martes, 17 de enero de 2012

LA RESISTENCIA OBRERA Y PERONISTA LIBRA UNA DE SUS MAS GLORIOSAS JORNADAS.





 En enero de 1959, luego de una heroica ocupación y varios días de huelga general, se consumó la privatización del frigorífico de la Ciudad de Buenos Aires, que permitía al Estado controlar la comercialización y exportación de la carne. El fri ...gorífico Lisandro de la Torre fue una empresa de faenado bovino fundada en 1923, ubicada en el barrio de Mataderos , por el entonces presidente Marcelo Torcuato de Alvear. A partir del año 1925 se registro un gran aumento en las inversiones extranjeras provenientes de los Estados Unidos. Esta "invasión" repentina de capitales estadounidenses provoco una competencia con los capitales ingleses. El presidente Marcelo T. de Alvear creó un frigorífico nacional, así intentaba mediar el estado nacional en la disputa entre los hegemonicos ingleses y los recien llegados de USA. Era el frigorífico más grande de América Latina. Llegando a emplear a 10 mil obreros. Había sido nacionalizado por Perón y transferido a la municipalidad de la Capital. Se faenaban un millón y medio de kilos de carne vacuna por día, además de ovina y porcina. Gracias a sus dimensiones, el Estado regulaba a todos los demás, fundamentalmente las grandes empresas inglesas y yanquis como el Swift y el Armour, y permitía recuperar una gran cantidad de divisas provenientes de su cuota de exportación, a la vez que fijaba el precio al consumo interno. El 1 de mayo de 1958 asume el gobierno Arturo Frondizi permaneciendo el Peronismo proscripto, quien mediante un programa de «racionalización» como se denominaban los ajustes en aquellos años, continuó la obra desnacionalizadora iniciada por la fusiladora en 1955. Por medio de la ley de privatización, sancionada el 14 de enero de 1959, incluye al frigorifico para vendérselo a la Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP). La reacción de los obreros del frigorífico ante el peligro de despidos no se hizo esperar. Los nueve mil obreros ocuparon el establecimiento, para evitar la venta. El 15 de enero empezó la toma. Cuando la conducción del sindicato volvió de una entrevista con Frondizi en Olivos, se ratificó la medida en una asamblea masiva. La toma se convirtió en movilización popular, con las familias de los trabajadores y los vecinos. Muchos comercios y pequeñas industrias de Mataderos y Lugano se solidarizaron con los huelguistas, paralizando sus actividades. Dos horas después de tomado el frigorífico, decenas de miles de personas rodean la planta. Durante toda la jornada fue el centro organizador: estudiantes, vecinos, familiares y comerciantes. En el portón colgaba un cartel: “En defensa del patrimonio nacional”. En la madrugada del 17 de enero, 1.500 efectivos armados, de la Policía Federal, Gendarmería y el Ejército, con el apoyo de tanques, se lanzaron sobre el frigorífico. En un violentísimo ataque destruyeron la puerta y lograron desocuparlo. Uno de los recursos fundamentales que tenían previsto los ocupantes para hacer frente a la represión falló. Un grupo de obreros estaba preparado para largar la hacienda acumulada si entraban a desalojarlos. Llegado el momento, los animales se movieron poco y nada, y se entretuvieron pastando en los canteros de la planta. Los dirigentes fueron presos. Cinco mil trabajadores quedarían despedidos. Durante varios días hay enfrentamientos en Mataderos. Se libran pequeños pero encarnizados combates propios de una insurrección urbana. La conducción sindical peronista dirigía la CGT, desde las 62 Organizaciones. Ante la ofensiva de Frondizi, la Mesa de las 62 Organizaciones Peronistas decidió, a propuesta del metalúrgico Vandor, lanzar la huelga general por tiempo indefinido a partir del domingo 18 de enero La mayor parte de los dirigentes cayó preso de inmediato. Los detenidos suman 400 obreros junto a sus dirigentes, entre ellos Vandor, Amado Olmos y John William Cooke, y nuevos militantes como Susana Valle y Felipe Vallese. En forma heroica , de todos modos la clase obrera protagonizó una de sus mayores huelgas generales. En la industria la paralización fue total. En el transporte, el gobierno debió recurrir a suboficiales del ejército y la Marina para conducir algunos vehículos. Parte importante del comercio adhirió. Los barrios de Mataderos, el bajo Flores, Villa Luro y Lugano fueron prácticamente tomados por los obreros durante cuatro o cinco días. Berisso, Ensenada y Dock Sud, zona de grandes frigoríficos, fueron ocupados por fuerzas militares para quebrar la respuesta obrera. El día 20, los dirigentes de las 62 que no estaban presos decidieron el fin de la huelga. Según ellos se había “fracasado”, por la represión. Algunos gremios chicos exhortaron a seguir. Todavía el 22 pocas fábricas trabajaban, y en Rosario y Avellaneda, centros del activismo más combativo, recién se levantó el 24. A lo largo de todo el mes estallan bombas por todas partes: en el domicilio de Rogelio Frigerio, en comités de la UCRI , en las vías de los ferrocarriles Belgrano, Mitre y Sarmiento, en el Servicio de Informaciones de Estados Unidos, en la ciudad de la La Plata. Los caños se colocan afuera de domicilios, locales partidarios, objetivos económicos, lugares de producción, pozos de petróleo, tanques de combustible, líneas férreas. La ocupación del Frigorífico Lisandro de la Torre y la huelga general de enero de 1959 fueron uno de los grandes picos de la Resistencia Peronista del Movimiento Obrero Argentino.


Gracias compañero Mariano Rodolfo Martín

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