Vamos con el Pulqui II carajo!!

(y dónde metemos nuestros próceres…)

Días atrás, en 678 (20 hs. canal 7), mientras se recordaban las emotivas palabras de Biolcati sobre la pobreza, y atento a que pasaban el final del discurso, donde esta misma alimaña decía "Viva la Patria", alguien recordó que se habían contado las veces que Biolcati dijo Patria y eran 52, si, 52 veces en un solo discurso.
Al mismo tiempo - día más, día menos -, tomé la decisión de retirar de nuestro blog la imagen que recordaba nuestra línea histórica – San Martín, Rosas y Perón -, porque a algunos compañeros no les caía bien que estuviera Rosas. Y a esta altura a veces resulta ocioso mantener ciertas discusiones, y no discutir por ejemplo respecto del mutimierda clarín.
Pero que hacemos con Rosas…? dónde lo ponemos…?

Como sabemos, la figura de Rosas (el que combatió contra los ingleses en las playas de Quilmes cuando sólo tenía quince años, durante la primer invasión), fue tomado como icono de cierta derecha verborrágica y patotera (Tacuara, GRN y otros).
Y cuando uno trata de reivindicar sus actos en defensa de nuestra soberanía (que le valieran que el general San Martín desde su exilio le legara su famoso sable corvo), el argumento elegido para combatir su figura es resaltar el hecho de que era un gran ganadero de la provincia de Buenos Aires. Algo así como si quisiésemos denostar la figura de Güemes argumentando que luchó contra los españoles defendiendo sus heredades; lo cual es cierto, porque cuando uno defiende la patria defiende además lo que ésta contiene, y eso no es malo, y si alguien la defiende no teniendo nada en ella es sin duda aún más loable, pero no invalida la acción de aquellos que sí tienen algo suyo para defender.
Cuando el 20 de noviembre de 1845, se libra el histórico combate de la Vuelta de Obligado, contra las fuerzas anglo francesas que bloqueaban la ciudad – y el puerto sobre todo -, de Buenos Aires, ni Rosas ni el General Lucio N. Mansilla, combatían desde un estado proletario, revolucionario y libertario.

Lo hacían simplemente, desde el caos organizativo del nacimiento de nuestra patria, donde los sentimientos predominantes, vistos a la luz de hoy, eran sin duda sumamente jodidos, oscurantistas y reaccionarios.

Descontextualizar la acción de nuestros próceres lleva implícito el riesgo de dejarlos a merced de la derecha, y que entonces los Biolcati de turno los reivindiquen como suyos.
Patria, Nación, Soberanía, (y otros) como conceptos, y Bandera, Escarapela, Escudo e Himno, como símbolos, son patrimonio de todos los argentinos.

Quienes estamos del lado del campo nacional y popular les damos a ellos nuestro sentido.

Que la derecha gorila y oligárquica les de el que quiera.

Pero no le vamos a permitir que se apropien de aquello que, al igual que gran parte de la renta de la producción agropecuaria, es patrimonio de todos los argentinos.
Por toda estas cuestiones y mucho mas!

vamos con el Pulqui II carajo!!

Un icono de la Revolución Justicialista.