los incontables millones de hambrientos y analfabetos en el mundo.
No pocos de esos soldados, víctimas de los traumas sufridos, terminan privándose de la vida.
¿Acaso exagero cuando afirmo que la paz mundial pende de un hilo?
Fidel Castro Ruz
Enero 12 de 2012

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