JOSÉ FRANCISCO DE SAN MARTÍN
(1777 ó 1778 - 1850)
Por Norberto Galasso, de Los
Malditos.
El lector supone seguramente que
si alguien, en nuestra historia, está libre de ser considerado
"maldito" ése debe ser el padre de la Patria. Pues si el Padre de la
Patria ha sido silenciado, excluido, deformado o vaciado, negándolo o presentándolo de un modo distinto a cómo
fue, entonces, ¿de qué Patria estamos hablando?
Sin embargo, parece necesario
reponerlo en su estatua, en su exacta dimensión, reemplazando a la figurita de
Billiken que hasta ahora ha ocupado su lugar.
Podemos señalar algunos rasgos
principales del San Martín que se viene enseñando en los colegios, en base a la
biografía de Mitre, santificada por Levene, Ibáñez, Astolfi y muchos otros, de
la siguiente manera:
1) Nace en Yapeyú, el 25 de febrero
de 1778, de padres españoles. Habla castellano y se sobreentiende que es de
raza blanca. A los cuatro años, pasa a Buenos Aires y luego, a los seis, marcha
con su familia a España, donde ingresa al Real Seminario de Nobles de Madrid y
se supone que allí cursa normalmente la escuela primaria.
2) En 1789, ingresa al regimiento
de Murcia como cadete y allí desarrolla una vida militar que no le debe haber
provocado ninguna vinculación afectiva por España, pues en 1811 -¡veintidós
años después!- regresa a América para enfrentar al ejército español.
3) Este regreso se habría
producido porque, como dice Mitre, "ya había pagado con usura su deuda a
la madre patria acompanándola en sus días de conflicto" o porque sintió
"un llamado de la selva", una atracción "ejercida por las
fuerzas telúricas "desde su Yapeyú natal (En un libro llamado "San
Martín y la tercera invasión inglesa", Juan Bautista Sejean argumenta que
habiendo modelado su carácter y su cultura en España - y con 30 batallas,
siendo ya veterano de guerra en 1811- la única explicación de que regrese,
siendo teniente coronel del Ejército español para enfrentar a los españoles, no
son "las fuerzas telúricas" sino que lo sobornaron en Londres, adonde
arribó después de partir desde Cádiz, rumbo al Plata, en 1811. Esta tesis, no
ha sido debidamente refutada por la Historia Liberal ni por la Historia Social,
vendría a descubrirnos ¡que el Padre de la Patria fue "agente
inglés"!)
4) Lograda la confianza del
gobierno, arma su regimiento de Granaderos a Caballo, recurriendo a los mejores
hijos de la "gente decente" porteña.
5) Con esa fuerza militar,
derrota a los españoles en San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, liberando a
las Provincias Unidas de la dominación hispánica. Se supone, según dice la
canción patriótica, que en ese combate enarbolaba bandera argentina: "y en
San Lorenzo, tremoló triunfal".
6) Luego de un breve período al
mando del Ejército del Norte, consigue que lo nombren gobernador de Cuyo para
preparar allí su fuerza militar. Es un argentino tan generoso que después de
liberar a su patria ansía darle la libertad a dos países hermanos: Chile y
Perú. Para levantar 'ese ejército argentino recurre a las joyas donadas generosamente
por las familias adineradas de Cuyo y al aporte que le brinda la clase
aristocrática porteña.
7) En 1816, San Martín se habría
vuelto monárquico pues apoya el proyecto del rey Inca, presentado por Belgrano
al Congreso de Tucumán.
8) En enero de 1817, concreta la
gesta de cruzar la cordillera (se da a entender que nadie la cruzó antes) para
liberar al país hermano. Se supone que lo hizo enarbolando bandera argentina
porque así lo indica la Marcha de la Bandera: "... la cima de los Andes
escaló".
9) Los chilenos, derrotados en
1814 en Rancagua, se encontraban dominados nuevamente y no sabían que hacer,
salvo esperar a San Martín, quien triunfa en Chacabuco, pierde en Cancha Rayada
y luego vuelve a triunfar en Maipú, consiguiendo la libertad de Chile, pero la
generosidad argentina es tal que se niega a gobernar y le cede el poder a un
chileno: O'Higgins.
10) En 1819, dado que las
montoneras de Ramírez y López, amenazaban a Bs As, pretendiendo imponerle su
"barbarie', el Director Supremo le reclama a San Martín que venga con su
ejército a defender a la ciudad puerto. San Martín aduce dificultades, su
enfermedad, etc. y no regresa. Finalmente, se va a Chile a proseguir su
campaña. Vicente Fidel López afirma que San Martín podía no regresar -renunciando
o desertando- pero no podía "robarle" el ejército a los argentinos y
a su gobierno legal llevándoselo a Chile.
11) Muy enfermo, gravísimo, cruza
en camilla la cordillera. Es un argentino tan obcecado y tan generoso que
quiere liberar otro país y poco después se va al Perú, se supondría que
enarbolando bandera argentina, pues todo lo hace con el Ejército de los Andes,
que se supone financiado por las Provincias Unidas.
12) En Perú, desarrolla una
táctica asombrosa que le permite engañar a todos y evitando grandes batallas,
ingresa a Lima, donde declara la libertad de todo el Perú, otro país "de
indios", "negros", liberado por los argentinos.
13) Se supone que así habría
seguido liberando pueblos -enfrentando al ejército español en el cual había
peleado 22 años- pero quiso la mala fortuna que en su camino se cruzara
Bolívar, un venezolano astuto, ambicioso, que como señala Mitre, respondía al
proyecto colombiano de la expansión sobre toda América del Sur, quien le roba
la gloria de continuar con su seguidilla de victorias. San Martín, porque era
un Santo de la Espada, como señaló Ricardo Rojas, le dio una lección moral al
retirarse de Guayaquil, yéndose a Chile, sacrificando sus laureles militares
para evitar recelos con el venezolano.
14) De Chile, se vino a Mendoza.
Allí estuvo un tiempo y no se llegó a Buenos Aires donde agonizaba Remedios de
Escalada, "su esposa y amiga", como él escribiría luego en su lápida,
quizás porque no se dio cuenta de la gravedad de la enfermedad que la aquejaba.
Pasó luego a Buenos Aires y no quiso manchar su espada con sangre de hermanos,
por lo cual decidió marcharse a Europa llevándose a su hija, para educar-la.
15) Quedó allá en Europa, salvo
un viaje realizado en 1828, donde llegó al Río de la Plata pero no quiso desembarcar
por que comprendió que la anarquía (en general, provocada por los caudillos
"bárbaros e incivilizados") reinaba en su patria.
16) Ya estaba viejo y medio
chocho, cuando en 1839, al producirse el bloqueo francés, le escribió a Rosas
ofreciéndole sus servicios. De la misma manera, cuando la ateroesclerosis ya lo
dominaba, en 1845, volvió a apoyar a Rosas y además le legó su espada, suceso
sólo explicable debido a una reacción sentimental ante quien se enfrentaba a
los invasores de su patria lejana, pero que no por ello dejaba de ser un tirano
sanguinario.
17) Muere poco después,
provocando gran dolor a sus amigos, preferentemente liberales, quienes se
encargarán luego de traer sus restos, que son colocados en la Catedral de
Buenos Aires.
18) Este guerrero que otorgó la
libertad a tres países, también escribió unas máximas para su hija que sirven a
todos los niños para educarse en los altos valores morales que necesita la
patria para que las instituciones funcionen armoniosamente y la Argentina sea un
país civilizado, blanco, respetuoso de tos organismos internacionales de
crédito, cumplidor en sus obligaciones de deuda externa y amigo de los grandes
países, como Estados Unidos. El Instituto Sanmartiniano vela por su memoria.
Pero resulta que existe otro San
Martín, que Mitre no ha tenido en cuenta al escribir su biografía. Veamos:
1) Nace en 1777 ó 1778, sin
conocerse exactamente días y mes, puesto que no se ha encontrado el documento
que constate su nacimiento. Si bien integra la familia de Juan de San Martín,
hoy parece discutible si es hijo legítimo de él y de Gregoria Matorras o es
hijo de Don Diego de Alvear y la india Rosa Guarú, que habría sido entregado
luego al cuidado de los San Martín. En ese caso, Rosa Guarú no sería solo el
ama de cría sino la propia madre. Y también en ese caso, él no sería blanco,
sino mestizo lo cual explicaría su tez bronceada, así como su cabello lacio y
renegrido.
2) Trasladado a España con sus
padres, no concurre al Real Seminario de Nobles, según lo han investigado
varios historiadores españoles ("Vida española del General San
Martín") sino a una escuela común en Málaga donde, al ingresar a los 7
años y abandonarla a los 11, en que se incorpora como cadete al Murcia, no
habría completado el ciclo primario sino que sólo habría aprobado cuarto grado.
3) Desde el ingreso al Murcia, a
los 11 años, hasta su regreso al Río de la Plata, a los 33 años, corren 22 años
de influencia cultural española, que modela el carácter de José Francisco. En
España aprende a leer y a escribir, a relacionarse con amigas, luego a tener su
primera novia, a bailar, a pelear en 30 batallas, a escuchar leyendas, a
adoptar costumbres, etc. Hoy sabemos -lo que no se sabía en época de Mitre- que
ese hombre de 33 años que regresa a su patria natal, "hablando como
gallego" (según testimonio de las memorias de los Oliver Escalada), debía
ser un español hecho y derecho.
4) Entonces, ¿cómo es posible que
ese hombre -nacido en Perú, pero modelada su personalidad en España- vuelva a
América para pelear contra España? Nadie que combate 22 años, en 30 batallas,
por una bandera, puede odiar a esa patria como para regresar a América para
luchar contra ella, según sostiene la historia liberal. Y esto da pie a la
tesis de J. B. Sejean, de que fue sobornado cuando, al salir de Cádiz, pasa a
Londres antes de viajar hacia su tierra natal.
5) Sólo existe una explicación:
que la Revolución de Mayo tuvo inicialmente un carácter más democrático que
separatista. No fue una revolución por odio a España (y escondido amor por los
ingleses) como lo plantea Mitre sino que formó parte de la revolución española
de 1808, y ésta, a su vez, obraba siguiendo el proceso iniciado en Francia en
1789, como lo sostuvo Alberdi. Esto explica lo que ahora se sabe: que French y
Beruti ostentaban estampas con la cara de Fernando VII en los días de Mayo, que
hubiese españoles integrando la Junta de Mayo (Matheu y Larrea), que la Primera
Junta jura por el Rey Fernando que la bandera española flamee en el Fuerte
hasta 1814, que la independencia recién se declare en 1816, a causa de que en
1814 se restablece el absolutismo en España, cuando Fernando VII recupera el
trono para virar fuertemente a la derecha y perseguir a los democráticos y
anula las leyes progresistas dictadas en 1812. Entonces sí se explica que San
Martín venga a continuar en América la lucha por la democracia, iniciada en
Francia en 1789 y en España en 1808, y combata a los españoles absolutistas
mientras en cambio se entiende con los españoles liberales (como ocurrirá en
Perú, con La Serna). También se explica que sólo urja la declaración de la
independencia a partir de 1814 y no antes. Luego. San Martín no es agente
ingles (pues no sólo es enemigo a muerte de Rivadavia, que servía esos
intereses, sino que se ofrece a Rosas y lo apoya, para luchar contra ingleses y
franceses). Pero, si se cae la biografía de Belgrano -de Mitre- porque es
incorrecta la caracterización de la revolución de Mayo y asimismo, también es
incorrecta la biografía de Mitre sobre San Martín, se desmorona la historia
mitrista. Es decir, por efecto dominó se caen Levene', Astolfi, Ibáñez y toda
la historiografía liberal, lo cual es grave. Pero, evidentemente, resultaría
aún más grave que el Padre de' la Patria sea agente inglés.
6) Son muy escasos los aportes en
soldados por parte de la burguesía comercial porteña al regimiento de
granaderos. Se trata más bien de hombres del interior San Martín pide que le
envían 300 guaraníes, desde la zona misionera.
7) No se usó bandera argentina en
el combate de San Lorenzo, pues no existía aún.
8) Levanta el Ejército con el
apoyo de los cuyanos y aplicando expropiaciones. El dinero de las joyas de las
damas mendocinas se remite a Buenos Aires. Buenos Aires sólo ayuda desde agosto
de 1816 hasta enero de 1817. San Martín crea el ejército "de la
nada", aplicando un plan semejante al que pro pugnaba Moreno (Plan de
Operaciones), en 1810.
9) Sólo organizando el país como
monarquía podía obtenerse el reconocimiento de otros países, en momentos en que
volvía a imperar el absolutismo en Europa. En el Congreso de Tucumán, Anchorena
se opone porque Belgrano y San Martín, al evitar a las dinastías europeas,
propugnan el rey inca, que para la plutocracia porteña "es de casta color
chocolate, andrajoso y borracho", según discurso de Anchorena.
10) La bandera argentina tampoco
cruzó los Andes, aunque para esa fecha (1817) ya había sido aprobada por el
Congreso de Tucumán. San Martín enarbola la bandera del Ejército de los Andes
precisamente porque se trata de un ejército aliado argentino-chileno. O'Higgins
y Freire, jefes de columnas, son chilenos, así como gran parte de la tropa se
halla nutrida por chilenos que huyeron después de Rancagua y se alistaron en un
Ejército libertador hispanoamericano, por encima de las fronteras.
11) Precisamente, por esta causa
San Martín no vuelve hacia Buenos Aires y de ahí "su desobediencia'. Su
amigo, Tomás Guido, le advierte que si lo hiciera, todos los soldados chilenos
desertarían de su ejército. San Martín sabe que formó el ejército para una
lucha hispanoamericana. Por eso, renuncia ante sus oficiales en Rancagua, en
abril de 1820 y se hace elegir nuevamente, para reafirmar que ese ejército no
depende de ningún gobierno, que es de "soberanía flotante" (así lo
acepta Levene, en el único libro en que aborda el tema).
12) La campaña al Perú la
financia el gobierno de Chile y ese ejército argentino-chileno, con apoyo de
peruanos, enarbola bandera chilena, porque Chile le ha creado la escuadra, pero
para San Martín es la continuación de una campaña por sobre las fronteras de
las patrias chicas.
13) En el Perú, no se trata de
táctica asombrosa, sino de las buenas relaciones de San Martín, un
hispanoamericano democrático, liberal, con jefes españoles liberales,
democráticos, como La Serna. No es Argentina la que libera al Perú, sino un
ejército de la Patria Grande en Operaciones, semejante al que quiso formar el
Che en Bolivia cuando lo asesinaron. San Martín tenía admiración por Bolívar y
éste, por San Martín. Eran generales de una misma causa. Si Bolívar le robó la
gloria, ¿por qué razón San Martín colgaba un retrato de Bolívar, en su
dormitorio, frente a su cama, durante su estadía en Europa? ¿Era masoquista,
acaso?
14) En Mendoza, le llega una
carta de Estanislao López donde le avisa que si va a Buenos Aires le van a
hacer consejo de Guerra por la desobediencia de 1819. La relación con su mujer
no era tan armónica. En el Perú, el General mantuvo amores con Rosa Campusano.
La familia de los Escalada lo odiaba. El se va a Europa porque su tarea queda
cumplida cuando Bolívar ingresa al Perú y ya está próxima la batalla final:
Ayacucho.
15) Otra razón de su viaje a
Europa es la persecución de Rivadavia quien le intercepta la correspondencia y
le pone un espía en su finca de Mendoza, al tiempo que sus diarios lo hostigan.
En 1825, San Martín, en Londres, lo quiere retar a duelo a Rivadavia. San
Martín y O' Higgins coincidían en que Rivadavia era "innoble persona, malvado"
(Según O' Higgins, era "el más grande criminal que ha nacido en
Sudamérica"). Por eso, San Martín vuelve recién cuando gobierna Dorrego.
Por eso también no desembarca cuando se entera que los rivadavianos han
derrocado, asesinado a Dorrego y están otra vez en poder de la provincia de
Buenos Aires.
16) Ricardo Rojas sostiene, en
"El Santo de la espada", la tesis de que San Martín le envía la
espada a Rosas porque ya se encuentra "anciano y sentimental" (pág.
425), pero dos páginas después reconoce que "conservó hasta las horas
extremas, su lúcida comprensión de los fenómenos sociales" (pág. 427).
17) Ni los gobiernos mitristas de
la segregada Buenos Aires, ni el presidente Mitre ni Sarmiento se ocuparon de
retornar los restos del General. Sólo lo hizo Avellaneda, cuando ya habían
transcurrido 30 años de su muerte.
18) La enseñanza fundamental no
son "las máximas a su hija", acerca de las cuales probablemente nunca
pensó que tendrían difusión y son propias de cualquier padre, sino cuando
sostiene: "Seamos libres y lo de más no importa nada" y cuando señala
la necesidad de La Gran Confederación Latinoamericana, política expresada en el
tratado Perú - Colombia, de 1822. La otra gran lección está dada por su apoyo a
la Confederación ante el bloqueo francés de 1838 y la intromisión de la
escuadra anglofrancesa en el Paraná en 1845 y su acusación a los unitarios pues
"no puedo concebir que haya americanos que por un indigno espíritu de
partido se unan al extranjero para humillar a su patria... Una tal felonía ni
el sepulcro la puede hacer desaparecer".
GALASSO, Norberto. Los Malditos:
Hombres y Mujeres excluidos de la historia oficial de los argentinos. Ediciones
Madres de la Plaza de Mayo, Argentina: Buenos Aires, 2005. Volumen II, p.
154-162.
No hay comentarios:
Publicar un comentario