sábado, 29 de junio de 2013

Elegir seguir haciendo

“Somos una Argentina colonial. Queremos ser una Argentina libre”



Yrigoyenistas rebeldes
Por Norberto Galasso

 En un día de mayo de 1935, cinco radicales comparten un asado en el stud “Los Ranqueles”, del Bajo Belgrano. Son ellos: Arturo Martín Jauretche, Homero Nicolás Mancione (Homero Manzi, para el cancionero popular), Manuel Ortiz Pereyra, Juan B. Fleitas y Félix Ramírez García. Vienen de la persecución y la cárcel, de la dura “resistencia radical” desarrollada entre setiembre de 1930 y fines de 1934. Vienen de una activa militancia yrigoyenista y de un rechazo absoluto a la conducción conciliadora de Marcelo T. de Alvear.

En la reunión, condenan el reciente levantamiento de la abstención que coloca a la UCR en condición de cómplice del “régimen” fraudulento presidido por el general Justo. Allí retoman los argumentos del “Manifiesto de los Radicales Fuertes”, aparecido a fines de 1934, que denuncia tanto la política económica y social del gobierno, como el abandono de las banderas programáticas de Don Hipólito por parte de la cúpula partidaria. Y allí nace el proyecto de fundar una corriente para dar batalla contra los conciliadores y contra la oligarquía y sus socios británicos: la “Fuerza de Orientación Radical para la Joven Argentina”, FORJA.

El 29 de junio de 1935 nace FORJA en un acto celebrado en Corrientes 1778 de la Capital Federal, al cual asisten Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Juan Luis Alvarado, Jorge del Río y los hermanos Maya, entre otros. Ese reducido grupo de yrigoyenistas se lanzó al rescate de las banderas populares. Sus lemas fundacionales son una clara definición: “Somos una Argentina colonial. Queremos ser una Argentina libre”. “Por el radicalismo a la soberanía popular, por la soberanía popular a la soberanía nacional, por la soberanía nacional a la emancipación de las clases productoras.”

FORJA se nutre de sectores de clase media que han crecido en conciencia y combatividad desde la implantación del sufragio libre en 1912. Políticamente asume la tradición del yrigoyenismo conspirador, reivindicador de la alpargata y enemigo de la oligarquía. Ideológicamente abreva en la literatura antiimperialista, los manuales marxistas y las experiencias latinoamericanas, en particular la revolución mexicana y el APRA peruana.

En las bambalinas, sin incorporarse formalmente a la agrupación pues se niega a afiliarse al radicalismo, un hombre se convierte en la usina ideológica: Raúl Scalabrini Ortiz. Después de abandonar poemas y premios literarios, Scalabrini ha logrado develar el carácter semicolonial de la Argentina, “su primitivismo agrario”, la estructura dependiente –centrada en el trazado ferroviario británico– dirigida a exportar alimentos para el Imperio, es decir, “la granja” subordinada al “taller inglés”.

Desde su destierro en Alemania brega contra esa dominación extranjera, para constituirse en el cerebro de FORJA. Jauretche lo reconoce generosamente: “Scalabrini Ortiz nos sacó del antiimperialismo abstracto (que nos llevaba a atacar al imperialismo yanqui, cuando aquí dominaba el inglés) para enseñarnos el antiimperialismo concreto. El nos mostró cómo funciona esa opresión y cómo debíamos enfrentarla”.

Desde esos inicios, los forjistas combaten incansablemente durante una década. Sus afiches y volantes  sorprenden por su agudeza, su grafismo y su contundencia.

Sin recursos, silenciados por la gran prensa, luchan incansablemente denunciando el liberalismo probritánico de los socialistas, el democratismo claudicante del alvearismo, la subordinación del Partido Comunista a la burocracia soviética y el fascismo de los nacionalistas, bregando por una conciencia antiimperialista y por la liberación nacional. En la lucha interna contra el alvearismo, son derrotados por el aparato.

 Fracasan también cuando, a partir de 1940, se desgajan del viejo tronco radical para asumir un camino independiente. Pero triunfan en la lucha ideológica, en su crítica implacable a mitos y “zonceras” de la vieja Argentina. En 1942, Jauretche sostiene: “El país es ya forjista, aunque no lo sepa. Hemos derrotado a las ideas antiargentinas”.

En la mañana del 17 de octubre de 1945, FORJA declara “su decidido apoyo a las masas trabajadoras que organizan la defensa de sus conquistas sociales”. Poco después, la agrupación se disuelve porque “el pensamiento y las finalidades perseguidas al crearse FORJA están cumplidas al definirse un movimiento popular en condiciones políticas y sociales que son la expresión colectiva de una voluntad nacional de realización”.


Volver la vista hoy a esos afiches amarillentos significa, más que una preocupación por el pasado, una enseñanza acerca de cómo los pueblos, aun en la noche de la decadencia y el escepticismo, encuentran los medios para mantener encendida la esperanza y alumbrar nuevos cauces hacia la justicia y la igualdad.

viernes, 28 de junio de 2013

Monotributo Social



El Monotributo Social reconoce la actividad de trabajadoras y trabajadores y los incluye como contribuyentes. De este modo, están en condiciones de emitir facturas, ser proveedores del Estado por contratación directa, acceder a las prestaciones de las obras sociales del Sistema Nacional de Salud e ingresar al sistema previsional (jubilación) www.desarrollosocial.gob.ar/monotributosocial/118

miércoles, 26 de junio de 2013

Maxi y Darío, PRESENTES!!!


Leopoldo Marechal



Los puntos fundamentales de mi vida

1. Nací en la Capital Federal y en su barrio de Almagro, el 11 de junio de 1900. El hecho de que algunos me crean natural de la provincia de Buenos Aires responde a la circunstancia de que, durante mi niñez y mi adolescencia, pasé largas temporadas en la llanura de Maipú, con parientes ganaderos. Allí me inicié en el conocimiento de las ontologías del sur (hombres y cosas) que con tanta frecuencia aparecen en mi obra literaria.
2. Aprendí a leer y a escribir en un colegio francés particular. Todos mis estudios regulares los hice luego en la Escuela Normal de Profesores de la Capital, donde obtuve los títulos que me habilitaron para la docencia.
3. Mi personalidad intelectual, alentada por una vocación muy temprana, se formó en la lectura y en los ejercicios de taller literario. En tal sentido, me considero un "autodidacto", vale decir, un hombre que busca en los libros, en las cosas y en la meditación una respuesta vital a sus problemas interiores, y que además busca y perfecciona los "medios expresivos" que han de servirle para traducir "ad extra" ese trabajo interior.
4. En realidad, fui un francotirador literario de Villa Crespo, hasta que me llamaron a colaborar en la revista Proa, dirigida por Güiraldes, Borges y creo que Rojas Paz. Casi enseguida me enrolé en el grupo que decidió imprimir a la revista Martín Fierro un ritmo verdaderamente revolucionario, que no tuvo en su primera época. Cierta noche, y como por arte de magia, nos reunimos con tal objeto, en la casa de Evar Méndez, Güiraldes, Macedonio Fernández, el pintor uruguayo Pedro Figari, Girondo, Bernárdez, Borges, Xul Solar, entre muchos otros que no recuerdo ahora. De aquella velada nació Martín Fierro propiamente revolucionario, que se proponía, en general, "entrar por la ventana", en una literatura que nos cerraba la puerta, en particular, defender a Pettoruti y a Xul, que acababan de exponer sus cuadros ante la rechifla del pasatismo local.
5. Creo que un poeta lo es verdaderamente cuando se hace la "voz de su pueblo", es decir, cuando lo expresa en su esencialidad, cuando dice por los que no saben decir y canta por los que no saben cantar. Todo ello lo hace el poeta en una función "unitiva" que yo concreté así en mi "Arte Poética": "El Poeta, el Oyente y la Canción forman una unidad por el sonido".
6. Al escribir mi Adán Buenosayres no entendí salirme de la poesía. Desde muy temprano, y basándome en la Poética de Aristóteles, me pareció que todos los géneros literarios eran y deben ser géneros de la poesía, tanto en lo épico, lo dramático y lo lírico. Para mí, la clasificación aristotélica seguía vigente, y si el curso de los siglos había dado fin a ciertas especies literarias, no lo había hecho sin crear 'sucedáneos' de las mismas. Entonces fue cuando me pareció que la novela, género relativamente moderno, no podía ser otra cosa que el 'sucedáneo legítimo' de la antigua epopeya. Con tal intención escribí Adán Buenosayres y lo ajusté a las normas que Aristóteles ha dado al género épico.
7. Adán Buenosayres quiere ser una epopeya de la vida contemporánea, que ya no se puede escribir en hexámetros griegos.
8. Suele llamarse "novela clave" a la que pinta en sus héroes a ciertos personajes de la vida real cuya identificación sería la clave buscada. Me parece un concepto pueril. Las verdaderas claves de una obra son las que arrojan luz sobre su estructura física y metafísica. En tal sentido, y siempre fiel a la epopeya clásica, mi novela es la expresión figurada o simbólica de una "realización espiritual", efectuada por su protagonista según el "simbolismo del viaje" como sucede en la Odisea y en la Eneida. Lo que Adán Buenosayres efectúa es una "realización crística" en dos movimientos: uno de expansión o centrífugo, y otro de concentración o centrípeto. La Itaca material del Héroe no es otra que su cuarto de la calle Monte Egmont; su Itaca espiritual es el Cristo de la Mano Rota que lo pescó y lo retiene desde el pórtico de San Bernardo, en Villa Crespo. Además, la novela desarrolla un Arte Poética (en el banquete de la glorieta Ciro), una Filosofía de Amor (en el Cuaderno de Tapas Azules) y una Política (en la subversión en cadena de las cuatro clases sociales que describo al finalizar el Infierno de la Violencia). Todo esto es más importante que decir si tal personajes es Fulano y tal otro Mengano.
9. Desde hace años, me dedico, más que a leer, a releer, sobre todo las Sagradas Escrituras y los clásicos. Por eso, mi información acerca de la literatura europea "se plantó" en los existencialistas franceses e italianos. Lo mismo digo en lo que atañe a la literatura nacional.
10. El hombre de letras es un manifestador de su pueblo y de las virtualidades de su raza.
11. Creo que actualmente hay dos Argentinas: una en defunción, cuyo cadáver usufructúan los cuervos de toda índole que lo rodean, cuervos nacionales e internacionales; y una Argentina como en navidad y crecimiento, que lucha por su destino, y que padecemos orgullosamente los que la amamos como a una hija. El porvenir de esa criatura depende de nosotros, y muy particularmente de las nuevas generaciones.
12. Desde hace algunos años oigo hablar de los escritores "comprometidos" y "no comprometidos". A mi entender, es una clasificación falsa. Todo escritor, por el hecho de serlo, ya está comprometido: o comprometido en una religión, o comprometido en una ideología político-social, o comprometido en una traición a su pueblo, o comprometido en una indiferencia o sonambulismo individual, culpable o no culpable. Yo confieso que sólo estoy comprometido en el Evangelio de Jesucristo, cuya aplicación resolvería por otra parte, todos los problemas económicos y sociales, físicos y metafísicos que hoy padecen los hombres.

Leopoldo Marechal *


*Leopoldo Marechal  (Buenos Aires, 11 de junio de 1900 - 26 de junio de 1970)

lunes, 24 de junio de 2013

QUE A MAURICIO NO LE VENGAN CON HISTORIAS




QUE A MAURICIO NO LE VENGAN CON HISTORIAS
 Por: Norberto Galasso


¿Cómo no va a estar preocupado Mauricio si él, con mucho esfuerzo, estudió la historia liberal oligárquica?

Últimamente se ha abierto la discusión sobre la verdadera Historia Argentina y Mauricio Macri está muy preocupado, sumamente preocupado.
En poco tiempo, se ha televisado Las huellas del secretario, una excelente serie con elementos ficcionales y detectivescos, que nos demuestra desde la veracidad del Plan de Operaciones hasta el intento desesperado del mitrismo por "perderlo", ocultarlo o destruirlo, desde el envenenamiento de Moreno hasta el permiso otorgado por Mitre al Brasil, durante la Guerra de la Triple Infamia, para arrojar a los muertos por cólera al Paraná, pues si se contagiaban los litoraleños carecía de importancia pues son "opuestos" a su proyecto agroexportador. Y Macri está preocupado. Al mismo tiempo, la cinematografía nos aportó Moreno, vida, pensamiento y crimen político, arte puesto al servicio de la revolución, donde se ratifica el plan, así como la desaparición del secretario de la Junta a manos de los enemigos de Mayo. A su vez, canal 7 organizó dos mesas redondas, una sobre el genocidio cometido por el mitrismo, "los colorados orientales" y el Brasil sobre el pueblo paraguayo y otro debate sobre Ángel Vicente Peñaloza, "El Chacho", como líder popular y enemigo del centralismo porteño, que también se pasaron como series televisivas. Y Mauricio no duerme, está amargado y triste. Asimismo, Canal Encuentro aporta también lo suyo y Mauricio incrementa su consternación. A su vez, Eduardo Anguita, con su programa Historia en debate, multiplica nuevas controversias respecto a aquello que Mauricio aprendió leyendo la revista Billiken y en las aulas aristocráticas del colegio Cardenal Newman. Y sufre, entonces, la crisis profunda en que languidece la Historia Oficial que adormeció a varias generaciones de argentinos.
Claro que cuando se critica a los titulados "próceres" y se recupera a los "malditos" tanto tiempo silenciados, estos procesos no son prolijos ni totalmente coherentes. Aparecen improvisadores, "trepadores" que se prenden a la oleada cuestionadora. Abundan los médicos y psicólogos que simplifican las luchas sociales apelando a patologías personales y que no trepidan en exaltar a Mitre junto a los caudillos federales. Surgen "panqueques" que ayer mismo aplaudían a las diversas versiones del liberalismo oligárquico confiando en que no tenemos memoria. Curiosamente, algunos son "rosistas" y "chachistas" al mismo tiempo, lo que hubiera escandalizado a Rosas y al Chacho, este último tres veces exilado bajo el gobierno del Restaurador. Otros simplifican confundiendo a Sarmiento con Mitre, sin reparar en sus profundas disidencias como lo prueba el archivo de La Nación entre 1868 y 1874. Hay quienes, a su vez, exaltan a un "refugiado" en California, desde hace más de medio siglo, como el mayor historiador argentino, lo cual resulta útil para conservar espacios de gloria barata dentro del sistema. Otros redoblan esfuerzos, hora tras hora, con empecinamiento desmesurado, para derrumbar a una estatua, reduciendo a una persona la polémica histórica e ignorando, por supuesto, los sucesos del 80, con 3000 muertos. También han aparecido los que, por fin, han descubierto a los pueblos originarios, por los cuales claman con justicia, pero despreocupándose de los gauchos y especialmente del "aluvión zoológico", según llaman al 45, pues este está más cerca y es más peligroso para el orden constituido. Hasta nos encontramos ahora con quienes inventan un saavedrismo popular recogiendo las enseñanzas de Hugo Wast para quien, en su libro Año X, Moreno ya era marxista... siete años de que Carlos Marx llegara a este mundo (1817) y de allí reivindican una Revolución de Mayo tradicionalista y antisocialista, cualquier cosa "menos plebeya". ¿Cómo entonces no va a estar preocupado Mauricio si él, con mucho esfuerzo, estudió la historia liberal oligárquica y todavía lee con gusto los artículos cada vez más reaccionarios de Luis Alberto Romero, hijo del historiador José Luis Romero? ¿Cómo no va a padecer insomnios si la mayoría de estos historiadores no le dan una visión general de la historia, desde los pueblos originarios hasta nuestros días, sino que le aportan fragmentos que, como no pueden unirse, por contradictorios, llevarán a los estudiantes a cualquier conclusión transgresora, como por ejemplo, justificar las confiscaciones y el proteccionismo que aconsejaban Moreno y San Martín?
Podría suponerse que Macri optaría por aumentar las clases de historia argentina para debatir en profundidad y seriamente sus diversos procesos y personajes. Pero de ello resultaría una batalla perdida para su conservadorismo. Mauricio intuye que las conclusiones serían sepultar a la historia mitrista y remplazarla por una historia donde el protagonista principal es el pueblo argentino. Y de aquí considera que lo mejor es que no sepan nada de historia, de la vieja que está en desgracia, ni de la nueva que, a pesar de sus contradicciones, está emergiendo y puede ser peligrosa.
Por otra parte, no vaya a resultar que a los chicos se les ocurra investigar toda la historia pasada y presente e inclusive la historia de los Macri y del mismo Mauricio. Ello sería "un escándalo" como decía Pino antes de cometer el escándalo mayúsculo de encariñarse con Carrió. Un estudio profundo de la verdadera historia podría sacar a luz el contrabando de autopartes cuando Mauricio era director de Sevel o la estatización de la deuda externa privada que benefició a Socma (Macri) en 27 millones de dólares. Nada de historia, pues. Pero, además, sería bueno reducir también las horas de estudio de Economía y asimismo de Derecho, pues alguien podría concluir que su DNU de días atrás está en la mejor tradición del mitrismo cuando quiso transformar la provincia de Buenos Aires en la República del Río de la Plata, renegando del resto del país.
Pero, Mauricio, se torna optimista después de juguetear con Antonia y dice: para qué estudiar el pasado, miremos al futuro. Sin embargo, ignora que Antonia vivirá un mundo distinto donde se estudiarán esas materias en profundidad y seriamente. Se lo anticipamos: el futuro no existe para los Macris, ni para la gente de su clase, ni para el colegio Cardenal Newman. Vienen otras épocas, Mauricio. No hay que cerrar las escuelas sino abrirlas cada vez más ampliamente a todas las polémicas. No corra el riesgo de que aquí a unos pocos años –como ya ocurrió con muchos hijos de "gorilas", años atrás– Antonia le diga: –Viejo, me ocultaste la historia, me enseñaste todo al revés, y ahora tengo que desaprenderlo todo para encontrar la verdad. .


Una Lista para profundizar el Proyecto Nacional y Popular desde Córdoba




Comunicado de Prensa
Una Lista para profundizar el Proyecto Nacional y Popular desde Córdoba

Desde “Unidos y Organizados”, expresamos nuestra mayor satisfacción por la presentación de la Lista de candidatos a diputados nacionales por el Frente para la Victoria.

De esta manera y de cara a los compromisos electorales del 11 de agosto (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias – PASO) y el 27 de octubre (Elecciones legislativas nacionales), desde este espacio de militancia buscaremos trabajar denodadamente para que nuestros candidatos alcancen un lugar en el parlamento representando a nuestra provincia.

La Lista del FPV, encabezada por Carolina Scotto (ex rectora de la UNC durante dos periodos), Martín Gill (ex rector de la Universidad Nac. de Villa María y actual Secretario de Políticas Universitarias), Ernesto Bernabey (Intendente de Villa del Totoral), Gabriela Estévez (La Cámpora – Unidos y Organizados), Juan Pereyra (Intendente de Villa Dolores) refleja, por las condiciones de estos dirigentes y militantes, la voluntad de defender con toda la firmeza a este modelo de país en marcha desde 2003.

El espacio “Unidos y Organizados”, donde convergen distintos partidos y agrupaciones políticas que en este tiempo demostraron una activa militancia comprometida con las políticas nacionales y el rumbo impartido por nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner, tuvo su lugar en esta lista con los compañeros Gabriela Estévez, Andrés Guzmán, Marcos Amante y Miguel Apontes. Además, la Lista se completó con la participación de intendentes como Gabriel Fernández y Sandra del Bó y dirigentes de la talla de Eduardo Accastello, Cármen Nebreda, Haide Giri, Eduardo Fernández y Sergio Rivarola. Todos, por igual, para conformar la mejor lista que se puede ofrecer al pueblo de Córdoba.

Córdoba 23 de junio de 2013.

Unidos y Organizados – Prensa
Te. 0351 153221012


FRENTE PARA LA VICTORIA

Diputados Nacionales por Córdoba

Titulares
1.Carolina Scotto
2 Martin Gill
3 Ernesto Bernabey
4 Gabriela Estévez
5 Juan Pereyra
6 Andrés Guzmán
7 Sandra Dal Bo
8 Gabriel Fernández
9 Marcos Amante

Suplentes
1 Eduardo Accastello
2 Carmen Nebreda
3 Sergio Rivarola
4 Eduardo Fernandez
5 Miguel Apontes
6 Haide Giri

FRENTE PARA LA VICTORIA DE CÓRDOBA

Apoderados
Apoderado General: Martín Fresneda
Apoderados: Enrique Fernández Quintana, Hugo Cesar Madonna, Santos Andrés Ortega, Ignacio Baselica y David Antonio Domínguez.


jueves, 20 de junio de 2013

Manuel Belgrano, día de la Bandera





























 ¨Trabajé siempre para mi patria poniendo voluntad, no incertidumbre; método no desorden; disciplina, no caos; constancia no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia.¨


Manuel Belgrano*





*Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (Buenos Aires, Virreinato del Perú, 3 de junio de 1770 – ibídem, 20 de junio de 1820)

¨Estamos aquí de pie, con los jóvenes al frente como vanguardia y los viejos atrás empujando como corresponde, como es la historia y como debe ser.¨



Celebración de los 400 años de la Universidad Nacional de Córdoba
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DE LOS 400 AÑOS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA, DESDE DICHA PROVINCIA.

Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señor rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC); señora vicegobernador de la provincia de Córdoba; señor intendente de la Ciudad de Córdoba; señores rectores; rectoras de las distintas universidades argentinas; ex rectores y ex rectoras de esta querida UNC; gracias Carolina por acompañarnos y a toda Córdoba, hola Córdoba, cómo están: la verdad que tengo que empezar agradeciendo, darles las gracias de poder participar en este hecho histórico.
Miren, cuando yo tenía la edad de ustedes, cuando era una estudiante universitaria, allá en la Universidad Nacional de La Plata, que no tiene 400 años, pero ya tiene más de 100, es la tercera universidad más antigua del país, después de Córdoba, UBA, La Plata, les puedo asegurar que siendo estudiante de esa universidad, donde conocí a mi compañero de toda la vida, mi compañero de vida y de militancia, la verdad que nunca soñé que iba a participar – como Presidenta de la Nación argentina –en la conmemoración de los 400 años de esta querida Universidad Nacional de Córdoba, señera en Latinoamérica.
Son muchas las cosas que podemos hablar, recién lo veíamos en el video, de esta década ganada para todos los argentinos, y cuando digo todos no podían estar ausente – por supuesto – los universitarios. Fíjense que en todas las épocas de clausura democrática o de exclusión social, aún en etapas donde los argentinos podíamos votar, ustedes – los universitarios, como los trabajadores, como los científicos, como los intelectuales – tampoco eran tenidos en cuenta.
Por eso es bueno reflexionar y saber que ser universitario más que un privilegio es un deber de compromiso con el pueblo, con aquellos que tal vez nunca podrán acceder a la universidad y nosotros, muchos de nosotros, hijos de trabajadores, que tuvimos la suerte de acceder gracias a la universidad pública y gratuita a los estudios superiores tenemos que tener un compromiso superior al de cualquier otro ciudadano para devolver parte de lo que la Nación y la Patria nos dieron. (APLAUSOS).
Por eso, desde el año 2003, pusimos especial énfasis en la educación en todos sus niveles. Lo recuerdo el día 27 de mayo partiendo para Entre Ríos, con el ministro de Educación, de entonces, para levantar la huelga docente de meses, porque los docentes no cobraban sus salarios y luego dedicarnos con énfasis no solamente a recuperar el sistema universitario, a mejorar su presupuesto, a lograr una infraestructura, como la que recién veíamos en el video, sino también a volver a dignificar a todo el sector, que yo considero uno de los pilares fundamentales en la reconstrucción de la capacidad de una Nación, donde el conocimiento y el saber deben ocupar, sí, un lugar de mucha importancia.
Y tal vez como en pocos lugares se pueda ejemplificar la historia, nuestra historia argentina, como en esta Universidad Nacional de Córdoba y en estos 400 años de historia. Historia que empezó casi como un privilegio, historia que empezó en una universidad fundada desde lo religioso, en una universidad que allá por 1613, contaba con 50 alumnos, y que hoy cuenta con más de 120.000, lo que la ha convertido en una verdadera universidad masiva. (APLAUSOS).
También recordar, en un día como hoy, en un día muy especial, lo qué significó la reforma del 18, lo qué significaron esos jóvenes – y permítanme, sin excluir a ningún sector – recordar a esos jóvenes, como Deodoro Roca, que hiciera ese magnífico manifiesto.

Yo quiero leer una parte, sobre todo porque no vivimos en un globo de cristal, vivimos en una sociedad con demandas, en una sociedad que ha incorporado derechos, que demanda cada día mayores libertades y mayores reformas, mayor incorporación y mayor inclusión, más gente que vote. ¿Cómo nació esa reforma del 18? Para crear la libertad de cátedra, porque las cátedras eran hereditarias. Parece mentira, pero se heredaban las cátedras, eran eternos y además cuando se morían lo heredaba alguien. No podían elegir tampoco los estudiantes, nació como un reclamo de poder participar en el gobierno de la universidad por parte de miles de jóvenes, que comenzó aquí, y también se extendió a lo largo y a lo ancho del país. Nación también en el barrio de Clínicas, como el Cordobazo, y nada es casualidad. (APLAUSOS). También se extendió a la Universidad Nacional de La Plata; jóvenes como Deodoro Roca, de 28 años, algunos que por ahí escucho que andan enojados con los jóvenes, no digo que todos los cambios los hayan hecho los jóvenes, pero no conozco ningún cambio donde no estén todos los jóvenes. (APLAUSOS). Esto es la ley de la vida, es la ley de la biología. Así que no se enojen con los jóvenes, al contrario, yo tengo 60 años y cuando estoy rodeada de pibes me siento de 15 otra vez. (APLAUSOS). Así que gracias, gracias.
Quiero leerles lo que decía Deodoro Roca, de apenas 28 años…Gracias, ¡Cristina corazón! Y vos, ¿cómo te llamás, linda? Vos sos el corazón de la Patria que viene. Decía Deodoro Roca, en ese manifiesto: “hombres de una república libre, acabamos de romper la última cadena, que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica”. Monárquica, aristocrática, de pocos (eso lo digo yo, no lo dijo Deodoro). “Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen (…)”, que maravilla…”hemos resuelto llamar a las cosas por el nombre que tienen”, pobre Deodoro cómo no iba a tener problemas, cada vez que llamás a las cosas por su nombre siempre tenés problemas. (APLAUSOS). “Córdoba – seguía diciendo Deodoro -  se redime, desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más (…)” que maravilla, porque cuando tenés menos libertad tenés que tener más vergüenza, por lo menos debieran tenerla los que nos quieren recortar a los argentinos algunas libertades. (APLAUSOS). “Los dolores que quedan son las libertades que faltan”… nos quedan todavía dolores. Ayer, nos dieron algún dolor, pero nos vamos a curar porque tenemos muchos remedios, buenos farmacéuticos, inyecciones y antibióticos también. (APLAUSOS).
Los dolores que quedan, son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, la resonancia del corazón nos lo advierten.
Estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana. La única puerta que nos queda abierta, la esperanza es el destino heroico de la juventud.
La juventud ya lo pide, exige que se le reconozca el derecho de exteriorizar ese pensamiento propio y los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos; si ha sido capaz de realizar la revolución de las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa.
Esto pasaba aquí, donde hoy estamos parados en 1918. La libertad de cátedra, la participación en el gobierno de la universidad.
Después vino la lucha de la gratuidad que consagró el peronismo también allá por 1949 y que consagramos los constituyentes también en aquella Universidad de Santa Fe, aquí en frente, en la Constitución del 94. Y las luchas que se han llevado en este país.
Por eso digo que aquellos que pretenden parar reformas, que aquellos que no quieren dejar votar al pueblo para que intervengan la soberanía popular, la voluntad popular que es la causa fundamental. Porque estos jóvenes que hicieron la reforma universitaria y que después también derribaron tiranos en el Cordobazo, cuando obreros y estudiantes juntos combatieron a los tiranos, son la fuerza de la historia y la historia es indetenible.
Aquellos que creen que pueden, a través de alguna resolución impedir el crecimiento y el avance de la democracia, sepan que solo lo podrán hacer por un tiempo, porque nunca ninguna sociedad toleró ni aceptó durante mucho tiempo que se le impida ejercer sus derechos de elegir a los órganos políticos que marca la Constitución Nacional.
Por eso, cuando ayer alguien me decía que estaba triste, yo le dije “dejá la tristeza para mirar una telenovela o una película; nosotros los militantes nunca tenemos que estar tristes”. Los militantes tenemos que estar alegres y preparados para la próxima batalla, porque la única batalla que se pierde, es la que no se da. Y vamos a seguir dando todas y cada una de las batallas que hemos dado en esta democracia en estos 10 años.
Yo me pregunto –y esto atraviesa la historia de todos los partidos políticos- ¿cuánto le costó a Leandro N. Alem, a Hipólito Yrigoyen lograr la Ley Sáenz Peña para el sufragio universal? ¿Cuánto tiempo estuvieron las mujeres sufragistas y después Evita para lograr el voto femenino? ¿Cuánto esperaron hombres y mujeres para poder tener sus plenos derechos como el resto de los argentinos cuando votamos el matrimonio igualitario? ¿Cuánto tiempo también -y se los digo como testigo de época- estuvimos los argentinos sin votar y finalmente tuvimos una democracia plena? ¿Y cuánto –de aquí diviso varios pañuelos blancos de HIJOS- tiempo hijos de detenidos desaparecidos, Madres, Abuelas, Nietos esperaron por justicia? Más de 35 años. La Historia no reconoce los años, reconoce los resultados y los logros. 
Por eso, más temprano que tarde, los argentinos van a poder votar democráticamente a todos los órganos políticos de la Constitución argentina.
Yo les digo que tal vez, haya pocos mejores lugares donde dar estos debates que aquí en estos ámbitos. En estos ámbitos que se han caracterizado por la libertad de pensamiento; en estos ámbitos donde todo se discute porque todo está sometido a discusión. Aquí, en la Universidad, en donde nos preparamos como cuadros de la Nación para darle a su compatriota los mejores servicios, no solamente desde los técnico o de lo científico, los mejores servicios también creando una sociedad más democrática, más abierta, sin claustros cerrados, donde no se conocen las caras, donde no se conocen los nombres, donde también solamente se ingresa porque se es amigo de uno o de otro.
Esto también formó parte de la discusión del 18 dentro de la universidad. Y esto también debe formar parte del conjunto de la sociedad hoy cuando lo discutimos.
Y yo quiero decirle a esta Córdoba maravillosa, a esta Córdoba que supo generar dirigentes de las tallas de Agustín Tosco, de Atilio López, dirigentes como Sabatini, esta Córdoba que todos los argentinos la conocíamos como “la Docta”, porque era principalmente un lugar de conocimiento, un lugar de cultura, de generación de ideas, de pensamientos y de corrientes.
Esto es lo que tiene que volver a ser Córdoba. Yo sueño con esa Córdoba, yo vengo de una ciudad también como La Plata, la ciudad universitaria.
Yo quiero volver a recuperar para mi país, para Córdoba, para mi ciudad ese lugar de honor que teníamos donde generábamos usinas de científicos, de intelectuales, de conocimiento donde nos sentíamos orgullosos de pertenecer y de ser la identidad, el orgullo, pero no el orgullo de lo material, no el orgullo del que más tiene, sino del que más aprende, del que más ayuda, del que más sabe, del que más conoce, del que más puede generar para el otro.
Esos fueron los hombres que marcaron la historia y yo quiero que Córdoba vuelva a marcar el paso de la historia como lo hizo también cuando era muy joven.
Porque saben qué pasa: los años que pasaron, esa dictadura terrible del 76, luego lo que sucedió con democracias acotadas, con amenazas, con la impotencia, no importa si porque no podés, porque no sabés o porque no querés, no importa, no quiero convertirme en fiscal. Simplemente por entender el proceso histórico para saber por qué pudieron convencernos que el Estado no servía para nada. Qué fue lo que pasó, que pudieron convencernos que los argentinos no valíamos nada; qué pasó que pudieron decirles a industriales argentinos que era mejor ir a producir a Brasil que producir en la Argentina y lo decían funcionarios de nuestros propios gobiernos y me hago cargo de lo que digo, como siempre me he hecho cargo de todo. Qué fue lo que nos pasó.
No hay que acusar a nadie; simplemente no es que…
Miren, los que descalifican, agravian es porque no tienen nada que contar de sí mismos. Nosotros tenemos tantas cosas para contar de nuestro Gobierno, de nuestras políticas.
Yo no vengo a agraviar ni a criticar a nadie, para nada, al contrario. Yo solo quiero que Córdoba vuelva a ser lo que alguna fue, como también quiero que mi país, la República Argentina, vuelva a ser lo que alguna fue.
Estamos poniendo todo, todo lo que tenemos y más también; a algunos se le fue la vida de tanto poner.
Pero yo les quiero decir a todos que fortalecer, cuando hoy venimos aquí a firmar convenios, cuando venimos a entregar fondos para comenzar las obras del hospital de Clínicas, cuando el ministerio de Salud también –que la locutora se olvidó de decirlo pero yo no- está dando aparatos para el hospital de Clínicas por valor casi de 10 millones de pesos, axiógrafo, tomógrafo y algunas cosas más.
Cuando estamos fortaleciendo también el sistema de comunicación audiovisual modelo que tiene la Universidad Nacional de Córdoba, felicitaciones a sus radios, a sus canales de televisión, a su señal abierta las 24 horas, que disputa con los monopolios la libertad y la diversidad.
¡Viva esa Universidad que quiere generar la diversidad!
Venimos a ayudarlos también para enriquecer, para crear más contenidos audiovisuales, esta creatividad maravillosa del pueblo argentino y la tan particular también de todos los cordobeses y de todas las cordobesas.
Quiero, finalmente, en este día tan particular, que la Historia pone, porque digo…Yo leía la historia recién: esta Universidad fue fundada por los jesuitas; en 1767, el señor Carlos III, Rey de España los expulsó y fijate lo que son las cosas: hoy tenemos un jesuita argentino de Papa que se llama Francisco, que fueron los franciscanos los que vinieron después.
Viste cómo es la Historia, la Historia es redonda, el mundo es redonda y en la Argentina es más redonda todavía que en ninguna parte.
Ustedes se preguntarán pero vamos a tener que esperar tanto para lograr las reformas. Mirá que pasaron como tres siglos.
No, no se preocupen, en aquella época no había Internet; hoy ya tenemos Internet y podemos comunicarnos mucho más rápido y las reformas vienen indetenibles. Porque indetenible es la voluntad popular; porque indetenible es la voluntad de participar; porque indetenible es la voluntad de decidir del pueblo argentino; porque indetenible es la historia, lo demuestran los 400 años de esta maravillosa Universidad y lo demuestra también la resistencia increíble del pueblo argentino ante tanta plaga, ante tanto sometimiento, ante tanta cosa.
Estamos aquí de pie, con los jóvenes al frente como vanguardia y los viejos atrás empujando como corresponde, como es la historia y como debe ser.
¡Viva Córdoba! ¡Feliz cumpleaños Universidad Nacional de Córdoba! ¡Vamos provincia de Córdoba para adelante junto al proyecto nacional, este proyecto que le ha cambiado la vida a los argentinos, que ha vuelto a abrir las fábricas de automotores que estaban cerradas, que ha vuelto las fábricas de autopartes y de metalmecánica, que ha generado un crecimiento en la producción como nunca se había visto!
¡Fuerza y adelante porque juntos los argentinos bien unidos somos invencibles porque somos parte de la historia misma del país!

Gracias y hasta siempre, los quiero mucho. (APLAUSOS)