NANAS DE LA CEBOLLA
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.
*Miguel Hernández
* Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, 30 de octubre de 1910 – Alicante,
28 de marzo de 1942)
Al estallar la Guerra Civil,
Miguel Hernández se alista en el bando republicano. Hernández figura en el 5º
Regimiento y pasa a otras unidades en los frentes de la batalla de Teruel,
Andalucía y Extremadura. En plena guerra, logra escapar brevemente a Orihuela para
casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que
marchar al frente de Jaén. En el verano de 1937 asistió al II Congreso
Internacional de Escritores Antifascistas celebrado en Madrid y Valencia, y más
tarde viajó a la Unión Soviética en representación del gobierno de la
República, de donde regresó en octubre para escribir el drama Pastor de la
muerte y numerosos poemas recogidos más tarde en su obra El hombre acecha. En
diciembre de 1937 nace su primer hijo, Manuel Ramón, que muere a los pocos
meses y a quien está dedicado el poema Hijo de la luz y de la sombra y otros
recogidos en el Cancionero y romancero de ausencias, y en enero de 1939 nace el
segundo, Manuel Miguel, a quien dedicó las famosas Nanas de la cebolla.Escribe
un nuevo libro: Viento del pueblo. Destinado a la 6ª división, pasa a Madrid.
Prisión y muerte
En abril, el general Francisco
Franco declaró concluida la guerra y se había terminado de imprimir en Valencia
El hombre acecha. Aún sin encuadernar, una comisión depuradora franquista,
presidida por el filólogo Joaquín de Entrambasaguas, ordenó la destrucción
completa de la edición. Sin embargo, dos ejemplares que se salvaron permitieron
reeditar el libro en 1981.
Su amigo Cossío se ofreció a
acoger al poeta en Tudanca, pero este decidió volver a Orihuela. Pero en
Orihuela corría mucho riesgo, por lo que decidió irse a Sevilla pasando por
Córdoba, con la intención de cruzar la frontera de Portugal por Huelva. La
policía de Salazar lo entregó a la Guardia Civil.
Cuando está en prisión, su mujer
Josefina Manresa, le envía una carta mencionando que sólo tenían pan y cebolla
para comer; el poeta compone en respuesta las Nanas de la cebolla.2 Desde la
cárcel de Sevilla lo trasladaron al penal de la calle Torrijos en Madrid (hoy
calle del Conde de Peñalver), de donde, gracias a las gestiones que realizó
Pablo Neruda ante un cardenal, salió en libertad inesperadamente, sin ser
procesado, en septiembre de 1939. Vuelto a Orihuela, fue delatado y detenido y
ya en la prisión de la plaza del Conde de Toreno en Madrid, fue juzgado y
condenado a muerte en marzo de 1940. Cossío y otros intelectuales amigos, entre
ellos Luis Almarcha Hernández, amigo de la juventud y vicario general de la
Diócesis de Orihuela (posteriormente obispo de León en 1944), intercedieron por
él, conmutándosele la pena de muerte por la de treinta años. Pasó a la prisión
de Palencia en septiembre de 1940 y en noviembre al Penal de Ocaña (Toledo). En
1941, fue trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde compartió
celda con Buero Vallejo. Allí enfermó. Padeció primero bronquitis y luego
tifus, que se le complicó con tuberculosis. Falleció en la enfermería de la
prisión alicantina a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo
31 años de edad. Se cuenta que no pudieron cerrarle los ojos, hecho sobre el
que su amigo Vicente Aleixandre compuso un poema. Fue enterrado en el nicho
número mil nueve del cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante, el
30 de marzo.
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