Del muro y texto de la Compañera
Mabel Ordiz
8 de junio de 1870: es sepultado
en Chile.
FELIPE VARELA : "EL QUIJOTE
DE LOS ANDES".
La historia de la lucha por el
poder en la Argentina no es nueva, y en realidad podríamos considerar pioneros
de esa disputa a los valientes caudillos que en muchos casos perdieron la vida
por la causa que defendían, tanto federales como unitarios.
Dentro de este contexto nos
encontramos con una larga lista de nombres que representan cada una de las
posturas políticas, y al mismo demuestran el valor desmedido que siempre
utilizaron por defender sus principios ante el enemigo.
Uno de estos nombres fue Felipe
Varela, que una vez convertido en leyenda de nuestro país, llegó incluso a
servir de inspiración para diversas poesías folclóricas. (a favor y en contra).
Según los expertos, Varela no ha
sido sólo un caudillo, sino que al igual que otros de sus compañeros, tales
como Quiroga, Peñaloza y Ramírez, logró convertirse en un verdadero líder
político del Federalismo, que luchaba intensamente para combatir la
organización nacional basada en el centralismo.
Debido al coraje permanente que
Varela demostró tener siempre en la lucha, sobre todo en lo que respecta a la
resistencia que mantuvo en la región andina por muchos años enfrentando a las
poderosas fuerzas enviadas por el gobierno unitario, durante lo cual el
caudillo se encontraba acompañado por un pequeño ejército; es que comenzaron a
llamarlo "El Quijote de los Andes".
Su valentía y bizarría le valió
el reconocimiento constante de sus superiores, pero sus ideales lo empujaron a
morir en el exilio, lejos de su amada patria.
Este heroico personaje de nuestra
historia nació el 11 de mayo de 1821. en Huaycama, pueblo perteneciente al
departamento de Valle Viejo, en Catamarca.
Según algunos documentos
históricos, el pequeño Felipe pasó sus infancia junto a sus padres, Javier
Varela y de Isabel Rearte, en una casa ubicada en la localidad de Guandacol, en
la provincia de La Rioja. Fue allí donde llevó a cabo sus estudios formales, y
al mismo tiempo se introdujo en el mundo de las armas, teniendo como tutor para
ello a un caudillo riojano cuyo apellido era Castillo.
Decidido a llevar adelante una
vida ligada al ámbito militar y político, a sus 19 años se incorpora al grupo
de caudillos que luchaban en la región contra el ejército enviado por Rosas.
Aquello le valió el destierro, por lo que se refugió en Chile, donde según
relatan muchos historiadores puede haber llegado a conocer a su posterior amigo
y compañero de lucha: el Chacho Peñaloza.
Viviendo en Chile, Felipe Varela
se incorporó inmediatamente al ejército del lugar, el cual abandonó cuando en
1852 se produjo la caída del gobierno de Rosas, ya que fue en ese momento que
regresó a Catamarca.
Varela decidió unirse al ejército
de la Confederación , desenvolviéndose como Teniente Coronel en el regimiento
7° de línea, el cual se había asentado en Río IV, precisamente en la frontera
de los indios.
Durante la decisiva batalla de
Pavón, ocurrida en el mes de septiembre de 1861, Varela luchó bajo las órdenes
de Urquiza, y fue allí donde comenzó a destacarse como uno de los más
aguerridos caudillos de la Confederación. Un año después, Varela se unió al
CHACHO, participando activamente en la rebelión organizada por el caudillo
contra las autoridades nacionales de Buenos Aires. Esto le valió la confianza
del Chacho y se convirtió en uno de sus máximos protegidos. Por ese motivo, ese
mismo año Varela fue designado Jefe de Policía de la provincia de La Rioja.
Al siguiente año, es decir en
1863, se le encomendó a Felipe Varela la difícil misión de invadir Catamarca,
participando de las contiendas conocidas como las batallas de Las Playas y
Lomas Blancas.
No obstante, cuando el 12 de
noviembre de 1863 se produce el sangriento asesinato de Peñaloza, Varela debió
huir de la región, por lo que decidió refugiarse en Entre Ríos, desde donde
nuevamente comenzó a militar bajo las órdenes de Urquiza, pero debe volver al
exilio en Chile.
Poco tiempo pasaría para que
Varela regresara al país, y ello ocurrió precisamente en 1865, cuando llega a
sus oídos el inicio de la Guerra contra el Paraguay, la cual involucró a
Uruguay, Argentina, Brasil, y por supuesto Paraguay, en una lucha sin tregua
causada por las aún vigentes rivalidades coloniales. ( Guerra de la triple
alianza).
Ante la noticia, Felipe Varela
decide volver y servir nuevamente a las órdenes de Urquiza. Pero lo cierto es
que como le sucedió a otros caudillos, Varela no comprendía cuáles eran los
motivos por los cuales debía llevarse adelante una lucha armada contra el
hermano pueblo de Paraguay. Por otra parte, el caudillo no toleraba el hecho de
efectuar una alianza con el Imperio Brasilero, el cual en realidad había sido
siempre un poderoso y ferviente enemigo de los estados del Plata.
Por todo ello, Varela se negó a
participar de esta absurda guerra, y regresó a Chile.
Mientras tanto, en casi toda la
geografía nacional los unitarios habían logrado imponerse frente a los
federales, lo que provocó en cierto modo que Varela decidiera finalmente
convertirse en una suerte de sucesor de el Chacho Peñaloza, convirtiéndose en
los años posteriores en el líder indiscutido del alzamiento de las provincias
andinas contra el gobierno centralista de Mitre.
Fue precisamente a finales del
año 1866, que Varela decidió regresar al país desde la Cordillera de los Andes.
A lo largo de dos años, Felipe Varela mantuvo el noroeste del país en
permanente rebelión, a través del trabajo realizado por sus tropas, que se
encontraban integradas por montoneros argentinos y chilenos. Para ello, contó
con el apoyo incondicional de algunos de los caudillos federales más
importantes de la historia, tales como Videla de Mendoza y los Saá de San Luis.
Fue en ese período que se produjo
la llamada Revolución de los Colorados, considerada como el último alzamiento
del partido federal argentino en el oeste del país. Aquella revolución no sólo
tenía como objetivo liberar a las provincias de los gobiernos centralistas
impuestos por el entonces presidente Mitre, sino también dar por terminada la
Guerra del Paraguay.
En aquella larga batalla, Felipe
Varela fue uno de los principales caudillos, que con su lucha finalmente logró liberar
a tres provincias del poder unitario.
Entre 1867 y 1868 Felipe Varela
se convirtió en el Gobernador de Catamarca, y al mismo tiempo mantuvo su
influencia política en las provincias vecinas de Salta y Jujuy.
Ante la inminente amenaza que la
influencia de Varela provocaba en contra de los intereses de Mitre, éste
decidió enviar a los soldados que se encontraban en Paraguay a perseguir y
luchar contra el caudillo.Así comienza Mitre su despiadada "guerra de
policía".
El 9 de abril de 1867 Varela, con
su arenga de Federación o Muerte, enfrenta a las fuerzas mitristas, conducidas
por Taboada ( siendo derrotado) en El pozo de Vargas : última gran batalla de
una guerra civil enmascarada.
Su fuerza montonera no pudo
contra la potencia casi indestructible del ejército de Mitre poseedor de las
más nuevas y sofisticadas armas importadas.
La fuerza unitaria arremetió con
todo su poderío en la región. Varela ya estaba enfermo de tisis y cada vez
perdía mayor apoyo político, por lo que finalmente debió regresar al exilio
chileno.
El 4 de junio de 1870 moría el
hombre y recién es enterrado en Chile el 8 de junio. Comenzaba la leyenda que
cuenta la historia del : ÚLTIMO MONTONERO.
Sus restos habían sido
repatriados en 1974 y depositados al pie del monumento con que se lo recuerda
en su Catamarca natal. En agosto del 2007, a instancias de la Legislatura de
Catamarca frente al Congreso Nacional, se asciende postmorten al coronel FELIPE
VARELA a GENERAL DE LA NACIÓN.
8 de junio de 1870: es sepultado
en Chile
FELIPE VARELA : "EL QUIJOTE
DE LOS ANDES"
La historia de la lucha por el
poder en la Argentina no es nueva, y en realidad podríamos considerar pioneros de
esa disputa a los valientes caudillos que en muchos casos perdieron la vida por
la causa que defendían, tanto federales como unitarios.
Dentro de este contexto nos
encontramos con una larga lista de nombres que representan cada una de las
posturas políticas, y al mismo demuestran el valor desmedido que siempre
utilizaron por defender sus principios ante el enemigo.
Uno de estos nombres fue Felipe
Varela, que una vez convertido en leyenda de nuestro país, llegó incluso a
servir de inspiración para diversas poesías folclóricas. (a favor y en contra).
Según los expertos, Varela no ha
sido sólo un caudillo, sino que al igual que otros de sus compañeros, tales
como Quiroga, Peñaloza y Ramírez, logró convertirse en un verdadero líder
político del Federalismo, que luchaba intensamente para combatir la
organización nacional basada en el centralismo.
Debido al coraje permanente que
Varela demostró tener siempre en la lucha, sobre todo en lo que respecta a la
resistencia que mantuvo en la región andina por muchos años enfrentando a las
poderosas fuerzas enviadas por el gobierno unitario, durante lo cual el
caudillo se encontraba acompañado por un pequeño ejército; es que comenzaron a
llamarlo "El Quijote de los Andes".
Su valentía y bizarría le valió
el reconocimiento constante de sus superiores, pero sus ideales lo empujaron a
morir en el exilio, lejos de su amada patria.
Este heroico personaje de nuestra
historia nació el 11 de mayo de 1821. en Huaycama, pueblo perteneciente al
departamento de Valle Viejo, en Catamarca.
Según algunos documentos
históricos, el pequeño Felipe pasó sus infancia junto a sus padres, Javier
Varela y de Isabel Rearte, en una casa ubicada en la localidad de Guandacol, en
la provincia de La Rioja. Fue allí donde llevó a cabo sus estudios formales, y
al mismo tiempo se introdujo en el mundo de las armas, teniendo como tutor para
ello a un caudillo riojano cuyo apellido era Castillo.
Decidido a llevar adelante una
vida ligada al ámbito militar y político, a sus 19 años se incorpora al grupo
de caudillos que luchaban en la región contra el ejército enviado por Rosas.
Aquello le valió el destierro, por lo que se refugió en Chile, donde según
relatan muchos historiadores puede haber llegado a conocer a su posterior amigo
y compañero de lucha: el Chacho Peñaloza.
Viviendo en Chile, Felipe Varela
se incorporó inmediatamente al ejército del lugar, el cual abandonó cuando en
1852 se produjo la caída del gobierno de Rosas, ya que fue en ese momento que
regresó a Catamarca.
Varela decidió unirse al ejército
de la Confederación , desenvolviéndose como Teniente Coronel en el regimiento
7° de línea, el cual se había asentado en Río IV, precisamente en la frontera
de los indios.
Durante la decisiva batalla de
Pavón, ocurrida en el mes de septiembre de 1861, Varela luchó bajo las órdenes
de Urquiza, y fue allí donde comenzó a destacarse como uno de los más
aguerridos caudillos de la Confederación. Un año después, Varela se unió al
CHACHO, participando activamente en la rebelión organizada por el caudillo
contra las autoridades nacionales de Buenos Aires. Esto le valió la confianza
del Chacho y se convirtió en uno de sus máximos protegidos. Por ese motivo, ese
mismo año Varela fue designado Jefe de Policía de la provincia de La Rioja.
Al siguiente año, es decir en 1863,
se le encomendó a Felipe Varela la difícil misión de invadir Catamarca,
participando de las contiendas conocidas como las batallas de Las Playas y
Lomas Blancas.
No obstante, cuando el 12 de
noviembre de 1863 se produce el sangriento asesinato de Peñaloza, Varela debió
huir de la región, por lo que decidió refugiarse en Entre Ríos, desde donde
nuevamente comenzó a militar bajo las órdenes de Urquiza, pero debe volver al
exilio en Chile.
Poco tiempo pasaría para que
Varela regresara al país, y ello ocurrió precisamente en 1865, cuando llega a
sus oídos el inicio de la Guerra contra el Paraguay, la cual involucró a
Uruguay, Argentina, Brasil, y por supuesto Paraguay, en una lucha sin tregua
causada por las aún vigentes rivalidades coloniales. ( Guerra de la triple
alianza).
Ante la noticia, Felipe Varela
decide volver y servir nuevamente a las órdenes de Urquiza. Pero lo cierto es
que como le sucedió a otros caudillos, Varela no comprendía cuáles eran los
motivos por los cuales debía llevarse adelante una lucha armada contra el
hermano pueblo de Paraguay. Por otra parte, el caudillo no toleraba el hecho de
efectuar una alianza con el Imperio Brasilero, el cual en realidad había sido
siempre un poderoso y ferviente enemigo de los estados del Plata.
Por todo ello, Varela se negó a
participar de esta absurda guerra, y regresó a Chile.
Mientras tanto, en casi toda la
geografía nacional los unitarios habían logrado imponerse frente a los
federales, lo que provocó en cierto modo que Varela decidiera finalmente convertirse
en una suerte de sucesor de el Chacho Peñaloza, convirtiéndose en los años
posteriores en el líder indiscutido del alzamiento de las provincias andinas
contra el gobierno centralista de Mitre.
Fue precisamente a finales del
año 1866, que Varela decidió regresar al país desde la Cordillera de los Andes.
A lo largo de dos años, Felipe Varela mantuvo el noroeste del país en
permanente rebelión, a través del trabajo realizado por sus tropas, que se
encontraban integradas por montoneros argentinos y chilenos. Para ello, contó
con el apoyo incondicional de algunos de los caudillos federales más
importantes de la historia, tales como Videla de Mendoza y los Saá de San Luis.
Fue en ese período que se produjo
la llamada Revolución de los Colorados, considerada como el último alzamiento
del partido federal argentino en el oeste del país. Aquella revolución no sólo
tenía como objetivo liberar a las provincias de los gobiernos centralistas
impuestos por el entonces presidente Mitre, sino también dar por terminada la
Guerra del Paraguay.
En aquella larga batalla, Felipe
Varela fue uno de los principales caudillos, que con su lucha finalmente logró
liberar a tres provincias del poder unitario.
Entre 1867 y 1868 Felipe Varela
se convirtió en el Gobernador de Catamarca, y al mismo tiempo mantuvo su
influencia política en las provincias vecinas de Salta y Jujuy.
Ante la inminente amenaza que la
influencia de Varela provocaba en contra de los intereses de Mitre, éste
decidió enviar a los soldados que se encontraban en Paraguay a perseguir y
luchar contra el caudillo.Así comienza Mitre su despiadada "guerra de
policía".
El 9 de abril de 1867 Varela, con
su arenga de Federación o Muerte, enfrenta a las fuerzas mitristas, conducidas
por Taboada ( siendo derrotado) en El pozo de Vargas : última gran batalla de
una guerra civil enmascarada.
Su fuerza montonera no pudo contra
la potencia casi indestructible del ejército de Mitre poseedor de las más
nuevas y sofisticadas armas importadas.
La fuerza unitaria arremetió con
todo su poderío en la región. Varela ya estaba enfermo de tisis y cada vez
perdía mayor apoyo político, por lo que finalmente debió regresar al exilio
chileno.
El 4 de junio de 1870 moría el
hombre y recién es enterrado en Chile el 8 de junio. Comenzaba la leyenda que
cuenta la historia del : ÚLTIMO MONTONERO.
Sus restos habían sido
repatriados en 1974 y depositados al pie del monumento con que se lo recuerda
en su Catamarca natal.En agosto del 2007, a instancias de la Legislatura de
Catamarca frente al Congreso Nacional, se asciende postmorten al coronel FELIPE
VARELA a GENERAL DE LA NACIÓN.
Mabel Ordiz
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