La intendencia...

Petulancia y/o pedantería propia en principio; encandilamiento o celo ajeno no pocas veces; hacen que la elección de nuestra ciudad sea expectada, leída, evaluada como un evento nacional, donde se dirimen grandes asuntos; perdiéndose de vista lo real, que es que se trata de una elección municipal, donde se juega y se trafica con asuntos municipales.
En lugar de esto nuestra elección se ha transformado en una suerte de "premio consuelo" donde aquellos que no tuvieron el valor de enfrentarse al proyecto nacional -y a la sazón a su conductora- puedan seguir colectando presencia mediática y votos convertibles a dinero. La necesidad de embozar el ridículo de la agachada (jetoniar la nacional y después matarse por un intendente y un par de concejales...)lleva a querer plantear nuestra elección como una suerte de plebiscito donde se juegan cosas mucho muy distintas que: semáforos, luces, hospitales, subtes, escuelas, asfaltos, barrido, limpieza o ver quien riega las plantitas del bulevar de Los Incas. Donde se dirimen enormes temas como "LA INSEGURIDAD" "EL EMPLEO" "LA RED FERROVIARIA" o el sueldo que le corresponde a las maestras de escuela en Santa Cruz; escondiendo arteramente lo principal tras las filas de lo accesorio...
De dos proyectos reales posibles, en Buenos Aires ha fracasado uno; ha fracasado por motivos prácticos, ha fracasado por incapacidad de gestión la propuesta de entronizar en la administración publica los parámetros de la gestión empresarial; ha fracasado el "management"; ha fracasado el proyecto que hace 10 años había fracasado en el resto del país; ha -finalmente- fracasado el neo-liberalismo; la lógica del alumno/cheque; la del paciente/cheque; la del vecino/consorcista; la de la tercerizacion no solo de lo laboral, sino por sobre todo de la responsabilidad; de transformar las obligaciones del estado en "servicios" aptos para ser prestados por el mejor oferente.
Ha fracasado el neo-liberalismo en Buenos Aires, como había fracasado ya antes en todos los lugares en los que se lo impuso; y que como tardó mas en instalarse en Buenos Aires que en resto del país tardó -también mas- en recibir su certificado de caducidad. Se necesito del demoledor golpe que significaron los sucesos de "República Cromagnon" para lograr la envergadura del shock necesario para imponer esta estructura de pensamiento simiesca en las mentes de mis conciudadanos.
Decíamos entonces que parece mentira que ninguna de las características que se podrían esperar en un elección municipal estén presentes en las campañas de los candidatos a la intendencia.
Macri llego a la intendencia con un legajo que incluía haber fundido un par de empresas de papá y una renombrada gestión en Boca Jrs; con esa experiencia que lo calificaba perfectamente para la secretaria de deportes gano la intendencia, desde allí se fue forjando un prontuario del que parece no estar muy orgulloso; haciendo depender su campaña de llamativas combinaciones de colores, globos y simpáticas frasesitas de perogrullo.
Pino, pretende que la mineria de San Juan, la red nacional de ferrocarriles, la conservación de los glaciares, los contratos petrolíferos, los sueldos docentes de Santa Cruz, la iniquidad de las retenciones a la soja y si nos descuidamos la corrupción en el jurado del festival de Cannes se transformen en temas municipales; temas de los que -en la practica- nadie le escucho hablar, y que todos podemos convenir que son de muy bajo interés para una artista de su calibre...
No creo necesario nombrar aquí a tipos como Castrilli; que propone erradicar el flagelo de la droga tocando el pito, ni al frente de izquierda: claramente una sociedad de hecho (S.H.) cuya finalidad exclusiva es capitalizar los manguitos que -por voto- asigna el ministro del interior.
Para por fin llegar a nuestros candidatos; y aquí si alguien ve una critica: bien!, esa es la idea.
Estamos llegando a la elección con la misma modalidad de discurso político que nuestros adversarios, con slogans mas o menos atractivos, con spots ingeniosos, con diferentes proporciones de acercamiento a funcionarios del gobierno Nacional; bah, como si estuviéramos peleando de igual a igual con la caterva "grupo A" que antes enumeráramos. Como si no tuviéramos recurso humano; como si no tuviéramos proyecto; como si no tuviéramos ideología; como si no tuviéramos programa; como si nuestros candidatos se parecieran a los payasos que esgrimen las listas del gorilismo de izquierda a derecha.
Falta un suspiro para la elección, la campaña que no se hizo ya no se hará, esta critica es incluso una gilada en estas condiciones; pero valga para dejar constancia que habemos quienes esperamos de nuestras autoridades municipales un mínimo de compromiso con los temas propios de nuestra ciudad, entendida como el lugar donde los porteños buscamos la mejor forma de ser felices y no como una pasarela en la que sacamos a variar a cuanto mancarrón se asuste del Nacional...