jueves, 30 de mayo de 2013

PRIMER ENCUENTRO DE RADIOS POPULARES DE CÓRDOBA










PRIMER ENCUENTRO DE RADIOS POPULARES DE CÓRDOBA

Más de 200 referentes de medios comunitarios, cooperativos y públicos así como Organizaciones Sociales de toda la provincia de Córdoba, participarán del Primer Encuentro de Radios Populares.

El evento se realiza en el marco de un acuerdo de cooperación entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el Afsca, la Universidad Nacional de Córdoba, y Radio Nacional Córdoba. Participan además el Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco) y el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.

Durante el viernes 31 de mayo y el sábado 1° de junio en Radio Nacional Córdoba, medios comunitarios, cooperativos y público junto a organizaciones sociales participarán del Encuentro Provincial de Radios Populares. 

El evento contará con el panel “Estado y Derecho a la Comunicación” con la presencia del presidente del Afsca, Martín Sabbatella; la Secretaria de Comunicación y Organización Comunitaria del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Inés Páez y el Rector de la UNC, Francisco Tamarit. 

La conferencia será el viernes a las 18:30 hs en el auditorio Néstor Kirchner de la radio y es abierta para todo público.

El Primer Encuentro Provincial de Radios Populares tiene como objetivo profundizar y fortalecer los medios públicos, comunitarios y cooperativos en el marco de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual así como acompañar y fortalecer los proyectos de nuevas radios y de medios ya existentes desde una perspectiva de derechos, integral y territorial.

Raúl Scalabrini Ortiz





Raúl Scalabrini Ortiz
Por Norberto Galasso

Raúl Scalabrini Ortiz nació en la ciudad de Corrientes cuando el siglo XIX tocaba a su fin [14 de febrero de 1898].
Su adolescencia y juventud transcurren bajo la presión del liberalismo conservador predominante.

Varios factores se conjugan, sin embargo, para que Raúl Scalabrini rompa la trama del pensamiento colonial. Por un lado, su militancia juvenil en un grupo llamado "Insurrexit", de ideología marxista, le permite descubrir la importancia de los factores económicos y sociales en el desarrollo histórico. Por otro su permanente deambular por el país [por razones de trabajo viaja a La Pampa, Entre Ríos y Catamarca] lo salvan de encerrarse en una visión porteña y le enseñan cómo viven y cómo sueñan sus compatriotas. A esto se suma un viaje a París, a los veintiséis años, del cual regresa hondamente decepcionado, pues en la "Francia eterna" del "humanitarismo y los derechos del hombre" encuentra un enorme desdén por los latinoamericanos y una antidemocrática xenofobia de "pueblo elegido".

Además, Scalabrini busca auténticamente "su verdad" y no se contenta con la gloria efímera que satisface a sus colegas de la pluma. En este aspecto, su maestro Macedonio Fernández lo orienta hacia una vida profunda, de altruismo y generosidad, donde lo individual se diluya en aras del beneficio colectivo. "Mis días eran extrañamente ajenos los unos a los otros... Les faltaba sometimiento a una sorpresa más grande que ellos mismos. Les faltaba subordinación a una fe".

En esa búsqueda se halla Scalabrini cuando, en octubre de 1929, se desencadena la crisis económica mundial. El capitalismo hace agua por todos lados y millones de hombres son arrojados a la desocupación y al hambre. Los países desarrollados, envueltos en la crisis, amenguan sus efectos, descargándola sobre los países productores de materia prima. En la Argentina se desmorona "el granero del mundo": caen los precios de las exportaciones y baja el peso. Desocupación, hambre, tuberculosis, delincuencia y suicidios señalan el inicio de la Década Infame.

Entonces el verdadero rostro del país vasallo se asoma a los ojos del prensador nacional que sepa verlo. Y mientras el resto de la inteligencia argentina juguetea con metáforas exquisitas, Raúl Scalabrini Ortiz emprende la tarea de demostrar la verdadera realidad nacional. Hasta poco tiempo atrás, también él se había enredado en la metafísica con "El hombre que está solo y espera", pero ahora - 1932 - Scalabrini hunde profundamente el escalpelo del análisis en la patria vasalla e inicia la tarea de toda su vida. El pensamiento nacional, dormido desde hacía décadas, se pone en marcha.

Scalabrini se pregunta en primer lugar ¿Cómo es posible que en un país como la Argentina, productor de carnes y cereales, haya hambre?. De allí pasa a inventariar nuestras riquezas [ferrocarriles, frigoríficos, puertos, etc.] estudiando en cada caso quién es el propietario de los mismos y así llega a la conclusión de que los argentinos nada poseen, mientras el imperialismo inglés se lleva nuestras riquezas a precios bajísimos y nos vende sus productos encarecidos, mientras los ingleses nos succionan a través de seguros, fletes, dividendos, jugosa renta producto de su dominio sobre los resortes vitales de nuestra economía.

Como consecuencia de su participación en la Revolución Radical de Paso de los Libres, Scalabrini es desterrado a Europa en 1933. Desde allá, se aclara aún más el grado de sometimiento argentino al imperio, pues lo que los diarios ocultan en la Argentina, se dice en voz alta en Alemania o Italia, especialmente debido a las rivalidades interimperialistas. "Somos esclavos de los ingleses", se repite una y otra vez Scalabrini, ya absolutamente convencido de que sus cifras son ciertas e irrefutables. Desde Alemania, en 1934, escribe sus primeros artículos en los que aborda en profundidad el problema clave de todo país semicolonial: la cuestión nacional.
Poco después, en 1935, ya de regreso del exilio se lanza decididamente a la lucha contra el imperialismo. Desde el periódico "Señales" y desde FORJA [Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina] condena uno a uno todos los decretos de la entrega. A través de la conferencia, el libro y los artículos periodísticos, no cesa un instante, desde entonces, en denunciar la expoliación imperialista.

A través de las conferencias y los cuadernos de FORJA, Scalabrini se convierte en el gran fiscal de la entrega. Pero por sobre todos estos negociados, él apunta decididamente a la clave del sistema colonial: el ferrocarril. Esos rieles tendidos por el capital extranjero son "una inmensa tela de araña metálica donde está aprisionada la República". Es a través del ferrocarril que nuestra economía se organiza colonialmente para entregar riqueza barata en el puerto de Buenos Aires a los barcos ingleses y es a través del ferrocarril, con sus tarifas parabólicas, que el imperialismo destruye todo intento industrial en el interior, asegurando así la colocación de la cara mercadería importada.

Por esos años, Scalabrini Ortiz se sumerge en la historia nefasta de esos ferrocarriles y paso a paso desnuda la verdad: que los ingleses trajeron capitales ínfimos, que aguaron esos capitales a través de revaluaciones contables dirigidas a inflar los beneficios, concedidos como porcentajes fijos sobre el capital, que quebraron todo intento de comunicación interna que no fuese a dar a Buenos Aires, que subieron y bajaron las tarifas, según sus conveniencias, para boicotear alas industrias nacionales que compitiesen con la mercadería traída de Londres, que obtuvieron miles de hectáreas de regalo junto a las vías, que no cumplieron función de fomento alguna en las provincias pobres, que hundieron unos pueblos y levantaron otros torciendo el trazado de las líneas según sus intereses y los de sus socios: lo oligarcas.

Allí reside, sostiene Scalabrini, el verdadero cáncer de nuestra soberanía y en torno a él han crecido las restantes enfermedades que han terminado por hundirnos: la moneda y el crédito manejado por la banca extranjera, el estancamiento industria, la no explotación de la riqueza minera, ni de la hidroelectricidad, la subordinación a barcos, tranvías y restantes servicios públicos extranjeros, la expoliación de los empréstitos a través del interés compuesto "Somos una Argentina colonial, queremos ser una Argentina libre",reclaman Scalabrini, Jauretche y sus muchachos de FORJA. Pero el boicot del silencio cae sobre ellos. La superestructura creada por el imperialismo se cierra ahogando a las voces nacionales. Ellos no cejan, sin embargo, y desde las catacumbas van forjando la conciencia nacional. Scalabrini publica en esos años la "Historia de los Ferrocarriles Argentinos" y "Política Británica en el Río de la Plata".

Cuando se desencadena la Segunda Guerra Mundial y ante la presión aliadófila para que la Argentina envíe tropas al frente, Scalabrini Ortiz vuelve a hacer punta contra el imperialismo, publicando el diario "Reconquista". Desde allí defiende la neutralidad y lanza esta consigna: "No os dejéis arrastrar a la catástrofe. Si os empujan, subleváos. Muramos por la libertad de la Patria y no al servicio de los patrones extranjeros". Así convoca a la Segunda Independencia.

Jaqueado por todas las fuerzas de la Argentina ainglesada, "Reconquista" logra vivir ton sólo 41 días. Pero subterráneamente, el pensamiento nacional se va infiltrando y despierta ya muchas conciencias dormidas. Y cuando poco después el Grupo de Oficiales Unidos dé el golpe de estado el 4 de junio de1943, alguien recordará que uno de los libros que esos militares consideran texto obligado para su formación política es "La Historia de los Ferrocarriles" de Scacabrini Ortiz.

Poco después lo conoce personalmente a Juan Domingo Perón, a quien ya le sugiere la nacionalización de los ferrocarriles. El 17 de octubre de 1945, Scalabrini Ortiz forma parte de la multitud que irrumpe en nuestra historia para iniciar una Argentina Nueva. Ese día, se convence de que esos hombres, a los que llama "esos de nadie y sin nada", son los que conducirán al país hacia su nuevo destino: ".... Era el subsuelo de la patria sublevada. Era el cimiento básico de la Nación que asomaba por primera vez en su tosca desnudez original....Eran los hombres que 'estaban solos y esperaban', que iniciaban sus tareas de reivindicación".

Pocos meses después, Perón derrota en las urnas a los viejos partidos representantes de una Argentina que moría irremediablemente. Scalabrini acompaña el proceso de la campaña electoral desde las columnas del diario "Política" y mantiene estrecho contacto con Perón, ya siendo éste presidente. Presenta entonces varios trabajos atinentes a la nacionalización de los ferrocarriles, pero no acepta cargos en el gobierno. Considera que su lugar está en el llano, opinando, fiscalizando, apoyando, pero, después de tantos años de oposición, no se considera un "hombre de construcción".

Participa así del proceso de la Revolución Nacional y ve caer uno a uno los eslabones de la cadena con que el imperialismo nos sojuzgaba y que él había denunciado sin descanso: los ferrocarriles, los teléfonos, los bancos, la exportación y la importación, el transporte marítimo y el aéreo, los seguros, el gas, etc. Y ve también crecer a ritmo intenso a la industria liviana, asfixiada tantos años por la mercadería importada. Así transcurre esos años estudiando, elaborando ideas.

Una nación económicamente libre, socialmente justa y políticamente soberana deja atrás, como un triste recuerdo, a aquella colonia de los años treinta. Las consignas lanzadas por FORJA, a veces casi con las mismas palabras, son coreados ahora por la multitud.

Pero si bien Perón reconoce en variadas oportunidades, el aporte ideológico de Scalabrini, su gobierno no le brinda el acceso a "los medios" para que difunda su "pedagogía nacional". La burocracia peronista, por su parte, choca con este místico de la política, contumaz crítico de toda desviación o inconducta. Por ello se retrae dela vida pública y se dedica a plantar álamos en las costas del Paraná.

De esa época afirma: "Hay muchos actos y no de los menos trascendentales de la política interna y externa del Gral. Perón que no serían aprobados por el tribunal de ideas matrices que animaron a mi generación…..En el dinamómetro de la política esas transigencias miden los grados de coacción de todo orden con que actúan las fuerzas extranjeras en el amparo de sus intereses y de sus conveniencias". Y agrega: "No debemos olvidar en ningún momento- cualesquiera sean las diferencias de apreciación-que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el Gral. Perón y el Arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el Gral. Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón fortifica a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento vivo del país". Por eso, cuando le proponen participar en un golpe contra el gobierno, rechaza la invitación. Por eso, también, es uno de los primeros en alistarse en la "Resistencia", en setiembre de 1955, a la caída de Perón.

El golpe militar del 16 de setiembre propicia el retorno oligárquico. Ahora han vuelto los hombres de paja del imperialismo, los mismos del los años treinta.

Otra vez los amigos de los ingleses, otra vez los personeros dela oligarquía, otra vez los pactos claudicantes, de nuevo los bancos privados, los tratados vergonzosos, las devaluaciones para engordar las arcas de los ganaderos. Y de nuevo entonces, piensa Scalabrini, hay que plantear como única y absoluta prioridad: la Revolución Nacional. Todo parece volver hacia el pasado y las ideas de Scalabrini se afirman en su vieja lucha. Desde "El Líder", "De Frente" y "El Federalista" se constituye en crítico implacable. Cerrados estos periódicos, escribirá desde mediados de 1956 en la revista "Qué".

La Revolución Nacional, por sobre todo, piensa Scalabrini y así redobla sus esfuerzos para romper el continuismo. Esa posición lo lleva a colaborar con Frondizi y Frigerio entendiendo que debe usar a "Qué" como vocero de sus ideas, más allá de sus diferencias que pueda tener con los teóricos de la burguesía nacional.

Todo el año 1957 Scalabrini ataca semana a semana las medidas retrógradas y pro imperialistas del gobierno. Puede decirse que a través suyo se expresa la Argentina auténtica que se niega a volver al pasado. El 23 de febrero de 1958 el Frente Nacional, que lleva a Frondizi para presidente, aplasta a la reacción en las urnas, pero la entrega del poder es condicionada. Por eso Scalabrini entiende que debe seguir apoyando, aún disintiendo en muchos aspectos, al gobierno frondizista. Por eso también acepta la dirección de la revista "Qué",convertida ahora en revista oficialista.

Durante poco tiempo, sin embargo, permanece en su dirección [menos de tres meses]. La publicación de los contratos petroleros en los últimos días de julio de 1958,lo decide a renunciar. Escribe entonces un artículo titulado "Aplicar al petróleo la experiencia ferroviaria" y deja constancia de su disentimiento con los contratos, en especial con lo pactado con la Banca Loeb. No desea, sin embargo, romper frontalmente con el gobierno cuando éste se encuentra jaqueado por los gorilas y prefiere irse calladamente. Por otra parte, ya está preso de un cáncer que lo llevará a la muerte pocos meses después.

Desde esa separación, Scalabrini Ortiz ya no actúa públicamente pero sus amigos y sus familiares saben que una tristeza lo domina por la traición del frondizismo. El 31 de diciembre de 1958, Frondizi anuncia la adhesión de la Argentina al Fondo Monetario Internacional [FMI] y en enero de 1959 se abraza con los banqueros de Wall Street; mientras los tanques derrumban las verjas del Frigorífico Municipal [en la ciudad de Buenos Aires] para sofocar a los obreros en huelga. Pero Scalabrini, ya nada puede decir: está vencido por la enfermedad y después de un período de postración, fallece el 30 de mayo de 1959.

En el cementerio, Jauretche recuerda que Scalabrini fue el maestro, el que les permitió pasar del antiimperialismo abstracto al antiimperialismo concreto, descubriendo la verdadera realidad argentina, como paso previo al intento de transformarla. Por eso concluye su despedida con estas palabras: "Raúl Scalabrini Ortiz …..Tú sabes que somos vencedores… vencedores en esta conciencia definitiva que los argentinos han tomado delo argentino. Por eso hemos venido, más que a despedirte, a decirte: ¡Gracias, Hermano!"
El 13/01/42 muchos amigos de Raúl quedan perplejos al leer el siguiente aviso en los ofrecidos de "La Prensa":

"Caballero argentino, casado, de 44 años, con amplias relaciones, estudios universitarios, técnicos, una vasta cultura general, científica, literaria y filosófica, con experiencia general y profunda de nuestro ambiente económico y político, ex redactor de los principales diarios, autor de varios libros premiados y de investigaciones, aceptaría dirección, administración o consulta de empresa argentina, en planta o en proyecto, en los órdenes industria, comercial o agrario. Dirigirse a Raúl Scalabrini Ortiz, Calle Vergara 1355, Vicente López".

Los datos del aviso son correctos. Estudios Terciarios: Es agrimensor. Ha trabajado en los principales diarios y revistas La Nación, El Diario de Láinez, Noticias Gráficas, El Mundo, El Hogar, Martín Fierro, La Gaceta del Sur.

Ha recibido el Segundo Premio Municipal por "El hombre que está solo y espera", en 1931. Ha sido traducido al alemán, inglés e italiano. Ha dirigido un Diario "Reconquista" y prácticamente codirigido el semanario "Señales". Ha dictado muchas conferencias. Ha publicado poesías en "La Gaceta del Sur". Ha publicado un libro de cuentos "La Manga".

Se ha vinculado con los hombres más importantes de su generación en lo literario [Borges, Mellea, Marechal, A. Storni, Macedonio Fernández] y del mundo político [E. Palacio. Jauretche, Gálvez, los hermanos Irazusta]. Compañero de estudios de Gainza Paz, Saenz Valiente, el negro Uriburu [C. Universitario]. Ha publicado libros de historia y economía: "Política Británica en el Río de la Plata", "Historia de los Ferrocarriles".

¿Por qué R.S.O pide trabajo y es desconocido para el público en general? ¿Por qué no tiene donde expresarse?. Es un maldito y él era consciente que eso se produciría: aislamiento, boicot, marginalidad, etc.. El había descubierto algo importante y sabía lo que le ocurriría. Fue conscientemente al silenciamiento.

miércoles, 29 de mayo de 2013

PRIMER ENCUENTRO DE RADIOS POPULARES DE CÓRDOBA




PRIMER ENCUENTRO DE RADIOS POPULARES DE CÓRDOBA

Más de 200 referentes de medios comunitarios, cooperativos y públicos así como Organizaciones Sociales de toda la provincia de Córdoba, participarán del Primer Encuentro de Radios Populares.

El evento se realiza en el marco de un acuerdo de cooperación entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el Afsca, la Universidad Nacional de Córdoba, y Radio Nacional Córdoba. Participan además el Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco) y el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.

Durante el viernes 31 de mayo y el sábado 1° de junio en Radio Nacional Córdoba, medios comunitarios, cooperativos y público junto a organizaciones sociales participarán del Encuentro Provincial de Radios Populares.

El evento contará con el panel “Estado y Derecho a la Comunicación” con la presencia del presidente del Afsca, Martín Sabbatella; la Secretaria de Comunicación y Organización Comunitaria del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Inés Páez y el Rector de la UNC, Francisco Tamarit.

La conferencia será el viernes a las 18:30 hs en el auditorio Néstor Kirchner de la radio y es abierta para todo público.

El Primer Encuentro Provincial de Radios Populares tiene como objetivo profundizar y fortalecer los medios públicos, comunitarios y cooperativos en el marco de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual así como acompañar y fortalecer los proyectos de nuevas radios y de medios ya existentes desde una perspectiva de derechos, integral y territorial.


Documento de “Unidos y Organizados” A 44 años del Cordobazo



Documento de “Unidos y Organizados”
A 44 años del Cordobazo

Mayo de 1969, dictadura de Onganía. Estallidos sociales se producen en varios puntos del país. En Córdoba, los obreros industriales, que habían crecido en número desde el primer peronismo tras la instalación en la ciudad de varias fábricas y talleres metalúrgicos, conformaba una clase muy activa y politizada. Los trabajadores cordobeses contaban con dirigentes sindicales que promovieron la unidad en la acción, lo que llevó a una histórica rebelión popular cuyo punto máximo se alcanzó el martes 29.
Ése día, nutridas columnas de obreros mecánicos nucleados en SMATA y conducidos por Elpidio Torres, bajaron desde la Planta de Santa Isabel rumbo al centro de la ciudad; se incorporaron a la movilización, aportando logística para el bloqueo de los puentes de acceso al centro, los trabajadores tranviarios de la UTA, conducidos por Atilio López; también marcharon los trabajadores de Luz y Fuerza de Agustín Tosco.
Los estudiantes adhirieron a la medida de fuerza y pronto la ciudad fue controlada por los manifestantes, quienes lograron su ocupación durante unas veinte horas. Se produjeron incendios y ataques a las principales empresas multinacionales. Superadas las fuerzas policiales, la represión la encaró el Ejército y fue brutal: decenas de manifestantes muertos y cientos de detenidos.
Esta rebelión popular precipitó, ni más ni menos, la caída del dictador Juan Carlos Onganía.
“La dictadura de Onganía y más precisamente el sector duro del Ejército (por esos años había dentro de esta fuerza dos líneas bien definidas: por un lado ‘los azules’, el ala más nacionalista que planteaba una autocrítica respecto al golpe del ’55, y los colorados, la facción dura) consideraba que no se podía permitir nunca más que el peronismo, movimiento social de indiscutible poder, pudiese emerger, como conductor, tal como ocurriera en mayo de 1969 (…) Se procuró desde la inteligencia militar desnaturalizar una rebelión popular conducida por los trabajadores organizados con preponderancia de los gremios peronistas.” (Reportaje a Lucio Garzón Maceda, el Avión Negro, Nº 1, Abril 2010)
Desde UNIDOS Y ORGANIZADOS recordamos esta gesta histórica del pueblo de Córdoba, de sus trabajadores y estudiantes, unidos contra la opresión y el cercenamiento de libertades de una dictadura militar.
Y rendimos un homenaje a sus mártires, a los dirigentes sindicales que se pusieron el frente de tan elevadas reivindicaciones políticas, a los obreros y estudiantes.
Y este homenaje lo hacemos desde nuestra posición de defensa irrestricta de un Proyecto Nacional y Popular que el domingo cumplió sus primeros diez años, desde nuestra identidad peronista, desde la certeza de poder cambiar el rumbo de las políticas neoliberales en Córdoba, marcadamente beneficiarias de minorías y muy lejos de las reivindicaciones de los trabajadores de mayo de 1969.

UNIDOS Y ORGANIZADOS-Prensa



martes, 28 de mayo de 2013

Leonardo Favio




Fuad Jorge Jury, más conocido por su sobrenombre artístico Leonardo Favio nació en Las Catitas un 28 de mayo de 1938 y nos dejo en Buenos Aires un 5 de noviembre de 2012, donde estés salud compañero

lunes, 27 de mayo de 2013

¨Porque quiero decirles algo: si no se organizan, si no participan, si no cuidan ustedes mismos lo que es de ustedes, van a venir otra vez por todos ustedes como lo han hecho a lo largo de toda la historia.¨






Conmemoración del 203° aniversario de la Revolución de Mayo: Palabras de la Presidenta de la Nación

Muchas gracias, muchas gracias a todos y a todas por esta plaza de la alegría, del amor, del amor por la patria, del amor por el otro, donde no venimos a insultar ni a agraviar, sino a festejar el Día de la Patria.

En este nuevo aniversario de nuestra querida patria, en este 203 aniversario, quiero confesarles a todos ustedes que ni ayer ni hoy ha sido un día fácil para quien les habla.

Junto a mi condición de argentina, como el resto de los 40 millones que recuerdan y festejan a su patria, surgen en mí también otras imágenes, otros recuerdos, porque hace exactamente 10 años, mi compañero de vida y de militancia, el presidente -qué paradoja- menos votado de todos los procesos democráticos y sin proscripciones de elecciones, era el que menos votos había obtenido y, sin embargo, vino a encabezar el proceso de transformación y cambio más importante de las últimas décadas.

Yo la verdad que quiero recordar la historia, quiero recordar estos 203 años de nuestra Revolución de Mayo, pero no hacerlo desde la versión anodina y aséptica que muchas veces nos explicaron.

Yo quiero recordar y veo en todos ustedes, en esas caras jóvenes, las caras de otros jóvenes, de French, de Beruti, de Moreno, de Monteagudo los verdaderos cerebros de esa revolución, French y Beruti que no repartían como nos enseñaron en el Billiken, escarapelas festejando la caída del virrey. Repartían escarapelas que en realidad eran cintas amarillas españolas marcando los que únicamente podían ingresar al Cabildo. Así se hizo la Revolución de Mayo y así se hicieron también los grandes procesos de transformación aquí en Latinoamérica y en el mundo.

Jóvenes con ideales también junto a nuestros hombres de armas, encabezados por Cornelio Saavedra, el Regimiento de Patricios, que eran las épocas fundacionales del país donde pueblo y fuerzas armadas, las ideas junto a los que empuñaban también las armas para defender esa gran patria que nacía, construían la historia.

Luego vinieron siglos de desencuentros, avances y retrocesos y también casi una década que cambió la historia en el siglo XX, y no quiero con esto, por favor, que lo vean como un sesgo partidario, es simplemente una carga histórica innegable, un movimiento político, el peronismo que vino a cambiar definitivamente la historia del país. Un hombre y una mujer que les enseñaron a los argentinos que al lado de cada necesidad había un derecho, que les dieron educación, vivienda, vacaciones, aguinaldos, a partir del año 53 convenios colectivos de trabajo que le dieron al trabajador, que incorporaron al trabajador y a la mujer a la vida política de los argentinos, que también, porque es innegable, afectaron intereses, porque antes de que llegara el peronismo, había explotación en el país; porque antes de que llegara Juan Domingo Perón y Eva Perón, a la gente se le pagaban dos monedas, no había vacaciones, no había aguinaldos, solamente había explotación. Cómo entonces no iban a ser combatidos y denostados.

Creo que es fácil entender también los ataques permanentes que sufrieran primero Néstor como presidente y después esta Presidenta; tal vez después de Perón y de Evita, las dos personas más difamadas, atacadas, ultrajadas y descalificadas de toda nuestra historia.

Pero no me quejo, sabemos que cuando afectamos intereses, sabemos que cuando defendemos a los sectores más vulnerables, sabemos que cuando incorporamos a millones de argentinos al trabajo, cuando creamos la Asignación Universal por Hijo que ya no permite que cualquiera contrate a un hombre o a una mujer por dos pesos, cuando consagramos nuevamente desde hace 10 años las convenciones colectivas de trabajo, en esta "década ganada" -mal que les pese es una década ganada- pero no por un gobierno, ganada por el pueblo. Cada conquista, cada hombre y mujer que pudo jubilarse y que hoy cobra su jubilación que se ajusta dos veces al año, cada pibe que recibe una netbook, no para escuchar cumbias por favor, como alguien decía el otro día, sino para aprender en el proceso de inclusión educativa más importante que se recuerde en toda la historia, con 9 nuevas universidades, con más de 1.400 colegios nuevos, en cada joven que hoy puede estudiar y trabajar, en cada mujer que luego del reconocimiento del trabajo de los empleados y empleadas en servicios domiciliarios, algo que ni siquiera Evita podía lograr también, tienen instrumentos y herramientas para pelear sus derechos en cada región del país. Porque me atrevo a decir también que es una década ganada en federalismo, en donde todas las regiones han sido incorporadas en un plan de obra pública sin precedentes, con infraestructura social y económica. Y también, porque no, en los miles y miles de pequeños y medianos productores, empresarios, comerciantes y también de los grandes que han obtenido en esta década ganancias, rentabilidad y crecimiento a sus empresas, que ha generado también los millones de puestos de trabajo.

Hemos logrado articular esto, y este es el mejor homenaje que podemos hacer a esos hombres y a esas mujeres que liberaron un pueblo hace 203 años, pero que la tarea había quedado inconclusa, porque todavía estamos peleando también ya no por la libertad, sino por la igualdad que es el gran signo de esta década y de las que vendrán.

Quiero también convocar a todos los argentinos a esta gesta, a que esta década ganada, le siga otra década más en que los argentinos sigan ganando también. Porque yo me pregunto, yo no soy eterna, lo he dicho muchas veces, y lo que es más importante, tampoco lo quiero ser. Es necesario empoderar al pueblo, a la sociedad de estas reformas y de estas conquistas para que ya nunca nadie más pueda arrebatárselas, y sé de qué estoy hablando.

Muchas veces leo en letra de molde que hablan del kirchnerismo y del fin del ciclo y yo me pregunto y le pregunto a todos los argentinos: el cambio de un gobierno por otro, ¿es fin de ciclo o en realidad a lo que se están refiriendo es a que cuando yo me vaya se va a acabar todo lo que hemos conquistado en esta década ganada? Me parece que se refieren a eso.

Me parece que cuando hablan de la Asignación Universal por Hijo con desprecio, me parece que cuando hablan en contra del desendeudamiento que comenzamos y que permitió generar un ciclo virtuoso en la economía, donde el Fondo Monetario Internacional no viniera a imponernos condiciones, tal vez se refieran a eso, a que también quieren que vuelva esa etapa.

O tal vez se refieren a que ya no va a haber más todos los años la fijación del salario mínimo vital y móvil, todos los años convenciones colectivas de trabajo donde incorporamos mayor poder adquisitivo porque a lo mejor ellos piensan que los salarios son los que provocan la inflación.

Yo digo que los precios no los ponen los trabajadores ni el gobierno. Yo digo que los precios los fijan los empresarios y los grandes monopolios.

¿A qué se refieren entonces, a qué se refieren?

Ustedes lo saben muy bien y hagamos memoria de estos 200 años; hagamos memoria cómo fueron atacados esos próceres, Moreno, Belgrano, a los que acosaban de ultras y jacobinos. Si Belgrano hubiera respetado las órdenes que emanaban de Buenos Aires, no hubiéramos tenido la Batalla de Salta y Tucumán. Por suerte, Belgrano era un joven desobediente porque era un patriota por sobre todas las cosas.

¿A qué se referían cuando también denostaban el gobierno del brigadier general Juan Manuel de Rosas que pudo resistir los embates del colonialismo francés e inglés? Luego vino lo que vino.

Cada ciclo de gobiernos populares ha tenido ataques feroces porque en realidad, cada una de esas dirigencias no era de ellas el problema, era el obstáculo, eran las herramientas que la historia del pueblo había tomado para transformar un destino de esclavitud, un destino de atraso y, entonces, había que destruir las herramientas.

Yo, nosotros, él, que no está más, no fuimos importantes ni seremos importantes por nosotros mismos. Somos apenas una herramienta de ustedes, del pueblo y me refiero, no solamente a los que están en esta plaza. Es más, me refiero también a aquellos que sin saberlo, muchas veces repiten lo que escuchan o lo que leen. No es la primera vez en la historia.

Hubo distintos instrumentos también para difamar, para distorsionar y sino, no quiero remontarme tal vez a una historia que muchos no recuerden, pero les recuerdo a todos algo que todavía está muy fresco en nuestra memoria: los invito a que cuando lleguen a sus casas, los que tengan una compu, los que puedan acceder a Internet, que son muchos hoy en la República Argentina, más del 50 por ciento de la población puede acceder a Internet, vayan y lean los diarios del año 2001, previos a diciembre, previos al corralito, vayan a ver, vayan a leer si algunos meses antes o apenas el mes anterior o apenas la semana anterior a que se confiscaran los ahorros, fundamentalmente de la clase media argentina, algún diario, alguna radio, algún medio televisivo, algún economista, de esos que hoy preanuncian catástrofes y apocalipsis todos los días, le habían anunciado a los argentinos que le iban a manotear la plata y no se la iban a devolver.

Nadie les avisó nada y no era porque no sabían, sino porque tenían complicidad. Ni qué hablar, ¡por Dios!, del período más trágico de nuestra historia, de ese que se inició el 24 de marzo de 1976. Lean lo que decían y lo que hacían, miren las fotografías, hasta alguien tituló "Tenemos nuevo gobierno". Recorran los documentos y archivos para ver con las cosas que se quedaron durante ese período en el que estas mujeres que están a mis espaldas de pañuelos blancos, todavía siguen buscando a sus hijos y a sus nietos.

Quiero confesarles algo: si bien nuestro Gobierno en materia de derechos humanos, en materia de castigo, castigo con la ley y la Constitución y los jueces de la Constitución, sobre los genocidas todavía y pese a eso, yo como argentina, siento con esas mujeres una inmensa deuda. Los argentinos todos, todavía tenemos una inmensa deuda.

Porque es cierto que están siendo juzgados, porque es cierto que están en prisión, porque es cierto que están purgando penas, porque es cierto que hay procesos judiciales que se abren todos los días, pero todavía no hemos podido encontrar a sus hijos ni a sus nietos y esa es una deuda que todavía no ha sido saldada por el conjunto de la sociedad ni de los gobiernos.

Yo quiero la unidad de todos los argentinos, pero quiero la unidad con memoria, con verdad y con justicia. Porque sin eso, no hay unidad posible y la necesitamos, la necesitamos en este proceso de transformación económica y de inclusión social y también, de grandes reformas políticas.

Reformas políticas que muchos no creían porque pensaban que eran enunciados cuando hablábamos de las internas abiertas, obligatorias, simultáneas y vinculantes para todos los partidos políticos iniciando el proceso de reforma política más importante.

Y también ahora, con la reforma que necesita la Justicia para democratizar también al tercer gran poder del Estado que necesita y que los argentinos necesitamos que sea democratizado.

Por eso la igualdad en el acceso, por eso también el voto popular en la representación de los organismos políticos en ese tercer poder el Estado.

¿A quién puede molestarle? ¿Cómo puede negarse el derecho a 40 millones de argentinos a elegir a quiénes son los que van a representarlos en ese organismo político que es el Consejo de la Magistratura que elige y designa jueces? Son los argentinos los que también tienen que opinar y participar, abrir las compuertas, darle luz y visibilidad.

Y hay algo que me obsesiona y me desvela y que es cómo hacer para que estas grandes transformaciones, que estas grandes conquistas, que van desde lo económico a lo social, hasta lo estrictamente igualitario como fue otro gran hito histórico del cual me siento orgullosa y del cual fue artífice Néstor como fue el matrimonio igualitario en la República Argentina.

¿Cómo hacer? Yo encuentro una sola manera. Porque quiero decirles algo: estos años felices, estas medidas que trajeron felicidad al pueblo en esta década ganada, fueron, es cierto, medidas para la felicidad del pueblo, pero no fueron medidas fáciles para el Gobierno: por cada medida, por cada decisión, un ataque. Cuando él decidió pagarle al Fondo Monetario Internacional, cuando decidió reestructurar la deuda, cuando en Mar del Plata le dijo "no" al ALCA, junto a otros patriotas como Lula, como Chávez, querido compañero y amigo Hugo Chávez, eterno en el corazón de nuestro pueblo también, o tal vez, cuando tomamos la decisión de recuperar los fondos de las AFJP, terrible decisión, corrida cambiaria, mis dos gobiernos llevan más de 3 o 4 corridas cambiarias presionándonos para que hagamos cosas que perjudiquen a la gente.

No es fácil, no son fáciles las presiones. También me pregunto, cuando alguno habla de fin de ciclo, ¿será que piensan que los dineros de los trabajadores que hoy están en la ANSES, vuelvan a comprar acciones como algún diario vendió sus acciones a no sé cuántos pesos que hoy no valen nada? Tal vez se quiera volver a eso cuando se habla de fin de ciclo.

Por eso, mi desvelo, mi obsesión es que esta sociedad de los 40 millones de argentinos se organice en forma unida y solidaria pero, al mismo tiempo, comprendan.

Yo el otro día, recordando a Jauretche, hablaba de los zonzos y contaba una anécdota de precisamente cuando se emitieron los famosos bonos para pagar a los argentinos que habían quedado atrapados en el corralito. Muchos los vendieron.

Cuando el año pasado pagamos el corralito, solamente era un 20 por ciento de argentinos, el otro 80 por ciento, era de extranjeros que habían comprado a 2 pesos lo que valía 100. Porque a muchos argentinos, inclusive argentinos instruidos, argentinos de clase media, argentinos que han tenido la oportunidad de la educación, tal vez no la de entender, sí la de saber. Pero hay una gran diferencia entre saber y entender. Lo que yo quiero es, finalmente, que los 40 millones de argentinos entiendan y comprendan cuáles y dónde están sus verdaderos intereses y me desvela.

Por eso, el otro día, cuando anunciaba las medidas de aumento en todas las asignaciones, de la Universal por Hijo, por embarazo, las de los trabajadores registrados, cuando anunciaba esas medidas, decía que tenemos que organizar a la sociedad para cuidar esa conquista, mirar para cuidar. Y yo convoco a todos los argentinos al momento –quiero decirles algo- empezaron a llegarme, yo en ese momento hablé de los jóvenes, de las iglesias, al momento comenzaron a llegarme mensajes de centros de jubilados, de gente que quería participar.

Porque quiero decirles algo: si no se organizan, si no participan, si no cuidan ustedes mismos lo que es de ustedes, van a venir otra vez por todos ustedes como lo han hecho a lo largo de toda la historia.

Tenemos los argentinos el deber de no depender de una persona; tenemos el deber, pero sobre todo la necesidad, de empoderarnos nosotros mismos de esas conquistas y de esos derechos y de organizarnos para defenderlas. Con eso sueño.

Sueño también con una Argentina como la que hemos logrado en esta década, la década ganada pero también la década de la solidaridad, la década donde cada argentino o por lo menos una gran parte de los argentinos, ha comenzado a mirar al costado o, tal vez, un poco atrás donde otro argentino u otra argentina todavía le falta algo, hay muchos a los que todavía les faltan muchas cosas. Yo les pido a los que ya han tenido logros que ayuden a que otros también lleguen al mismo lugar que ellos tienen.

Esa unidad, esa organización, esa participación, es lo que siempre les digo, lo que le dije...yo también los quiero mucho...es lo que dije otro día histórico también y de homenaje, nuestro último 2 de abril en Puerto Madryn, donde homenajeamos a nuestros veteranos y combatientes y caídos en la guerra de Malvinas, inclaudicable demanda de soberanía: la patria es el otro, la patria es el otro, es el que todavía no ha podido conseguir trabajo o que consiguiéndolo no está registrado; la patria es el que todavía tiene y lucha y trabaja para conseguir su casa propia. El otro es ese joven que tal vez no pueda estudiar todavía porque tiene que trabajar para ayudar al hogar; el otro también es el que sufre adicciones y tenemos que ayudarnos hermanos a rescatarlos entre todos para combatir los flagelos modernos que tiene nuestra sociedad. La patria es esas mujeres que han luchado por más de 35 años pidiendo justicia; la patria es también esos miles y miles de emprendedores que gracias a este proyecto político, que quede claro además, este no es un modelo económico, que quede claro que este es un proyecto político con objetivos económicos, sociales y culturales. Digo entonces, que es necesario empoderar a la sociedad.

Y en cuanto a los insultos, a los agravios, a la descalificación y difamación permanente, inclusive contra los que ya ni siquiera pueden defenderse porque no están, le seguiremos contestando con gestión, con acción, con trabajo, con sacrificio, con esfuerzo, con militancia, con participación. Porque no van a lograr lo que quieren. En realidad quieren dividir como siempre lo hicieron los argentinos, quieren instaurar climas de división, de insulto, de agravio, de odio permanente. No lo van a logar, conmigo no van a poder, no van a escuchar una sola palabra de ofensa; sí de ideas, sí de debate, sí de política.

Necesitamos imperiosamente ser más inteligentes, porque el odio nubla las mentes, no nos deja pensar. Y nosotros queremos pensar, pero pensar, no solamente en esto que estamos haciendo, sino en todo lo que todavía nos falta hacer.

Esta plaza no es una plaza de ayer ni de hoy, es una plaza de futuro, de porvenir, es una plaza y una patria preñada de esperanzas, de sueños, de ilusiones como las que él tuvo.

Yo quiero finalmente, recordar a modo de homenaje, aquel 25 de mayo de 2003, cuando junto con Florencia, que sé que anda por ahí en medio de la plaza, lo acompañamos al Parlamento para que asumiera como presidente. Yo nunca lo había notado, pero viendo imágenes en películas, yo como iba adelante, para mí el Parlamento, claro, había estado allí desde 1995, era un lugar común, era el lugar de todos los días, era el lugar de mi trabajo, iba adelante saludando, parecía una estrella de cine que entraba por la "red carpet" al Parlamento. Y pude ver, cuando él ya no estaba, hace muy poco tiempo, pude ver las filmaciones que nunca había registrado y lo vi entrar atrás mío, iba constantemente abrazándola a Florencia, había en su cara, no lo había notado, un gesto de angustia, un gesto de nerviosismo, un gesto que presagiaba las tormentas y las luchas que iba a tener que dar.

Tal vez, cuando dijo que no pensaba dejar sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno, nos parecía que hacía honor a todas las generaciones a las que él había pertenecido. En realidad, estaba diciendo que se iba a jugar y hacer todo lo que tuviera que hacer y sabía lo difícil que iba a ser, tal vez, como nadie.

Por eso, yo quiero agradecer el acompañamiento de todos los argentinos que creen en este proyecto.

También quiero agradecer a los que sin pensar como nosotros, son respetuosos y tienen ideas diferentes y tienen todo el derecho a tenerlas. Yo solo les pido, no en nombre mío, no en nombre de los que hoy estamos aquí, sino en nombre de los que se fueron, en nombre de sus propios hijos, que sepamos disentir con respeto, sin ofensas, sin descalificaciones, sin agravios, sin injurias, démosle a nuestros hijos una patria mejor, porque ellos también van a vivir al lado de los nuestros, que por favor recreemos todos un clima en el cual las ideas se debatan con altura.

Tenemos la inmensa suerte de una democracia participativa, tenemos la inmensa suerte de una libertad de expresión sin precedentes en la historia argentina, tenemos también y aquí también tengo el derecho a decirlo, somos un Gobierno que también nos hemos hecho cargo del costo político que muchas significa no reprimir a un solo argentino porque corta una calle o porque piensa distinto.

Sabemos que eso no está bien, sabemos que no es justo que otro argentino llegue tarde a su trabajo, a su casa o a sus obligaciones, sabemos que tienen razón en enojarse, pero les pido perdón, le pido perdón a cada uno de esos argentinos que se enoja y dicen que así no se puede vivir más.

Yo no voy a ser una presidenta que le dé palos a nadie, eso se los puedo asegurar, porque eso nunca ha sido ninguna solución en la Argentina.

Y les pido a todos de corazón, que pensemos en nuestros hermanos, que pensemos también en este mundo que estamos viviendo complejo.

Hoy leía los diarios y hasta ahora eran los países más conocidos, España, Francia, Italia, hoy leía que hasta Suecia hay problemas graves a partir de la economía que sigue sin recuperarse en el mundo. Y nosotros hoy tenemos la expectativa de una economía que está generando nuevamente crecimiento, incipiente pero crecimiento nuevamente.

Ayudémonos entre todos a sostener la Argentina porque esto es bueno para todos.

No se confundan, no se confundan, hubo una vez o varias tal vez, que algunos pensaron que tanto peor, tanto mejor. Nunca nadie se equivocó tanto. Es mentira; cuando las cosas empeoran, empeoran para todos y si no, acuérdense de aquel 2001 que vivimos los argentinos.

Néstor entró en la Casa de Gobierno como el fenómeno, como el producto de esa suerte de derrumbamiento que tuvieron los valores preestablecidos en la República Argentina; preestablecidos vaya a saber por quién, o sí lo sabemos, por los sectores más concentrados que son los que siempre se salvan cualquiera sea la crisis, cualquiera sea el presidente y cualquiera sea el partido.

Entonces argentinos, no les pido que estén de acuerdo con lo que pienso, no les pido que estén de acuerdo con nuestras políticas, sólo les pido que tengan memoria, que sean inteligentes y que piensen en la patria, porque todos somos la patria, los 40 millones de argentinos. Ese es el homenaje en estos 203 años de la Revolución de Mayo a esos hombres que combatieron y a esas mujeres también, no me quiero olvidar de la generala Juana Azurduy, a esos hombres y mujeres que combatieron por las libertades.

Hoy necesitamos hombres y mujeres que luchen por la igualdad, por la inclusión; hombres y mujeres que en cada uno de sus ámbitos hagan bien su trabajo, científicos, investigadores, docentes, alumnos, trabajadores, empresarios, comerciantes, productores, todos, todos juntos. Cada vez que nos hemos desunido, las cosas fueron mal para los argentinos.

Quiero finalizar con ese ejemplo maravilloso, en medio de una tragedia y una desgracia como la que ocurrió en los primeros días de abril en mi querida ciudad de La Plata, el otro día estaba en el Colegio Nacional entregándole fondos al Hospital Español, una vieja institución por más de 70 años, privada, comunitaria, porque había sido arrasada por la inundación. Quiero que tomemos ese ejemplo, cómo se volcó el pueblo solidario y también algo maravilloso que me llenó el corazón y que fue ver trabajar a miles y miles de jóvenes de la política, de las iglesias junto a los hombres de las Fuerzas Armadas, porque ¿saben qué? Yo estoy segura que quienes pergeñaron ese golpe terrible del 24 de marzo de 1976, quisieron tender un río de sangre que separara al pueblo de las Fuerzas Armadas.

Tenemos que cerrar ese río con memoria, con verdad, con justicia, con trabajo y con convicciones de que tenemos que unirnos porque la patria es el otro, sea quién sea.

Gracias a todos, gracias a todas. Feliz 203 aniversario de la Revolución de Mayo.

Amigos, amigas, compañeros y compañeras, argentinos y argentinas: ¡siempre por la patria, por el futuro, por nuestros hijos y nuestros nietos! ¡Adelante!

Gracias de corazón a todos, muchas gracias. (Aplausos)