En memoria
Aquella mañana del 17 de octubre de 1945, Francisco Roberto Martínez, a quien apodaban “Pancho”, abandonó su puesto de trabajo en la Cervecería y Maltería Quilmes, y junto a otros compañeros de trabajo, marchó hacia la Capital.
Pancho había nacido 30 años antes, el 25 de julio de 1915, en Victoria, Entre Rios, y a los 24 años se fue a vivir a Buenos Aires, a Quilmes, buscando un mejor bienestar para la familia que formaría, para los hijos que vendrían.
Me lo imagino subiéndose al tranvía 22 (que venía del “Río de Quilmes”), trepando algún camión que los condujese a la Plaza, aliviando la tremenda caminata.
Pancho había nacido 30 años antes, el 25 de julio de 1915, en Victoria, Entre Rios, y a los 24 años se fue a vivir a Buenos Aires, a Quilmes, buscando un mejor bienestar para la familia que formaría, para los hijos que vendrían.
Me lo imagino subiéndose al tranvía 22 (que venía del “Río de Quilmes”), trepando algún camión que los condujese a la Plaza, aliviando la tremenda caminata.
Los veo, a él y sus compañeros, sumándose a las columnas que avanzaban desde Berisso y Ensenada, pasando por Berazategui, por Ezpeleta, e iniciando esa gran marcha, hacia la jornada que marcaría un hito, un punto de inflexión, en la historia argentina contemporánea.
Lo recuerdo, vívido en su relato, metiendo las patas en la fuente, para paliar tanto cansancio en el largo camino.
Lo vuelvo a imaginar agitando los brazos, cuando el Coronel apareció en el balcón rompiendo el cerco de la brutal antipatria.
Lo recuerdo, vívido en su relato, metiendo las patas en la fuente, para paliar tanto cansancio en el largo camino.
Lo vuelvo a imaginar agitando los brazos, cuando el Coronel apareció en el balcón rompiendo el cerco de la brutal antipatria.
Francisco Roberto, Pancho, murió a los 55 años, el 23 de diciembre de 1970, sin poder ver nuevamente a su líder; todavía trabajaba en la Cervecería.
Era mi viejo
y nunca terminaré de agradecerle el haberme hecho tan peronista…
He querido, recordándolo, homenajear a todos los héroes anónimos que hicieron posible tremenda gesta, aquellos que aquel día, iniciaron el camino definitivo y libertario de nuestra patria.
¡Hasta la Victoria siempre viejo!
¡Hasta la Victoria siempre compañeros!
Era mi viejo
y nunca terminaré de agradecerle el haberme hecho tan peronista…
He querido, recordándolo, homenajear a todos los héroes anónimos que hicieron posible tremenda gesta, aquellos que aquel día, iniciaron el camino definitivo y libertario de nuestra patria.
¡Hasta la Victoria siempre viejo!
¡Hasta la Victoria siempre compañeros!
6 comentarios:
Casi sin palabras, no puedo dejar de pensar despues de leer, en Pancho, en Roberto, en la bisa,la abuelas, no puedo dejar de pensar en mama, en vos, en el gringo, el roña, los tios, las tias, en Robertito, la guille, Mariana, no puedo dejar de pensar en este grandioso pueblo, generoso y peronista, no puedo dejar de agradecer la lucha de los que no estan, de los que estan y de los que estan llegando, por todos y para todos......Patria grande o Muerte, la vida, la vida por Peron.
Pavlo
Muy bueno, nosotros seguimos haciendo historia, mientras otros la siguen viendo pasar!!
Hoy el sol brilla en el cielo, sin duda alguna es un dia peronista, viva PERON!!!, viva la PATRIA!!!, y los gorilas, que la sigan chupando!!!!
kazan
Muchos nos vamos a sentir protagonistas de tu relato.
Somos hijos del Aluvion.
feliz dia de la lealtad. Compañero Pancho , presente.
saludos de los Caniches de Peron!
Querido Pancho
Donde quiera que estés , podés estar muy orgulloso !!!!!
La semilla gérmino en tus hijos y tus nietos !!! Y en ese pueblo que nunca cambia de idea !!!!
Viva Perón !!! Viva Evita !!!
Paloma
Hermoso mi abuelito!
Viva Perón!
Tu memoria vive en nuestros hijos, y en mi Pancho!!!!!
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