Quiero arrancar con una cita:
Primera Epístola del Apóstol San
Pablo a los CORINTIOS Capitulo 6:12
“Todas las cosas me son lícitas,
mas no todas convienen”
En la realidad política de
nuestro país del año 2012 esta afirmación del apóstol San Pablo (el ciudadano
Saulo de Tarso) parece cobrar un valor profundo.
La Gendarmería, la Prefectura,
los penitenciarios, las Policías, los médicos y enfermeros, los docentes, los
carteros los bomberos son los tipos que aparecían en nuestros libros de lectura
de la primaria, los tan mentados servidores públicos, aparecían en los libros
de lectura que leíamos nosotros, y también en los que leían ellos, desde
niñitos saben -quienes se dedican a cualquiera de estas actividades- que no son
laburantes como cualquier otro, que sobre ellos recaen responsabilidades de un
tenor distinto a las que tiene –por caso- un vendedor de Boutique.
Seria un golpe facilongo (no por
ello menos cierto) concluir que el putapie inicial para que estos servidores
públicos jueguen la carta de mirarse el ombligo antes de cumplir con su deber
la dieron los gremios docentes, un golpe fácil pero uno que no voy a dejar de
dar.
Porque es claro que todos tenemos
derecho a un salario digno, pero no todos podemos jugar al gremialista fatal,
porque sea o no sea lícito es abruptamente inconveniente.
Por lo visto nuestros Gendarmes,
nuestros Prefectos no leyeron con detenimiento sus libros de lectura, o fue
valida aquella frase de que un maestro que protesta también esta enseñando.
Porque estos Gendarmes son en
muchos casos pibitos de 20 y pico de años, de barriadas humildes, de familias
pobres, de escuelas arrasadas por las practicas del neoliberalismo, y también
por las practicas gremiales de quienes se propusieron como sus modelos desde la
mas tierna infancia.
Licito es para todos los partidos
políticos, hacer la lectura que prefieran respecto de estas cuestiones, licito
es pretender que las caceroleadas yomeria de la otra semana, el bardo de la
milicada esta, y la aplicación de la clausula de desinversión el 7D no tiene
relación, pero –señores que son parte de la política en democracia- no es
conveniente, no es conveniente hacerse el boludo cuando se le pretende cortar
las piernas a un poder político democráticamente elegido, el que mas
legitimidad popular tuvo en los últimos 60 años, con una burda seguidilla de
desplantes corporativos.
Es licito también, para los
compañeros, ante estas agresiones y politiquería bastarda la respuesta emotiva,
la llana puteada, la calentura de ver a estos tipos que durante los años de
saqueo cobraban por reprimir laburantes ahora devenidos en reclamantes de
cuestiones salariales; licito es el enojo pero –queridos compañeros- dista
mucho de ser conveniente, dista mucho de convenir a alguien que perdamos de
vista que nuestra meta no es ganar discusiones sino lograr construir una
nación, con todos, con los que nos gustan y con los que no; para todos, para
los compañeros y para los contras.
Lo que no es licito, ni
conveniente, ni nada es plantearse romper un país solo porque no pueden hacer
la acumulación política para ganar una elección, destruir una democracia para
evitarse desinvertir en un par de empresas.
Lo que no es licito ni conveniente
es soñar con otro 1955.
Lo que si es conveniente, es
justipreciar estas infelicidades en lo que son, darles la bola que corresponde
(ni un gramo mas) y seguir laburando como siempre, que las excusas para parar
existen siempre, y solo nuestra voluntad nos transforma en pueblo y nos permite
transformar.
FernandoLuis
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