El 4 de agosto de 1976, el cuerpo
del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, fue encontrado al costado de la ruta
38, camino a la capital provincial. La camioneta furgón en la que viajaba dio
varias vueltas antes de que saliera expulsado. Su acompañante, el entonces
vicario episcopal, Arturo Pinto, sufrió numerosos golpes y perdió la
conciencia, pero salvó su vida. Cuando la policía encontró el cuerpo de
Angelelli, estaba llamativamente dispuesto sobre la tierra. Ambos religiosos
regresaban de Chamical, donde unos quince días antes habían sido secuestrados,
torturados y brutalmente asesinados los jóvenes sacerdotes Gabriel Longueville
y Carlos de Dios Murias. El obispo había oficiado la misa del entierro el 22 de
julio y en la camioneta llevaba una valija con documentos recogidos para
esclarecer estos crímenes. Siempre Presente Enrique Angelelli!!!
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