¿Acumular
poder… o construir organización…?
El manual básico de la política nos dice que
para llevar adelante un Proyecto político (cualesquiera que sea este), lo
primero que debemos hacer es crear una
estructura organizativa (cualesquiera que sea esta), a los fines de que todos
aquellos que potencialmente o en la práctica, adhieren o apoyan ese proyecto se
den una forma organizativa que les permita: por un lado, hacer más eficiente la
propia acción política, y por el otro y simultáneamente, ir ampliando la base de
sustentación de esa estructura organizativa a los fines de poder consolidar el
Proyecto.
Durante los
años de la segunda década infame (menemato), surgió otra forma de
“construcción” política (que es la destrucción de la política), consistente en
reducir la política a una “simple puja de poder” dónde el vale todo aparece
como elemento aglutinante. Esta práctica no es novedosa, fue la utilizada por
los viejos “lomos negros”, esos conservadores rancios y añejos, que les
heredaron al radicalismo tal práctica. En nuestra Provincia, el radicalismo de
Angeloz primero, y de Mestre después son un claro ejemplo del fenómeno, y
llevaron tal práctica hasta sus últimas consecuencias. Ambos pudieron
mantenerse al frente de la provincia en base a los “acuerdos” (tranzas), que
tenían con el mujaidín* riojano, quien mantenía una suerte de guerra santa
contra su “compañero” De la Sota. De hecho, sólo cuando ese primer acuerdo fue
roto y se produjo el “arreglo” entre ellos, el gallego pudo ganar la provincia.
Y lo hizo repitiendo esa vieja práctica de la política conservadora de los
“lomos negros” cordobeses, o sea: repartiendo “regalitos” que sólo sirven para
cambiar la vida de la gente uno, dos o algunos días más.
La puja de
poder se da estrictamente en términos económicos. La política pierde su esencia
que es la confrontación de ideas para ser una simple confrontación económica
dónde sin lugar a dudas triunfará quien más grande tenga el bolsillo. El
“clientelismo” político, hijo dilecto de esta construcción, reduce la acción
política al reparto de bienes o “beneficios”. Mientras tanto, la dirigencia de
“esa forma de hacer política”, aumenta su patrimonio a costilla de los
“vueltos” que se va quedando en tales repartos. Allí pareciera radicar el poder
sostenido por los parásitos convertidos en “dirigentes” políticos. Para quienes
provienen del Peronismo esta forma artera de “hacer política” es doblemente
cuestionable y execrable, pues, como dijera nuestro General “La política no es
para nosotros un fin, sino sólo el medio para el bien de la Patria que es la
felicidad de sus hijos y la grandeza nacional".
Para quienes
integramos La Peñaloza, hacer política es generar conciencia en los ciudadanos,
de tal manera que esta toma de conciencia devenga en políticas de estado que
consoliden derechos. Asi de clarito y así de simple. La conquista del poder
sólo tiene sentido posible – para nosotros -, en cuanto la misma se dé en y
desde, esta visión, que no es ni más ni menos que la que nos legaran los
grandes hacedores de la Patria.
Desde
nuestro nacimiento como Agrupación convocamos a todos aquellos que aunque sea
mínimamente, apoyaban el Proyecto Nacional y Popular conducido primero por
Néstor y luego por Cristina. Algunos se acercaron y algunos no. Algunos quizás
siguen manteniendo esa concepción clientelista de la política. Si es así, los
llamamos a la reflexión: el Proyecto que conduce Cristina es incompatible con
esa concepción y si aún conviven (esas formas) es porque aún no se ha
profundizado el cambio de paradigma. Pienselo… y súmense.
La POLITICA
asi, grande, no es un desfile de vanidades, tampoco es una puja para ver quién
la tiene más larga, o quién será candidato a “algo”… la POLITICA es el trabajo
humilde, silencioso y fecundo de quienes aportamos a la construcción de una
sociedad más justa, más igualitaria, más distributiva y más equitativa.
Y si algunos
se van… nosotros seguimos igual. Y en eso repetimos la historia del General
“Chacho” Peñaloza: después de cada batalla y más allá de si ganaba o perdía, al
reagruparse siempre eran más. Con nuestra Agrupación pasa lo mismo. Eso nos
indica que estamos en el buen camino, el de la construcción política, el de la
“organización vence al tiempo”. Ese espacio que el “Chacho” resumiera en
"Naides, más que naides, y menos que naides".
La Peñaloza
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