"Compañeros, hoy como siempre, la bendita fiesta de los trabajadores nos encuentra unidos, de corazón a corazón, en un pueblo dispuesto a dar la vida por PERON y en un PERON dispuesto a dar mil vidas por su pueblo.
Los que creen que nos cansaremos, se
equivocan. Nosotros tenemos cuerda para cien años. Por eso, hoy, el
Día del trabajo, debemos juramentarnos todos los trabajadores para
vencer, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Que para ello nos
sirva de acicate el recuerdo del crimen de Chicago y los miles de
crímenes que se están planteando en sus cercanías.
Hagamos, en nuestro recuerdo, un lugar
para todos los trabajadores que en la historia del mundo han muerto
luchando por la causa del proletariado; hagamos un recuerdo en cada
corazón proletario, en forma de altar, para esos hombres rudos,
valientes e idealistas, que supieron dar la vida por sus compañeros.
Que cada Primero de Mayo sea para
nosotros un altar levantado en cada corazón para revivir la memoria
de los que murieron en defensa de los pueblos, esos héroes anónimos
que nadie recuerda porque han sido abandonados en la lucha anónima
de todos los días. Para ellos, nuestro reconocimiento; para ellos,
el mejor recuerdo de nuestro corazón de hombres de trabajo y de
hombres buenos.
Compañeros: en todas las plazas de la
República se estrechan hoy los brazos musculosos y las manos
callosas de nuestros hermanos trabajadores. Vaya para ellos lo mejor
que tenga mi corazón de argentino y de trabajador, orgulloso de
poderme entremezclar en lo mejor que tiene la patria, su maravilloso
pueblo, que en la lucha de todos los días en los talleres esta
construyendo la grandeza de esta bendita patria.
Para ellos mi abrazo fraternal y amigo;
para ellos mi juramento inquebrantable de que he de morir cien veces
antes que traicionar la causa que ellos han puesto en mis manos y en
mi corazón."
Juan Domingo Perón. 1 de mayo de 1953.
No hay comentarios:
Publicar un comentario