La militancia según Don Arturo
Jauretche
Militante es aquel que intenta
transformar el mundo con su ejemplo; sabe que decir lo que se piensa y hacer lo
que dice es el arte mayor de una noble práctica política.
Su proceder está guiado por un
precepto evangélico: luchar por la igualdad entre todos los seres humanos.
Su enorme tarea se inscribe en un
paradigma fraterno: “ningún ciudadano se realiza en una Nación que no se
realiza”.
La cultura de la solidaridad y el
trabajo le marcan el norte de las utopías revolucionarias.
Arrastrando este sublime bagaje,
caerá mil veces; encontrará energía en el servicio a sus semejantes y mil veces
se levantará.
Su paso por la historia sólo está
justificado si es capaz de honrar la vida: defender los derechos
sociales
y políticos de los desposeídos, y sostener a ultranza, poniendo el
cuerpo si es preciso, una inquebrantable lealtad con el pueblo que le da su
aliento.
Se apega a los principios éticos que hacen
mejores a todos los humanos y ejerce las conductas morales escritas en la
conciencia colectiva. Por eso el militante sólo existe como héroe colectivo; no
puede expresarse como individuo sino dentro de LA MILITANCIA.
Hoy, cachuza, desperdigada y
diezmada, esa tropa obstinada en escribir día a día la historia argentina
vuelve a encontrar un rumbo y una esperanza. Hacen frente a un enemigo
implacable: “la raza maldita de los explotadores” y sus mandaderos: los que
tienen, siéndolo o no, “alma de oligarcas”.
Para defender el sueño de una
patria justa, libre y soberana, soldados incansables de la igualdad, la
libertad y la democracia alimentarán la llama inextinguible de nuestra pasión
argentina.
El aluvión de la militancia
popular se levantará otra vez como el batallón escogido de un ejército
invencible: el de la clase trabajadora argentina.
Arturo Jauretche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario